Eugen Gomringer nació en Cachuela Esperanza, Beni, en 1925. Su padre, un comerciante suizo, también llamado Eugen Gomringer, había emigrado a Bolivia y no era el único extranjero que llegó al país en la época para trabajar en la explotación de la goma.
En ese tiempo, a principios del siglo XX, Cachuela Esperanza, fundada por el explorador y empresario cruceño Nicolás Suárez, era la capital mundial de la explotación de la goma, pues su producción llegaba a cubrir 60 % de la demanda mundial.
"(Los emigrados extranjeros) cambiaron la civilización y la urbe por la jungla”, relata Gomringer en sus memorias. Nunca supo por qué su padre dejó Suiza, pero se imagina que "fue por un afán de aventuras en general. Además eran los años de la crisis posteriores a la Primera Guerra Mundial”.
En Bolivia, el inmigrante suizo conoció a su esposa, Delicia Rodríguez, la madre de Eugen Gomringer. Ella era hija de un español y de una indígena. Sus padres siempre habían vivido juntos, pero sólo se casaron un año antes de que él muriera a causa de una enfermedad. A sus abuelos, en Suiza, les daba verguënza que Gomringer fuera un niño nacido de una unión de hecho, pero a él eso nunca le importó.
Vida en Europa
Gomringer no vivió mucho tiempo en Bolivia.
"No tengo recuerdos, me fui a Suiza cuando tenía dos años y medio”, explica. Aún en sus memorias, intituladas Kommandier(t) die Poesie!, que fueron publicadas en alemán en 2006, describe unos animalitos que recuerda de su niñez. Sus mascotas eran un perezoso y un tigre manso. Su padre no quiso que creciera en la jungla, por lo cual eligió para él una educación esmerada en Suiza, al cuidado de sus abuelos.
Tiene recuerdos de Cachuela Esperanza sobre todo por las cartas y las fotos que su padre siempre le mandaba y que su abuelo pegaba con mucha calma y arte en unos álbumes. Eran fotos del río, de la cosecha del caucho y de las fiestas patronales. De ese modo sostuvo mucho contacto con sus padres. Su madre fue dos veces a Suiza y su padre lo visitaba cuando contaba con vacaciones largas.
Gomringer no había visto a su madre durante mucho tiempo, pero una vez, cuando todavía era niño, ella lo visitó en Suiza. Pero él ya no se sentía como en Cachuela Esperanza, como su hijo, y por el contrario la consideraba más como una cariñosa tía, sorprendida por el entorno helvético y los viajes que hacía. Su madre nunca aprendió a leer ni a escribir. "Sólo pocas palabras escribía ella misma en las tarjetas que mandaba de sus viajes”, cuenta Gomringer. Estas pocas palabras le gustaban mucho y le parecía que contenían mensajes muy importantes.
Gomringer tiene un hermano, llamado Alfredo, dos años menor que él y quien creció en Bolivia y fue padre de 11 niños. La sobrina preferida de Gomringer era Ema. "Quise llevarla a Europa cuando fui a Bolivia algunos años más tarde, pero mi hermano no me dejó. Alfredo se oponía a toda forma de la vida moderna. Fuimos completamente diferentes”, dice Gomringer. Ahora su hermano vive en Los Angeles, Estados Unidos.
El padre de Eugen Gomringer quería que su hijo retornara a Cachuela Esperanza, a la jungla, una vez que terminara sus estudios; deseaba que fuera médico, pero en lugar de esa profesión Eugen estudió economía, historia de la literatura e historia del arte en Berna, Suiza, y Roma, Italia.
En 1953 fundó la revista de arte "Spirale”, en compañía de Marcel Wyss y Dieter Roth, y publicó la primera obra de poesía concreta, denominada Konstellationen, constellations, constelaciones. Su lengua materna es el español, en la cual también ha escrito algunos poemas. También habla un poco de quechua. Gomringer es un poeta políglota. Además del castellano, escribe fluidamente en alemán, suizo, francés y inglés. Tiene mucha influencia del arte concreto. De 1954 a 1957 fue secretario en Ulm, Alemania, de Max Bill, un representante del arte concreto suizo.
El retorno a Bolivia
Cuando tenía aproximadamente 47 años, en 1972, Gomringer retornó a América Latina para visitar a su familia, que se había mudado a Puerto Maldonado, en la región fronteriza del Río Madre de Dios, en Perú.
Tiene muchos recuerdos de esa "última visita” –en realidad, no sería la última-, sobre la cual ha escrito con lujo de detalles en sus memorias. De Cusco voló a Puerto Maldonado via Quince Mil, un asentamiento aurífero en la Amazonia peruana. Con su madre y su hermano, llegaron a la tumba de su padre. "Mi padre yacía en la tierra, que escogió cuando era un hombre joven”, relata Gomringer. Fue una visita muy corta y regresó a Cusco, pero se detuvo en Quince Mil donde pasó la noche antes de regresar al día siguiente; en sus memorias, afirma que su alma quiso quedarse un ratito más, antes de que se alejara definitivamente de su familia, del río y de la jungla.
Además, retornó a su país natal para dar una conferencia sobre la poesía concreta en el Goethe Institut ese mismo año, en 1972.
De ese modo el poeta y diplomático boliviano, Marcelo Arduz Ruiz, conoció en La Paz a quien se convertiría en el principal maestro de su vida y dilecto amigo.
Pero obtuvo mayores referencias sobre la vida y obra de Gomringer en Brasil, cuando Arduz desempeñaba las funciones de Cónsul en Río de Janeiro e hizo gran amistad con el poeta Haroldo de Campos. Junto al hermano de Haroldo, Augusto de Campos, y Décio Pignatari –dos famosos poetas de ese país- fundaron el grupo "Noigrandes”, que es el movimiento de poesía concreta en Brasil que surgió poco después que Gomringer publicaba su primera obra en 1953. Curiosamente, los brasileños fueron los primeros, en América Latina, en bautizar esa corriente como poesía concreta.
Cuando Arduz trabajaba en la Cancillería, después de retornar a Bolivia, invitaron a Gomringer, por medio de la embajada suiza, a participar en el Festival Internacional de Cultura en Sucre: "Lo acompañé a Sucre y pasamos a Potosí. Y en una segunda oportunidad lo volvimos a invitarlo a una conferencia en el Goethe Institut y luego pasamos a Cochabamba al Centro Cultural Patiño. Hicimos una gran amistad”, cuenta Arduz. Fue la última vez que Gomringer estuvo en Bolivia, en 1994.
El padre de la poesía concreta
La poesía concreta que Gomringer ha iniciado, a mitad del anterior siglo, causó un verdadero revuelo en Europa.
"Yo mismo hice experimentos de poesía concreta siendo niño y me asombró la coincidencia que había en concepciones tan apartadas en la distancia y en el tiempo”, dice Arduz.
El diplómatico se hizo seguidor de Gomringer y se convirtió en su contacto en Bolivia. También fue a visitar el lugar donde nació el poeta, en Cachuela Esperanza, que en el pasado tuvo una gran importancia ecónomica.
"Hoy el lugar está semiabandonado, pero el paisaje todavía es muy lindo”, asegura Arduz, quien piensa que Gomringer está íntimamente ligado a la tierra boliviana.
"La goma ha originado, por ejemplo, las llantas de los autos y después las de los aviones. Ha dado movimiento al pensamiento y a las ideas. Se pueden distinguir claramente ciertas etapas en la historia de la humanidad: la del fuego, la del hierro y otra muy importante, la del ingreso al mundo moderno, que es la del plástico, de la goma”, explica. En 2005, Arduz fue el ministro consejero en la embajada boliviana en Italia, en Roma. "Allá me comuniqué frecuentemente con Gomringer, pero no nos logramos ver”, cuenta.
Seis décadas
Este año la poesía concreta celebra su 60 aniversario. "Queremos conmemorar el 60 aniversario de la poesía concreta. En el 50 aniversario, en 2003, hicimos un lindo homenaje en la Cancilería”, recuerda Arduz.
Para la ocasión, Arduz ha escrito Un homenaje a un beniano genial, que es un homenaje al poeta boliviano-suizo.
Con la fundación de la corriente de Gomringer, se puede dividir la poesía en antes y después de la concreta. No obstante, hay testimonios de poesía concreta inclusive en tiempos prehistóricos, explica Arduz. Siempre ha existido la poesía visual y como prueba de ello hay poemas griegos, antiguos. "Pero él ha sido el primero en dar una estructura teorética” asegura. El diplomático destaca la importancia del aporte internacional del poeta beniano.
Reside en Alemania
Actualmente Gomringer tiene 88 años y vive en Rehau, Bavaria, en Alemania.
Todavía escribe mucho "sobre todo para otros”, explica el poeta. Para su cumpleaños de este año, ha escrito 88 sonetos que describen su vida desde los orígenes de su familia, en Bolivia. Es un hombre atareado. Cada semana está de viaje pues da conferencias y realiza exposiciones. Durante toda su vida, ha coleccionado obras de arte en sus viajes. También suele dar disertaciones con su hija Nora Gomringer, de 33 años, quien también es poeta.
"Me gustaría volver a Bolivia, si tuviera una invitación”, dice Gomringer. Actualmente un director alemán hace un documental sobre su vida. "Quiso empezar en Cachuela Esperanza, pero no alcanza la plata”, afirma Gomringer. "Me hice suizo, pero sigo siendo boliviano”, dice este hombre, quien ha vivido estos últimos años en Alemania.
(*) La autora es una periodista suiza que hace una pasantía en Página Siete.
Poesía concreta
De manera casi simultánea, la poesía concreta nació en varios países. Su creador es el boliviano-suizo Eugen Gomringer.
En Brasil, el poeta Décio Pignatari y los hermanos Augusto y Haroldo de Campos fundaron el grupo "Noigrandes”, que bautiza oficialmente la corriente como poesía concreta con la venia de Gomringer.
Algo semejante sucedió con Oyvind Fahlstrom, en Suecia, y en otros países europeos. Fue entonces cuando surgió un movimiento que pregonó la nueva estética en algunos países con más éxito que en otros.
La poesía concreta comenzó en 1953 con la publicación de Konstellationen, constellations, constelaciones de Gomringer. Este año cumple su 60 aniversario y el 21 de diciembre habrá una celebración en La Paz.
En la poesía concreta, lo visual y lo espacial tienen el mismo grado de importancia que la rima y el ritmo en la poesía lírica. Consiste de constelaciones, ideogramas, tipogramas y pictogramas.
Gomringer , al crear esta corriente, estaba bajo la influencia del arte concreto cultivado en Suiza.
Yo mismo hice experimentos de poesía concreta siendo niño y me asombró la concidencia que había en concepciones tan apartadas en la distancia y en el tiempo.
Discípulo de Gomringer
El escritor y diplomático Marcelo Arduz Ruiz nació en 1954 en Tarija.
Como discípulo de Eugen Gomringer, formó parte del movimiento de poesía concreta cuando fue cónsul de Bolivia en Brasil. Hoy es editor general en el Ministerio de Comunicación del Estado Plurinacional de Bolivia.
Arduz ha escrito varios libros de poesía, ensayo e investigación histórica.
No hay comentarios:
Publicar un comentario