"A mi hijo no le gusta leer”, “mis alumnos no comprenden lo que leen”, “cuando veo una página llena de letras y sin dibujitos, me da flojera leerla”. Todos hemos escuchado (o dicho) cosas parecidas en alguna ocasión. Sin embargo muchos papás de hoy tenemos la aspiración de que nuestros hijos sean lectores. Una de las claves para lograrlo es acercarlos a los libros desde muy temprana edad. Esto incrementa la posibilidad de hacer que ellos amen las historias, no teman a los libros y se les facilite leerlos.
En países como el nuestro, la mayoría de la gente tiene su primer contacto con los libros al entrar a la escuela. Hasta entonces se ha dejado escapar un tiempo valioso de contacto con un mundo lingüístico novedoso, y con un soporte de las historias en papel con letra impresa, que es el libro mismo.
“Un espacio donde se puede acercar a los más pequeños a la lectura es en las Bebetecas que han sido creadas para fortalecer los vínculos de los bebés y los padres, con la literatura. Es un espacio donde se genera y fortalece el trinomio padre – bebé – bbebeteca, y donde se irán formando lectores exitosos desde la cuna, con mayores posibilidades de convertirlos en amantes de este bello hábito y asiduos a bibliotecas”, dice la psicóloga boliviana Jenny Pavisic, que radica en México y que a lo largo de 20 años viene realizado sistemáticamente una labor de fomento lector en todas sus visitas a Cochabamba. En esta ocasión nos trae el trabajo para los más pequeños implementando por primera vez una Bebeteca en nuestra ciudad. Se recibirán niños de cuatro meses a tres años de edad, en grupos de 10 niños con mamá o papá de acompañante. La Bebeteca trabajará por cuatro días y únicamente por las mañanas en Gran Hotel Cochabamba.
Es un trabajo que había deseado hacer desde hace mucho tiempo. Pero, comprar este tipo de libros y transportarlos es costoso, así que a lo largo de estos años hice un trabajo hormiga: en cada viaje traía algo de material específicamente para los pequeños, y aunque el material del que dispongo no es demasiado, creo que es tiempo de iniciar un trabajo tan maravilloso, dice Pavisic.
BEBETECAS
El concepto de Bebeteca nació durante la 5ª Conferencia Europea de Cultura de 1987 y se define como el servicio especializado que ofrecen las bibliotecas a niños en edad primeras.
Las bebetecas disponen de una colección de libros escogida en función de su valor estético y literario. Gran parte de este acervo gira en torno a la ilustración como elemento de representación y evocación para el estímulo de la imaginación. Buen ejemplo de ello, son los libros-objeto, los libro álbum, los pop up, los libro-juegos realizados con materiales resistentes.
Se cuenta con un facilitador que colabora en la atención, asesoramiento y formación tanto de padres como de los jóvenes usuarios.
Es usual que las sesiones comienzan con canciones para que los niños se relajen y agudicen su escucha. La actividad narrativa tiene una duración de 25 a 30 minutos. Seguidamente, los niños tienen la oportunidad de escoger entre un amplio número de cuentos apropiados a su edad que los padres les leen.
“Durante la sesión, los niños se encuentran sentados a nivel del piso, descalzos y con sus padres cerca. La participación de los padres es fundamental porque ellos son los puentes con el libro. Los cuentos son sencillos, breves, muy visuales, repetitivos para recalcar los conceptos. El narrador realiza una lectura viva, poniendo énfasis en los movimientos, voces y detalles del cuento, mostrando las imágenes mientras lee”, explica Pavisic
¿CUÁNDO EMPEZAR CON LA LECTURA?
“Desde que un bebé nace. Los bebés inician una atenta, acumulativa y descifradora lectura del mundo que los rodea. Leen la fisonomía de mamá y lentamente aprenden a diferenciar los signos de una aceptación, negación, alegría o enfado. Cada acto de acercamiento al mundo, es una lectura y una interpretación del mismo”, asegura la especialista.
Susan Burns (1999), educadora norteamericana encargada de promover la lectura en la pequeña infancia, plantea que los niños que han sido provistos de ambientes ricos en lectura desde su nacimiento van teniendo ciertos beneficios que otros niños no poseen. La autora específica varios logros que muestran estos niños desde su nacimiento a los tres años como por ejemplo:
• Reconocer libros específicos por la cubierta.
• Entretenerse con el juego de vocalización desde la cuna lo que le brinda una forma placentera del lenguaje rítmico.
• Etiquetar objetos en el libro.
• Comentar sobre los personajes de los libros.
• Escuchar las historias.
• Solicitar u ordenar a los adultos que les lean o escriban.
• Comenzar a atender caracteres específicos tales como las letras en lo nombres.
• Crear garabatos a los que cada vez les dan un mayor significado.
• Distinguir entre dibujo y escritura.
• Producir algunas formas de letras.
Jenny Pavisic asegura que de esta actividad se beneficias ambos: padres e hijos.
“Se benefician los padres porque pueden observar un acercamiento delicado y preciso de los libros y los relatos a sus pequeños. También, porque se dan cuenta que ellos son los medios para realizar esa labor, misma que podrá reproducir en sus casas. Y finalmente, porque la experiencia de ver a sus pequeñitos atentos y lectores, es muy contundente en la certeza de esta actividad tan temprana. Se benefician los bebés porque tienen una experiencia profunda, grupal, acompañada de acercamiento al mundo literario”, concluye Pavisic.
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