El clásico escritor Fernando Diez de Medina, menciona que dentro de la historia de la literatura boliviana, existió una época relacionada a ‘los indagadores’, estos escritores se caracterizaban por expresar todo con un lente propio, es decir, “no contentos con preguntarse ¿Qué es Bolivia?, la exploraban, estudiaban sus problemas fundamentales, ensayaban la variedad de los géneros literarios para dar mayor riqueza a la expresión del pensamiento. Fueron autodidactas, lo aprendieron todo por sí mismos y éste es su mérito mayor, pues si política y económicamente brotaban de una sociedad de corte plutocrática, que concentraba los beneficios del dinero en pocas manos y dividía la comunidad en clases bien diferenciadas -ricos, blancos, mestizos, indios- en lo intelectual, prescindiendo de los privilegios de cuna o de fortuna, fueron demócratas de propósito y se adelantaron a su tiempo buscando más ancho a la difusión de las ideas” (1). Es en ese sentido, que uno sus principales representantes fue Santiago Vaca Guzmán Moyano, “polígrafo-humanista, es todo
un escritor (señalan). Romántico en sus novelas, gana su sitial en Los Indagadores por sus ensayos críticos. Sintió, padeció, quiso expresar lo boliviano con la rica sensibilidad del estudioso, por sus escritos discurre un genio apostólico, ansioso de aprender enseñando, deslumbrando por las maravillas del suelo patrio, consternado de su sopor y deficiencia…fué novelista, critico, economista, hombre de leyes, historiador, geógrafo, internacionalista. Una vida agitada y el medio adverso impidieron que nos dejara obra de mayor consistencia. Es uno de nuestros clásicos, con todo, porque hay un armonioso ajuste de fondo y forma en sus producciones” (2).
Las raíces de Santiago Vaca Guzmán Moyano, se remontan a la importante localidad colonial de Portachuelo, así lo señala el diplomático Fabián Vaca Chávez y lo cita el destacado escritor beniano Arnaldo Lijerón Casanovas: “Portachuelos es la población más blanca de Bolivia. Fue fundado por españoles a comienzos del siglo XVII, como lugar avanzado de la conquista sobre los llanos de Grigotá, ocupados por los indios aguerridos de la región. Fue entonces Portachuelo una punta de lanza clavada en el corazón del desierto. Sus primeros habitantes, acaso los más audaces entre los conquistadores, fueron allá con sus esposas e hijas…entre el elemento mas sobresaliente de aquella sociedad se contaban los Vaca Guzmán, oriundos de Andalucía. Los últimos en salir de Portachuelo, en las postrimerías de la colonia fueron don Santiago y don José Manuel(3), el primero para radicarse en Charcas, donde cursó estudios y el otro para sentar plaza como soldado en el ejército que combatió por la independencia” (4).
Sobre el padre de Santiago, los hermanos Vázquez- Machicado, describen que: “fue un notable educacionista con largos años de trabajo fecundo y numeroso haber de publicaciones didácticas” (5). Con el transcurso del tiempo, este interesante personaje, poco estudiado por la historiografía actual contrajo matrimonio con la súbdita exiliada argentina Rosa Moyano Vélez. De esta unión, el 20 de noviembre de 1847, nació en la ciudad de Sucre nuestro biografiado.
Tanto Santiago, como sus hermanos: Gerardo, Luis, Rosa, Margarita, María y Carolina, fueron instruidos en sus primeras letras por sus propios padres, quienes poseían un establecimiento educacional que con el tiempo adquirió gran prestigio. Posteriormente, concluyó sus estudios de bachillerato en el Colegio Junín y más adelante se graduó como abogado en la Universidad de San Francisco Xavier, cuando contaba con 19 años de edad, en 1866. Muchacho inquieto, incursionó en política y en las letras, los periódicos ‘El Porvenir’, ‘La Sonrisa’, ‘El Cosmorama’ y ‘La Aurora Literaria’, acogieron sus primeros escritos.
En 1867, publicó su obra ‘Definiciones y Reglas de Retorica’ y un año después presentó su libro intitulado ‘Poesías’, mientras trabajaba como profesor de Bellas Artes y Cultura, Religión y Moral en el Colegio Nacional Junín. Consecutivamente, participó en un movimiento revolucionario encabezado por el Dr. Mariano Reyes Cardona, en contra del gobierno del Gral. Mariano Melgarejo (1864-1871), quien lo desterró por un largo tiempo al oriente boliviano, a su regresó continuó combatiendo, hasta que fue derrocado el tirano.
Más adelante en 1871, trabajó como redactor del Congreso boliviano y fue nombrado Secretario del Consejo de Estado. Posteriormente, fundó el periódico ‘La Patria’, desde el cual luchó contra el gobierno del general Agustín Morales (1871-1872), quien ordenó su arresto en Potosí y enjuiciamiento a Consejo de Guerra en Oruro. Sin embargo, tras la mediación del pueblo potosino y sucrense, Vaca Guzmán Moyano partió desterrado a Buenos Aires, de donde no regresó nunca más, pero Santiago, “no dejó de pensar un solo instante en su patria. Amaba a Bolivia con una pasión total y en Buenos Aires, desde su hogar, su estudio jurídico o desde la prensa siguió atento el desarrollo de los acontecimientos políticos sufriendo sus tragedias, lanzando tremendas catilinarias contra los liberticidas o aclamando con júbilo los éxitos y realizaciones. Tanta fue su pasión por Bolivia que la mayor parte de sus libros se refieren a sus problemas. Las páginas de sus obras están impregnadas de profundo bolivianismo” (6).
En Buenos Aires, su primer trabajo fue de operario de imprenta, poco tiempo después revalidó su título de abogado en la Universidad Nacional de Buenos Aires y adquirió gran prestigio por su profesionalismo y luego contrajo matrimonio con Nicolasa Serrantes, una bella porteña.
En ese sentido, la presencia de Santiago Vaca Guzmán en la capital rioplatense dio lugar a un interesante movimiento intelectual junto a otros valores literarios bolivianos, como: “José María Pinto, Pablo Subieta, Nicomedes Antelo, Gabriel René Moreno, Julio Lucas Jaimes y Eduardo Wilde. Todos escritores y pensadores de fuste que ocupan un lugar de relieve en la historia de nuestra cultura” (7).
Por otro lado, en esta época Santiago, dibujó bellísimas ilustraciones que fueron publicadas en diferentes entregas de la novela “Sin Esperanza”, en la revista de Buenos Aires “El Seminario”.
Posteriormente, en 1878, publicó un estudio sobre la aplicación arancelaria en la Argentina, titulada ‘La Aduana Nacional’ y un año después presentó un libro sobre derecho administrativo ‘Obligaciones del Contrato de Compra Venta’.
Durante la denominada Guerra del Pacífico, Vaca Guzmán, “fue un verdadero abanderado de la causa boliviana y los libros que dejó en defensa de los derechos de Bolivia constituyen verdaderos pilares jurídicos de nuestra presencia en el Pacífico”. Entre ellos podemos citar ‘La usurpación en el Pacífico’ (1879), ‘Intereses Comerciales entre Bolivia y El Plata’ (1880), ‘El Derecho de Conquista y la Teoría del Equilibrio en la América Latina’ (1881), ‘El Doctor Arce y su rol en la política Boliviana’ (1881), ‘Bolivia, origen de su nacionalidad y sus derechos territoriales’ (1882) y ‘Los Estados Unidos de América y el Conflicto del Pacífico. Nueva fase de la cuestión según la opinión norte americana’ (1882). Por otro lado, en esta época nuestro biografiado es invitado por el gobierno del general Hilarión Daza (1876-1879), para que desempeñe funciones en el cargo de Cónsul General de Bolivia en Buenos Aires, faena que no aceptó por consideraciones éticas.
Más adelante, en 1882, desempeñó el trabajo de Secretario de la Legación Boliviana, encabezado por el notable escritor, Ministro Plenipotenciario Modesto Omiste.
También publicó ‘El Explorador Crevaux y el Río Pilcomayo’ y la gran obra ‘La Literatura Boliviana. Reseña General de los escritores en verso y en prosa’, calificado por Enrique Finot, como “un estudio crítico- filosófico sobre el medio ambiente nacional y su influencia en el cultivo de las letras” (8).
En 1883, es celebrado el Primer Centenario del nacimiento del Libertador Simón Bolívar en Caracas (Venezuela), en esta oportunidad Santiago, junto a Omiste y el gran escritor Nicolás Acosta, representaron con mucha altura a Bolivia, durante este año publicó la obra: ‘La Mujer ante la Ley Civil, la Política y el Matrimonio’.
Un año después, divulgó su libro intitulado ‘Primer Centenario de Bolívar’ y el canciller boliviano Jorge Oblitas lo nombró: Embajador Extraordinario y Ministro Plenipotenciario ante las naciones de la Argentina, Paraguay y Uruguay. Desde este cargo, Vaca Guzmán, suscribió el “Tratado de Límites entre Bolivia y la Argentina, el 10 de mayo de 1889” (9) y también participó en representación de Bolivia, en el Congreso Sudamericano de Derecho Internacional Privado, realizado en Montevideo (Uruguay) , en enero de 1889, donde firmó en representación del país los siguientes Instrumentos Internacionales Multilaterales: Derecho Procesal, Propiedad Literaria y Artística, sobre marcas de Comercio y de Fábrica, Patentes de Invención, Derecho Penal Internacional, Derecho Civil Internacional y de Derecho Comercial Internacional; además de un Convenio relativo al Ejercicio de Profesiones Liberales y un protocolo adicional.
En este sentido, en 1884, el presidente doctor Gregorio Pacheco (1884- 1888), le designó como encargado de los trabajos que estaban a cargo del explorador y empresario Miguel Suárez Arana, propietario de la Empresa Nacional. Con este motivo se trasladó a la ciudad de Asunción (Paraguay) y luego a la población fronteriza boliviana de ‘Bahía Negra’, donde el 16 de julio de 1885, fue fundado ‘Puerto Pacheco’(10).
Por otro lado, Santiago, publicó las siguientes obras durante este período: ‘La ruta Oriental de Bolivia’ (1886), ‘Reglas del Derecho Internacional Penal. Proyecto de decisiones’ (1888), ‘El Chaco Oriental. Su Conquista y civilización’ (1887), ‘Oro, para dominar el oro, plata’ (1890) y ‘La Naturaleza de los extranjeros’ (1890).
La personalidad polifacética de Santiago Vaca Guzmán también estaba adornada por la literatura, en especial el género de la novela, es en ese sentido que escribió y publicó las obras: ‘Ayes del Corazón’ (1867), ‘Días Amargos’ (1887), ‘Su excelencia y su ilustrísima. Una historia verdadera con muchas trazas de novela’ (1891) y ‘Sin Esperanza’ (1889).
En ese contexto, también publicó en la revista ‘El Suramericano’ de Buenos Aires, entre 1890 y 1891, los ensayos intitulados: ‘EL Gaucho’, ‘La Crisis Argentina’, ‘Arbitraje Internacional’, ‘El Presupuesto Nacional’, ‘América en 1891’, ‘Chile’, ‘Democracia y convenciones Electorales’, ‘Reserva Metálica en Inglaterra’, ‘Sud América y Europa los empréstitos extranjeros’, ‘Inmigración y emigración’ y por último ‘1809 y 1810. Ensayo sobre la revolución de 25 de mayo’.
Finalmente Santiago Vaca Guzmán, falleció en Buenos Aires, el 27 de octubre de 1896, cuando apenas había cumplido 49 años.
A modo de conclusión, podemos decir en palabras de Augusto Guzmán, que nuestro personaje fue: “preceptista, poeta, novelista y crítico literario; financista y economista; jurista, internacionalista, historiador, ensayista, periodista y revistero. Una inteligencia estudiosa y fértil. Además, fue artista de triple habilidad: dibujante, pintor y grabador (que merece ser recordado, J. P.)”(11)
(1) DIEZ DE MEDINA, Fernando: Literatura Boliviana, Cuarta Edición, Editorial Los Amigos del Libro, La Paz, 1980, p. 218.
(2) DIEZ DE MEDINA, Fernando: op. cit., p. 217.
(3) José Manuel Vaca Guzmán, asistió con el grado de coronel a la victoria de Ingavi y sirvió en el Ejército de Bolivia, hasta fines de la administración del Gral. José Ballivián (1841-1847). Hijo de éste fue Antonio Vaca Díez (1849-1897), una de las figuras más brillantes de la historia de Bolivia de fines del siglo XIX.
(4) LIJERÓN CASANOVAS, Arnaldo: Antonio Vaca Diez. Genio Industrial y geopolítico Boliviano, Segunda edición, Fundación NOVA, Santa Cruz de la Sierra, 2012, p. 30.
(5) VÁZQUEZ- MACHICADO, Humberto y VÁZQUEZ- MACHICADO, José: Santa Cruz de la Sierra. Apuntes para su historia (Siglos XVI al XX), Segunda edición, Editorial Don Bosco, La Paz, 1992, p. 517.
(6) OBLITAS FERNÁNDEZ, Edgar: Santiago Vaca Guzmán y su Época, Prólogo de la segunda edición de la obra de VACA GUZMÁN, Santiago: Su excelencia y su Ilustrísima, Ediciones Camarlinghi, La Paz, 1980, s. /n.
(7) OBLITAS FERNÁNDEZ, Edgar: op. cit., s. /n.
(8) FINOT, Enrique: Historia de la Literatura Boliviana, Tercera Edición, Gisbert & Cía. S. A., La Paz, 1964, p. 213- 214.
(9) JORDÁN SANDOVAL, Santiago: Registro de Tratados y Congresos Internacionales de la República de Bolivia. Convenios Multilaterales y Bilaterales, Editorial Universo, La Paz, 1944, p. 104.
(10) Al respecto, ver la obra: SCAVONE YEGROS, Ricardo: Las Relaciones entre el Paraguay y Bolivia en el Siglo XIX, Servilibro, Asunción, 2004, pp. 1-584.
(11) GUZMÁN, Augusto: Poetas y escritores bolivianos, Editorial ‘Los Amigos del Libro’, La Paz, 1975, p. 95.
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