El escritor boliviano Edmundo Paz Soldán afirmó a Efe que "utiliza la ciencia ficción como un cable a tierra para hacer crítica social", tras haber presentado en la Feria del Libro de Lima su obra "Las visiones" (Páginas de Espuma, 2016).
Su nuevo libro, que retorna al mundo nacido en la novela "Iris" (Alfaguara, 2014), "narra las historias de los irisinos, que fueron colonizados por mercenarios para explotar los minerales que su territorio poseía", explicó Paz Soldán. Los 14 cuentos de este autor, nacido en 1967 en Cochabamba, recurren a la ciencia ficción para "reflexionar sobre lo que significa vivir en una sociedad en la que la tecnología y la presencia de las máquinas se hace cada vez más habitual".
"La ciencia ficción ha ocupado en parte la función del realismo, porque las nuevas tecnologías se han ido convirtiendo en elementos centrales de nuestra vida y la reflexión en torno a lo que significa vivir en una sociedad así pertenece a este género", dijo Paz Soldán.
Su narrativa, en ese sentido, se aleja de paisajes futuristas "con grandes centros de modernidad y naves espaciales" para centrarse en aquellos en los que predominan "las diferencias exacerbadas y bolsones de modernidad en medio de grandes islas de precariedad".
REALISMO MÁGICO De esa manera, los personajes de "Las visiones" viven, se enfrentan a las enfermedades, los vicios, la locura y la degeneración social en "la periferia de la modernidad, la ciencia y los avances tecnológicos".
El autor analiza el modo en que los "irisinos" luchan por sobrevivir a la colonización y buscan mantener además "sus mitos, leyendas y religión" que a diferencia de lo que muchos podrían creer "no tienen que desaparecer con la llegada de la tecnología y el futuro", según dijo.
La obra se emparenta además con el realismo mágico, pues "tuvo presente en su elaboración a muchos autores hispanoamericanos" que trabajaron el "contacto cultural", en las que el mito tuvo un papel muy importante.
Para crear al dios de Iris, Paz Soldán se valió de una historia tradicional de origen prehispánico y español de Bolivia, país que, al igual que el mundo que elaboró, "sufrió una larga y traumática historia colonial". Paz Soldán inventó un lenguaje propio tanto para "Iris" y "Las visiones", basado en parte en el chino, así como cargado de arcaísmos y neologismos, con el objetivo de "mostrar el choque cultural, las heridas, los traumas, las secuelas de la invasión" .
Como fuente de inspiración para crear un lenguaje que refleje las marcas del colonialismo, el autor leyó muchos cuentos del escritor paraguayo Augusto Roa Bastos y del peruano José María Arguedas. El escritor señaló que en Latinoamérica la recepción tanto de "Iris" como de "Las visiones" ha sido buena, "al tener una tradición de escritores que no se han especializado tanto en un tema, sino que, como Borges, entran y salen de los géneros"
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