El texto hace referencia a cómo la política norteamericana sentó presencia en los principales sectores de la realidad boliviana, especialmente en lo económico y político.
De acuerdo con el artículo publicado en el Diario de La Marina (DLM), Quintana describe el mapa geopolítico global, señala que “nuestra región constituye un eslabón gravitante para el funcionamiento del capitalismo mundial”, situación que exige ejercer dominio territorial y control político respectivamente.
En su introducción, Quintana comienza con una cita del embajador de Estados Unidos en Bolivia, David N. Greenlee, en enero de 2006, cuando le dice a Evo Morales textualmente: “Cuando piense en el BID, debe pensar en los Estados Unidos. Esto no es un chantaje, es la simple realidad. Espero que usted como próximo presidente de Bolivia comprenda la importancia de esto porque una separación de los caminos no sería buena para la región, ni para Bolivia, ni para Estados Unidos”.
En parte del texto, afirma cómo en época del expresidente Hugo Banzer, el jefe de Misión del Fondo Monetario Internacional (FMI) participaba en las reuniones de gabinete. De la misma manera, relata cómo la Agencia Central de Inteligencia (CIA) poseía oficinas, equipos y sistemas de comunicación en el Palacio de Gobierno.
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