lunes, 8 de junio de 2015

Libreros y público ven que este año la feria fue mejor

Concluida la FIL 2015 quedan diversas sensaciones y muchas tareas pendientes para la próxima versión. Luego de un sondeo realizado por EL DEBER entre los protagonistas, se pudo evidenciar diversas reacciones y hasta sentimientos encontrados entre la gente.

El visitante siente que ha mejorado en cuanto a opciones para la familia y celebra que en los últimos días se hubieran lanzado ofertas en libros; no obstante también se queja del alto costo de algunos títulos, especialmente en literatura y obras editadas en el exterior, como también del precio de las entradas y de la confusa información que se emitió al respecto.

Aunque no todo los libreros dieron cifras, la mayoría siente que este año vendió más que el anterior y lo atribuyen, al mejoramiento de la economía. “Los feriados y fines de semana, los niños y jóvenes tomaron la feria. En horas de la noche se veía a gente adulta y mayores que se acercaban a buscar títulos precisos”, afirmó María Fernanda Quiroga, de Plural.

Pocos en los puestos
Sarita Mansilla, presidenta de la Cámara Departamental del Libro, se siente satisfecha por la respuesta de la gente y afirmó que hasta las 20:00 de este domingo habían ingresado 105.717 visitantes en los 12 días de feria, incluyendo las delegaciones de colegios, que este año incrementaron su participación. “Yo agradezco esta respuesta de los chicos; los niños y jóvenes representan el 52% de la población boliviana y son los que en la feria nos han ayudado a promover el libro y la lectura.

Por eso apostamos por la educación. Lo que pretendemos con la cámara es propiciar una revolución cultural y educativa”, expresó Mansilla, que adelantó que se presentará un informe de contabilidad sobre el manejo de los fondos que recibió la cámara. Reiteró que el incremento de las entradas obedece al aumento del costo de la organización.

Los más vendidos
María José Parejas, de La Hoguera, indicó que La bomba, de Fabio Zambrana, vendió 1.004 ejemplares, lo que lo convierte en el libro más vendido de la FIL 2015. “Creo que el éxito se debió al márquetin que hizo el autor, ya que él estuvo todos los días firmando autógrafos”, indicó Parejas. De la misma editorial comparten el podio: Crónicas de fondo, Alfonso Cortez, con 840 y Diabetes para principiantes, de Douglas Villarroel, con 651.

También se vendieron bien los títulos Manjar para el corazón de los padres, de Carola Artigas e Ingrid Saavedra (editorial Comunicarte); Klaus Barbie, un novio de la muerte de Peter McFarren y Fadrique Iglesias (editorial Plural), Hush Hush de Becca Fitzpatrick (librería Ateneo) y La Madonna de Sorata, de Edson Hurtado (independiente)

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