La semana pasada concluyó la XVI Feria Internacional del Libro de Santa Cruz, un acontecimiento que reúne a librerías y editoriales de toda Bolivia en pos de ofrecer al público lo mejor de sus productos.
Este año el libro más vendido fue la autobiografía del músico cruceño Fabio Zambrana, titulada La Bomba (1.000 ejemplares), en el que cuenta cómo construyó su carrera hasta convertirse en el famoso creador del hit que lo llevó a tocar por diferentes países.
El de Fabio fue una de las apuestas fuertes de la editorial La Hoguera, que además tuvo en el libro de Alfonso Cortez, Crónicas de fondo, y el del doctor Douglas Villarroel, Diabetes para principiantes, otros éxitos de venta, con más de 500 unidades vendidas. Un fenómeno interesante, teniendo en cuenta que ni uno de los tres es escritor, y ninguno de los tres libros pertenece a la literatura puramente dicha.
Esta situación motivó a EL DEBER a consultar a algunos editores bolivianos cómo ven al lector cruceño y el mercado literario en general en Bolivia.
El mercado de libros
“Tengo la sensación de que los escritores, muchas veces, tienden a jugar de locales y trascender distintas ciudades y ámbitos es difícil.
Carlos Valverde, Sarah Mansilla, Fabio Zambrana se pueden considerar fenómenos literarios principalmente en Santa Cruz, pero fuera de ahí no gravitan tanto ni se los lee con tanto fervor. Pasa lo mismo con escritores de todas las regiones”, mencionó Marcelo Paz Soldán, director de la editorial cochabambina Nuevo Milenio, que este año tuvo por primera vez su propio stand en la feria.
“Existen variedad de lectores como variedad de gustos”, comentó María José Parejas de La Hoguera, que indicó que algunos años los libros más vendidos en la feria han sido novelas juveniles, y este año, la autobiografía de Fabio Zambrana.
Además, Parejas señaló que al momento de publicar un libro lo principal es que tenga buena calidad, y dependiendo del caso, que sea comercial.
Fernando Barrientos, de la editorial paceña El Cuervo, indicó que el caso de estos libros demuestra que existe un amplio mercado para aquellos que no son propiamente de literatura.
“En Bolivia siempre han tenido éxito los libros de política, principalmente, es lo que más se produce actualmente”, mencionó Barrientos.
El lector cruceño
De igual manera, se consultó a los entrevistados si percibían alguna diferencia entre los lectores de las ciudades de Bolivia. Mauricio Souza, de Plural Editores, de La Paz, comentó: “No creo que exista un lector específicamente cruceño.
Los lectores, en Bolivia, son todos bastante parecidos. De hecho, un lector cruceño es mucho más parecido a un lector paceño que a un ciudadano cruceño o paceño que no lee. Los lectores en Santa Cruz, como los lectores en toda Bolivia, son pocos”, apuntó Souza.
Napoleón Ardaya, vocero de la editorial El País, manifestó que desde esta casa no están en condiciones de hacer una definición de esta magnitud, ya que se debería realizar un estudio profundo, pero indicó que para la feria del libro se vende muy bien todo tipo de libros.
“En la feria de Santa Cruz se venden más libros de los que se leen”, señaló Ardaya.
El pedagogo Édgar Lora expresó que, en el caso del libro de Fabio Zambrana, confluyeron varios factores para que se venda tan bien. “Primero, el sello editorial, que avala al autor, y que además tiene una buena distribución; segundo, el autor, este año ha sido el fenómeno de Fabio, pero otros años fue un libro del historiador Alcides Parejas, o el de cocina de Doña Piedades; en el caso de Fabio, aún sigue vigente y es conocido”, recalcó Lora, que hizo énfasis en que este libro apareció y se lo promocionó como si fuera una moda, y por eso atrajo a tanto público que lo compró. “Es normal en el cruceño. Estas novedades gustan mucho”, dijo Lora
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