Un Cristo milenario testigo de una historia familiar, una linterna que ya no enciende, pero simboliza la supervivencia, aquellos altares de objetos que deshacemos al mudarnos o una caja roja heredada que desapareció, pero sigue estando presente, son algunos objetos a los que Álex Ayala da vida en su último libro "La Vida de las Cosas", que se presentó el 11 de junio en una abarrotada sala de la Cinemateca de La Paz.
Al autor lo acompañaron varios protagonistas del libro, su editor Fernando Barrientos (El Cuervo) y Claudia Benavente, directora de La Razón.
Álex define su libro como una especie de "manual de arqueología contemporánea". En él reúne 50 perfiles que narran episodios de la vida de personas a través de los objetos que los marcan e identifican.
"Los objetos fueron la excusa para conocer a la gente", explicó. A través de ellos -contó- tuvo la oportunidad de participar en una mudanza, de saber cómo se vive en un cuarto oscuro de revelado de fotografía, de entrar y salir de una camisa de fuerza o de conocer la historia de Bolivia a través de las Flaviadas de los Machicado o de los tejidos de Yomar Ferino.
El proyecto nació de la inspiración de "El Precio de la Historia", un reality show estadounidense "protagonizado por cuatro tipos irónicos con sobrepeso y marcado acento sureño dedicados a la compra y venta de artefactos curiosos, automóviles antiguos y otras reliquias", reza el prólogo de su libro.
En la presentación, su editor, Fernando Barrientos dijo que "Álex supo escuchar la melodía que emiten los objetos, aquello que no se mueve, pero que late y que perdura en una época marcada por la obsolescencia programada".
El cronista -considerado uno de los mejores del país- también habló de su relación con los objetos cuando era un adolescente y descubrió su fascinación por apropiarse de pequeñas pelotas de futbolín y pinzas para agarrar cubitos de hielo en los boliches que frecuentaba.
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