Las dos postergaciones que sufrió la presentación del libro “Historia de los boleros de caballería. Música, política y confrontación social en Bolivia” –que debía desarrollarse en Cochabamba primero el 20 de mayo y después el 2 de junio pasados– fueron consideradas por su autora, Jenny Cárdenas Villanueva, como un hecho mágico ya que finalmente su presentación de ayer, 12 de junio, coincidió con el fin de la Guerra del Chaco, hace 80 años.
El bolero de caballería es un género musical netamente boliviano, resultado de la combinación del bolero español (ritmo popular surgido en el siglo XVIII) con la impronta de lo andino, según explicó anoche la cantautora paceña.
Así, este género se enraizó y acompañó los tres principales conflictos bélicos internacionales que sostuvo el país con Brasil (Guerra del Acre), Chile (Guerra del Pacífico) y Paraguay (Guerra del Chaco); además de los conflictos internos.
Lucha contra las dictaduras
Cárdenas Villanueva agradeció anoche, en el salón principal del Palacio Portales –que estaba abarrotado de asistentes–, la presencia de figuras políticas y artistas que acudieron a la entrega de su obra publicada por Plural Editores.
Agradeció especialmente la presencia de Filemón Escobar, de quien dijo que fue para ella una importante ayuda para el desarrollo de su trabajo, al referirle que en la época de las dictaduras y de la lucha principalmente minera, los boleros de caballería eran usados como una “manera de hacer visible una demanda”. Además Cárdenas dijo que quedó muy sorprendida al ver que en octubre del 2003, en Villa Ingenio y Villa Ballivián, los 10 días que duró el fatídico “Octubre Negro”, los boleros de caballería no cesaron de sonar en las iglesias de ambas localidades paceñas.
Trabajo de paleógrafo
“No es frecuente asistir a un libro sobre música (...) El libro de Jenny, además de ser una historia de la música boliviana, es un trabajo de paleógrafo ya que descifra con la paciencia de un monje medieval los boleros de caballería”, aseguró anoche el maestro Alberto Villalpando, encargado de presentar esta obra junto a Luis H. Antezana.
“Los boleros representan la tristeza y la congoja de una enorme pérdida, de lo que fue, son una permanente evocación. Nos llevan al arte de seres melancólicos”, agregó Villalpando para luego explicar que el trabajo de Jenny Cárdenas, que le llevó más de una década de investigaciones, está compuesto de un libro que contiene la parte histórica de los boleros de caballería, de los tristes y de los yaravíes, ritmos muy relacionados; trabajo que está acompañado de otro impreso que recoge las partituras de 30 de los temas más representativos como el emblemático “Terremoto de Sipe Sipe”.
Gran aporte para músicos
“El estudio de los Boleros de Caballería pretende ser un aporte en la comprensión de un género musical de Bolivia que ha acompañado los principales hechos de su historia como parte de la cultura ritual y política de amplios sectores de la sociedad boliviana. El tema de estudio es un género musical que condensa diversos tiempos históricos, distintas identidades sociales y culturales, y múltiples funciones y significaciones; este género musical se conoce con el nombre de bolero de caballería. Este bolero transita en Bolivia por una gran diversidad de escenarios ubicados a finales del siglo XIX, pasando por todo el siglo XX, e inclusive su uso y difusión permanece todavía en el nuevo milenio”, explica Jenny Cárdenas en la introducción de su libro.
Para Alberto Villalpando, “Historia de los boleros de caballería. Música, política y confrontación social en Bolivia”, es uno de los pocos y más significativos estudios musicales que se han hecho hasta ahora sobre la música boliviana.
“El segundo libro es para los músicos un extraordinario aporte”, dijo Villalpando, porque reúne 30 boleros para bandas y para piano; al igual que los tres discos compactos que acompañan esta publicación.
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