El Gran Salón del Museo "Simón I. Patiño", se convirtió ayer en un buen espacio para hacer poesía, cuando amantes de los versos se reunieron para escuchar sentimientos, pensamientos e ideas.
Fue una noche especial que estuvo matizada por los músicos Vito Chambi, José Salas e Imar Antezana, quienes interpretaron canciones de antaño.
"Lectura de Poemas, es una actividad que creemos que es una buena oportunidad para que la gente que escribe, nuevos artistas o poetas, que intentan escribir y que plasman su arte, los difundan", manifestó el director del Movimiento Cultural "Sin letra", Gonzalo Quispe Mayer.
Como número especial se tuvo la Tribuna Libre, en la que poetas nóveles leyeron sus poemas, expresando así sus reflexiones sobre la vida y vivencias cotidianas.
La actividad estuvo coordinada con algunos poetas orureños que tienen ya una trayectoria recocida y son parte de la Unión Nacional de Poetas y Escritores (UNPE), como Sergio Gareca y Julia García, quienes deleitaron con sus obras.
"Esto fue algo más familiar, pues no quisimos regirnos a un programa especial, sino una reunión como tiene que ser cuando se habla de poesía", señaló Quispe.
La reunión estuvo bastante concurrida, y el salón de la Casa de la Cultura "Simón Iturri Patiño", le dio el toque especial a la noche, por los muebles de antaño los muros y techo decorado siendo toda una obra de arte, al igual que los retratos pintados de Simón Iturri Patiño y su esposa, Albina Rodríguez Ocampo.
Los poemas recitados no tuvieron ninguna temática en especial, sólo se dieron a conocer los sentimientos de quienes escriben.
Son 12 años que el Movimiento Cultural "Sin letra" trabaja con la Casa de la Cultura Patiño, siendo una agrupación de jóvenes que se dedica al arte: teatro, música, poesía, declamación y organiza este tipo de eventos, por eso consideraron que en el Festival del Solsticio de Invierno, regentado por Extensión Cultural de la Universidad Técnica de Oruro (UTO) debe tener ese tipo de actividad dedicada a la poesía.
"Cuando vuelva a nacer quiero correr, saliendo de ese extraño rincón que me empuja a crecer, y en el agua de mi niñez nadar, nadar sin mojarme los pies, dejando las puertas para entrar y salir con el viento que se lleva a la ilusión, cobijarme una noche escuchando esta última canción, cuatro paredes me oirán y el último suspiro antes de partir será para ti, pequeña ilusión. Tengo por hoy un buen agrado, he nacido y crecido el mismo día, muerto y sepultado en la noche, nacido en lo más bajo, he muerto en el fruto, negros nubarrones viajan por el cielo y hemos estado huyendo nuevamente bajo ese desliz que nos hace únicos, y aunque las cosas se van tiñendo con el color de los años, amo el color primero que vi al nacer", fue uno de los poemas que declamó René Taborga.
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