viernes, 19 de julio de 2013
Libros importados aún pagan tributos
Los libros importados aún pagan tributos al fisco a pesar de la liberación impositiva que estableció la Ley del Libro y la Lectura Óscar Alfaro. ¿La razón? La Aduana Nacional reclama el cumplimiento de estos gravámenes para la internación legal de los textos en tanto no exista una reglamentación específica.
La Ley del Libro, vigente desde el 29 de abril, establece en su artículo 8 que la venta e importación de los tomos queda eximida del pago los Impuestos al Valor Agregado (IVA) y a las Transacciones (IT). En ese sentido, el Servicio de Impuestos Nacionales (SIN) emitió, el 26 de mayo, una resolución para la aplicación de “tasa cero” para los textos, sean éstos importados o nacionales, con una instrucción a los libreros para la emisión de nuevas facturas liberadas de tributos.
Según la resolución, los libreros podrán usar sus antiguas facturas “sólo hasta el 31 de julio de 2013” con un sello provisional que detalle al comprador la ausencia de crédito fiscal.
“Tenemos que seguir pagando, ya que (Aduana) nos lo exige para poder tener nuestros libros”, contó Carlos Osterman, de librería El Pasillo. Carmen Franco, jefa de Logística de Santillana, informó que tienen un pedido que aún está en los almacenes aduaneros debido a este problema. Franco agregó que personal de ese despacho estatal prometió una pronta solución al problema normativo.
En la Aduana explicaron a La Razón que se aplican los mecanismos anteriores a la promulgación de la Ley del Libro, porque no existe una reglamentación específica que haya sido emitida por el Ministerio de Economía. La entidad anticipó que aceptará la liberación de tributos sólo para libros educativos y culturales. Otros productos editoriales, como revistas, deberían demostrar su valor cultural, o ser detallados en el reglamento.
El ministro de Culturas, Pablo Groux, reconoció que el problema se debe a la ausencia de reglamentos. Aseguró que el Ejecutivo elabora los dos decretos que la norma requiere. El primero corresponde a los tributos y otros aspectos de la venta e importación del material y el segundo está vinculado al Plan Nacional de Fomento a la Lectura.
La autoridad no mencionó una fecha probable para la aprobación de estas normativas. Respecto a los reclamos de los libreros, Groux reveló que su cartera y otras instituciones realizaron un proceso de socialización de la Ley del Libro con la Aduana Nacional e Impuestos Nacionales, algo que se repetirá para permitir la vigencia plena de la norma. Entretanto, el precio de los libros importados aún contiene a los impuestos de ley (IVA e IT) requeridos para la desaduanización de estos bienes culturales.
“No hay otra forma de hacerlo. El dinero para la desaduanización viene de la venta de los libros. En el caso de la producción nacional no hay problemas, ya no pagamos el IVA en ese caso. Pero con los libros del exterior, no tenemos otra opción”, explicó Osterman. Así, los libros importados, que se comercializan legalmente en el país, aún llegan al público con precios altos.
Se elaboran dos normas
Pablo Groux
“Estamos trabajando en los dos reglamentos. Una vez que se aprueben, los problemas deberán resolverse. Además, vamos a volver a trabajar en la socialización de la norma para que se aclare cualquier duda que queda y se resuelvan los conflictos”.
Piden definir al cómic
Importadores de historietas reclamaron que ellos siguen pagando los respectivos impuestos, puesto que este tipo de producción no está tipificada en la norma y en la Aduana Nacional se las clasifica como revistas. “El monto depende del funcionario que te atiende. Además, debes demostrar que es un producto cultural y no una revista cualquiera”, reclamó Óscar Pórcel, de la tienda Punto Reflex. De hecho, fuentes aduaneras informaron que solamente se aplicará la exención tributaria a las revistas que ayuden en el fomento de la cultura y la lectura, y no a las publicaciones vinculadas con el ocio.
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