lunes, 4 de junio de 2012

Saúl Montaño será premiado hoy en un acto realizado en la FIL

Adhemar Manjón

La sexta edición del concurso Noveles Escritores, organizado por la Cámara del Libro de Santa Cruz, que este año estaba dirigido al género del cuento, fue ganado por el escritor Saúl Montaño Fernández, de 26 años y oriundo de la ciudad petrolera de Camiri, por su libro Una bandada de pollos en el firmamento.

El premio, que entrega la suma de Bs 8.000 y la edición de 500 libros de la obra ganadora, será entregado hoy a las 18:00 en el salón Gabriel René Moreno, en el marco de la XIII Feria Internacional del Libro de Santa Cruz de la Sierra (FIL). Este es el quinto premio que se concede, ya que la edición del año pasado, que correspondía al género de la poesía, fue declarada desierta.

El jurado que emitió el fallo estaba conformado por los escritores Liliana Colanzi, Angélica Guzmán y Oscar ‘Puky’ Gutiérrez, que estuvieron de acuerdo al manifestar que el libro de Saúl fue la mejor propuesta.

‘Puky’ Gutiérrez, autor del poemario Sobrevuelo 2.0, dijo sobre la obra: “ Este libro es, desde su título, una obra que no podés dejar de leer. Los cuentos que la componen configuran un collage de seres que son extrañamente cercanos. He ahí uno de sus grandes atractivos. A lo largo de sus páginas el autor Saúl Montaño despliega recursos técnicos y narrativos que sujetan, divierten y sorprenden al lector”.

“En lo personal -continuó Gutiérrez- cuando acometo la lectura de cualquier libro, mi única esperanza es ser ‘secuestrado’ por lo que el autor quiere decirme. El libro de Saúl Montaño lo logró sobradamente”.

Por su parte, la periodista y escritora cruceña Liliana Colanzi comentó: “Se trata de un libro sólido en el que se agradece el detenimiento para crear atmósferas y sensaciones, la potencia emocional de los textos y la cualidad poética del lenguaje. Los relatos pueden leerse como viñetas, chispazos de la vida de personajes comunes -por lo general parejas en decadencia- contadas con precisión y madurez narrativa”.

Colanzi, autora del libro de cuentos Vacaciones permanentes, finalizó su veredicto diciendo que: “Llama la atención en varios cuentos la presencia de una perspectiva renovadora y contemporánea sobre el mundo rural”.
Sobre el galardón, Montaño afirmó: “El premio y la publicación son una motivación, respiras un poco, es cierto, pero lo asumo como un desafío, una exigencia para con mi trabajo. Ahora, lo del reconocimiento nunca me lo he planteado en serio”.

Este egresado de Derecho explicó lo siguiente: “Creo que mi ideal de escritura es que un trabajo tuyo deje de pertenecerte, que te cueste reconocerlo cuando le imprimes una lectura después que han pasado algunos meses o años; que se produzca el extrañamiento, el interés que una buena lectura te provoca. Lo del reconocimiento está bien, pero no me quita el sueño”.

De esta manera Saúl se suma a otros escritores que publicaron sus obras por primera vez gracias y en el marco de este evento.
Por su parte, Jorge Luis Rodríguez, presidente de la Cámara del Libro de Santa Cruz, entidad convocadora del Premio Noveles Escritores y organizadora de la feria, se mostró satisfecho con la respuesta que todos los años tiene el concurso, dijo que ya son seis años que lo llevan adelante y seguirán así, y que de 10 a 15 textos que recibían en los inicios, hoy son más de 50 los que les llegan. “Es un motivo de orgullo para nosotros porque con este premio hemos lanzado a escritores que hoy por hoy son referentes de la literatura del país como Paola Senseve o Emma Villazón. Esta vez le tocó el turno a Saúl Montaño y así el próximo año será otro escritor el beneficiado, siempre en pro de la cultura”.
Rodríguez adelantó que este domingo se lanzará la convocatoria para el próximo año.

«Intento encarar la condición humana»
Saúl Montaño / Escritor
Una cafetería del centro de la ciudad fue el lugar elegido para conversar con el narrador camireño acerca de su libro de cuentos Una bandada de pollos en el firmamento, ganador del Premio Noveles Escritores

- Lo primero que llama la atención de tu libro es su título. ¿Esa era la intención cuando se lo pusiste?
- No me lo planteé así. Siempre tenía problemas con los títulos, incluso con los de los cuentos. Había pensado solamente numerarlos; al final, decidí nombrar el libro con uno de los cuentos que conforman su contenido.

- ¿Cuál es el hilo conductor de tus historias? ¿Podrías decir que hay una figura que se repite en ellos o no pensaste en eso al momento de escribirlos?
- Este libro es una recopilación de cuentos escritos desde hace ya varios años. A medida que escribía no pensaba en agruparlos en un libro. Estaba mucho más dedicado a la recepción de nuevas ideas y al desarrollo de estas. Cedía a la libertad provocada por los estímulos de lecturas, de la memoria, de lo cotidiano sin pensar en aquella unidad. Me animaría a decir que el hilo conductor de los cuentos es aquel estado de alerta, de zozobra y búsqueda, y como consecuencia la obtención de ciertos logros y traspiés; la fidelidad a mi imaginario.

- Uno de tus cuentos, llamado Años, tiene un inicio que me gustó mucho, dice: “Se había acostado intentando soñar con el amor pero soñó con una casona donde había un animal que despedía unos chillidos horribles”...

- Tratando de hacer justicia debo decir que ese cuento, en realidad, fue un intento de rescritura de otro de Cesare Pavese; yo partí de ahí. Lo tenía grabado en la cabeza, es un cuento que trata sobre el amor, la despedida de un amor juvenil; tremendo relato (el de Pavese). Es curioso, ahora que lo mencionaste, porque caigo en cuenta que los personajes de Pavese dialogan, enfrentan el conflicto, se separan y lo que yo hice sin darme cuenta fue que no dialoguen, que no enfrenten el conflicto, que no se separen.

- ¿Cuándo fue que decidiste que la escritura debería ser una especie de modus vivendi para vos? Porque me contaste que te graduaste de Derecho pero no pensás ejercer.
- Fue en la universidad. Al tiempo que estudiaba, escribir fue la contraparte a todo ese tedio que vivía en clases. Y por supuesto también influyeron algunos libros clave que me motivaron a escribir. Te podría decir que fue hace unos siete u ocho años.
- Tus cuentos también hablan sobre la problemática de las parejas y la soledad masculina...
- El tema de las relaciones interpersonales o la soledad masculina lo entiendo como la persecución de una poética y a través de ella encarar lo que se denomina condición humana.

- ¿Al momento de escribir tenés algún escritor en mente al que quisieras ‘robarle’ o copiarle?
- El otro día estuve pensando en eso. Podría decir que pienso en Bolaño, Carver, Askildsen, pero no es cierto. Creo que quien caló más hondo –por ejemplo- en lo del ambiente rural fue Juan Rulfo. No sé cuántas veces he leído Pedro Páramo. Y el que llega ya de una manera contundente es John Maxwell Coetzee. Su novela En medio de ninguna parte es una novela que releo constantemente.

- ¿Tenés algo en mente ya para el futuro?
- Sí, sigo escribiendo, tengo ya un par de cuentos y también intentaré con una novela.

Cuentos que nacen en Camiri
Saúl Montaño Fernández, nació en Camiri en 1985. Realizó estudios primarios y secundarios en Santa Cruz de la Sierra, Camiri y Sucre. Cursó la carrera de Derecho en la Universidad Autónoma Gabriel René Moreno. En 2005 y el 2007 participó activamente de proyectos culturales, primero en la Revista Cultural Batiscafo y años más tarde en la Editorial Nicotina Cartonera. Actualmente vive en Camiri, en la hacienda de su familia.
En 2008 ganó un concurso de cuentos en la feria de la expociencia de la Universidad Gabriel René Moreno, con el cuento El asalto.
Actualmente, lleva una vida entre Camiri y Santa Cruz de la Sierra.

Una bandada de pollos en el firmamento
Vivo con mis padres en una casa grande dominada por un patio de árboles frutales. Es allí, en sus copas, donde suelen marcarse las estaciones y en las colinas circundantes de mi ciudad; quien camine por las calles y levante la vista observará el verdor o lo grisáceo del paisaje. Viven con nosotros mi esposa y mi pequeña hija: somos una familia de cinco que convive en armonía; la edad, el tiempo, ha suavizado el carácter a mis padres tornándolos dóciles –lo que no siempre es malo– y comprensivos; sí, en ocasiones mi esposa y yo discutimos, como toda pareja que sabe quererse, normalmente es por las noches; cuando esto sucede puede oírse el llanto desconsolado de mi hija. Los días subsiguientes para mí son de aprensión y culpa.
Este año me gradúo de la universidad. Las ofertas de trabajo han llegado, he hecho planes, he conversado con mi esposa, hago partícipes a mis padres de las buenas nuevas, pero a decir verdad, son pocas las ofertas que asoman con la seriedad que espero; mientras tanto me dedico a oficios aquí y allá, dentro o fuera de la ciudad. “Si no fuera por tu abuelo”, suele decir mi esposa, Mayerlín. Y es cierto, los mayores ingresos provienen de él, es él quien apuesta por mi futuro.
Su casa está al final de la cuadra y aún por estos días permanece desocupada. Tomó la decisión de vivir en el campo después de que murió la abuela, solo ha dejado dos perros asustadizos y desconfiados.
“Soy yo quien está a cargo de la casa, es decir que debo atender a los interesados en alquilarla, contratar personal para que periódicamente realicen la limpieza y alimentar diariamente a Tago y a Kaiser: los perros; a cambio, como ya he dicho, recibo una pensión que me permite seguir ‘jalando’. (fragmento)

Ganadores

Emma Villazón
Poesía
Ganó la primera edición del premio el año 2007 con su poemario Fábulas de una caída. Sobre el premio, Emma dijo que le sirvió para comprarse más libros y no pensar durante un tiempo en el trabajo. También dijo que le significó la publicación del manuscrito. “Casi todos los libros que me dieron los regalé”, contó la poetisa.

Paola Senseve
Cuento
Fue la ganadora de la segunda edición que ese año estaba dedicada al género del cuento, con el libro titulado Vaginario, en 2008, cuando ella tenía 21 años. Senseve comentó: “Fue un parámetro que tuve para, a partir de ahí, saber que se debe mejorar. Fue una búsqueda constante de estilo en mi escritura”.

Omar Gutiérrez
Novela
La tercera edición del premio, realizada en el 2009, y que premiaba al género novlístico, fue ganada por el joven escritor cochabambino, que se presentó con el libro Laura se ve hermosa así. Omar Iván tenía 20 años cuando lo ganó. Aquella vez el jurado estaba conformado por los escritores Ramón Rocha Monroy, Gonzalo Lema y Giovanna Rivero.

Alejandro Molina
Teatro
El autor orureño fue el ganador de la cuarta edición con la obra de teatro Las cartas del cabo. Molina dijo que uno cuando escribe generalmente lo hace sin esperar reconocimiento y cuando esto llega, te sirve de alerta, porque a veces uno se acomoda o se duerme en sus laureles y deja de producir.

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