domingo, 5 de enero de 2014

José Romero Jaldín El potosino vive desde 1979 en Suecia



La imagen de un camión Volvo hiriendo con su sombra el atardecer en una carretera del altiplano a mediados de la década de los 80. Esta fotografía fue la que le dio el impulso a José Romero Jaldín para concretar un trabajo que le llevó 20 años de recopilación: registrar en un libro sus vivencias como guía de los camioneros que buscaban comprar un Volvo en Suecia.

Romerito —como le dicen los amigos— trabaja, a sus 59 años, en la portería de la Casa de Cultura de Hammarkullen, en la comuna sueca de Angered. Desde allí, donde radica desde 1979 tras ser exiliado por la dictadura militar, ha cumplido una importante labor en la promoción de la producción de Bolivia: En 2011 ganó el Premio a la Cultura de su comuna, que reconoce su accionar como poeta, radialista y defensor de las culturas foráneas.

Los caminos de la vida es el nombre del libro publicado en Bolivia por la editorial Kipus, una mezcla de ficción y documental que retrata la vida de los compradores que se aventuraban a Europa en busca de un camión usado. “Encaminar una obra de esta magnitud es bastante anecdótico y atrevido. Yo he tratado de combinar en la obra la poesía narrativa con la novela. La vertiente: mi trabajo como guía para camioneros, compañeros peruanos, chilenos y bolivianos a los que les ayudaba a conseguir una movilidad adecuada. Hubo un auge de compradores y el campo magnético de atracción era un Volvo”, explica.

¿Por qué un Volvo? ¿Por qué abundan en las fronteras? Es a través de esta obra que Romerito trata de responder a estas preguntas. Así, recorre sus memorias y la de amigos a los que ayudó a sortear obstáculos para cumplir con sus sueños. “Estos sencillos hombres han pisado tierras escandinavas en distintas temporadas, tratando de tener un camión”. Una colección de fotografías forma parte de la obra, en las que muestra las vivencias dejadas en las rutas del país.

Los personajes deambulan entre la ficción y la realidad. “Emilio es uno de los personajes principales. Representa a cualquier boliviano, con cualquier error que haya tenido; para mí es el camionero que engloba a todos. Nuestra amistad empezó en Bolivia, en un café, para continuar en un viaje emotivo a Suecia, que terminó en peleas con la familia y en tragedia: murió en la carretera, en un encontrón frontal con otro camión”, recuerda Romero. Es en su honor que firma este libro, y de quien más memorias guarda al ver aquella fotografía.

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