jueves, 19 de marzo de 2015

Autores exploran mundo de libros electrónicos

Diferentes editoriales bolivianas van apostado por el formato “e-book” o libro electrónico y todas coinciden en que el libro digital permite expandir el mercado fuera del país, aunque ello no signifique un gran negocio. Mientras esto sucede también preparan la publicación de más de 20 títulos en formato normal.

La editorial “El Cuervo”, a través de su director Fernando Barrientos, confirmó a ANF la publicación de parte de su catálogo en formato electrónico. “El hombre que amaba a Amy Winehouse” de Julio Barriga, “Vacaciones Permanentes” de Liliana Colanzi, “Diario” de Maximiliano Barrientos, “El Orden del Mundo” del uruguayo Ramiro Sanchiz y “Musica para Rinocerontes” del argentino Juan Terranova son los títulos que se presentan como parte de un acuerdo entre la editorial boliviana y “Suburbano Ediciones”.

Por su parte, editorial “La Hoguera” ya tiene publicados en la red los títulos: “América y otros poemas” de Raúl Otero Reiche, “El Agua iluminada” de Gabriel Chávez, “En el Umbral” de Paz Padilla, “La Mitad de la Sangre” de Ruber Carvalho y “Manuela, mi amable loca” de Carlos Hugo Molina, entre otros.

“Plural Editores” no vende directamente “e-books”, lo cual no ha impedido que algunos de sus libros se vendan en este formato. Mauricio Souza, el director editorial, dio el ejemplo de una versión Kindle que se vende en Amazon de “Tan lejos del mar”, un estudio histórico de Robert Brockmann. Por otro lado, Souza comentó que un número alto de sus libros (más de 500) pueden ser vistos parcialmente en la gran biblioteca digital de Google.com.

“Ediciones Vínculo’s” de Ernesto Martínez, es uno de los principales proyectos impulsores de este formato. Martínez ha editado ya 18 libros con “La Hoguera”, “Gente Común” y “3600” que se venden en Amazon y Apple Books. Martínez indicó que “Cuando Sara Chura despierte” de Juan Pablo Piñeiro se vendió en Argentina, España y Japón. Por otra parte, “La Duda del Caminante” del exministro de Educación, Enrique Piña Melgar – que solo se editó en digital – ha sido vendido en Alemania, El Salvador y Perú.

Editorial “El Cuervo” indicó que tiene un convenio con “Suburbano ediciones”, empresa con sede en Miami, que busca contribuir a que la literatura de escritores hispanos en Norteamérica circule por todo el mundo, introduciendo también en los Estados Unidos obras de autores españoles y latinoamericanos. Para su director Fernando Barrientos no existe un mercado de ebooks en el país, por lo cual cree que como editorial tiene la obligación en tener este formato. De ese modo, los interesados en la literatura boliviana pueden adquirir estos libros en cualquier parte del mundo.

María José Parejas, directora de Editorial “La Hoguera”, dijo a ANF que en su sello se eligen títulos que, se cree, serán llamativos en el exterior. “Si bien todavía la venta de nuestros libros digitales es lenta, es una prueba piloto a largo plazo”, comentó.

Para Pedro Medina, director general de “Suburbano”, el mercado del ebook es aún joven. “Acá en EE.UU. tiene bastante aceptación - a diferencia de España y Latinoamérica-. Nuestra idea con los ebooks es, simplemente, hacer que la literatura circule con facilidad. Es funcional y de gran aporte para lectores y autores, a estos últimos les permite expandirse mucho”, opinó.

También para Salvador Luis Raggio, director editorial de Suburbano los ebooks en Estados Unidos, se consumen más que en otras partes. “Hay muchas menos librerías físicas que antes, ahora casi todo es digital por aquí. Aún conviven ambos formatos, pero la gente está acostumbrada a leer con un tablet y a comprar en línea, que es algo que pasa menos en otras partes del mundo, incluso en algunos lugares de Europa”.

Souza de “Plural Editores”, comentó que aunque se cree y se repite que los bajos niveles de lectura en Bolivia derivan de una combinación de tres problemas - falta de difusión de los libros; escaso acceso a ellos y su precio alto, la verdad es que: “aunque todos estos factores influyan, se lee poco en Bolivia porque el mercado lector es pequeño, pequeñísimo”. “Y eso no va a cambiar así se regalen los libros. Para que cambie, realmente necesitamos una “revolución cultural”. Los formatos digitales pueden ayudar en la difusión de cierto contenido, pero de nada sirven si no hay lectores. Los lectores no los crea la tecnología”, analizó.

Por su parte, Martínez dijo que hay tres elementos que tomar en cuenta: la producción de un libro digital en Bolivia. El primero es que los mismos problemas que tiene la distribución de libros impresos, afecta a los digitales. El segundo es que tienes tirajes cortos – no más de 300 o 400 ejemplares además de un nivel de venta muy lento dentro del país. El otro problema es que la publicación compite con los más de 3 millones de libros que hay disponibles en Amazon.

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