jueves, 4 de septiembre de 2014

Sarah Mansilla: “La literatura debe ocupar un lugar dominante”

Asociación, cuestionamiento, observación, trabajo en equipo y experimentación, serán los pilares en los que se basará el trabajo de María Sarah Mansilla de Gutiérrez, flamante presidenta de la Cámara Departamental del Libro de Santa Cruz, que fue posesionada el lunes, sucediendo en el cargo a Jorge Luis Rodríguez.

¿Cómo asume este nuevo desafío?
Queremos empezar a innovar en diversas áreas del sector libro. Estamos escasos de críticos literarios, por ejemplo, pero también necesitamos más escritores, como también de una carrera de Literatura, aunque eso les compete a las universidades. Pero queremos apoyar la investigación científica y que esto nos ayude, incluso, a determinar el nivel de lectura, algo que ya hemos hecho con algunos estudios que hemos impulsado.
Más allá de esos estudios, ¿cuál es su percepción sobre el nivel de lectura en Santa Cruz?
Creo que vamos bien; nos falta mucho, pero no estamos atascados. Eso es importante porque lo peor que puede tener una persona es ser conformista, eso no deja crecer. Queremos pregonar una sociedad que innova y piensa en los demás. Hay que soñar y mirar lo más alto que se pueda, siempre teniendo claro lo que uno quiere.

¿En qué situación se encuentra la Cámara Departamental del libro?

Hay credibilidad en lo que hacemos. La situación actual de la cámara es de mucha expectativa, porque son hartas cosas las que se pueden lograr y no queremos quedarnos solo como la institución que organiza la feria del libro. Admiro el trabajo que realizó Jorge Luis Rodríguez, que con menos gente hizo mucho por el sector. La idea ahora es involucrar a la población de todo el departamento para interactuar con ellos, tener insumos, llegar a los municipios, fortalecer las bibliotecas y apoyar los planes de lectura de diversas instituciones. Además, nos estamos involucrando junto a APAC y el Ministerio de Culturas en el Festival Santa Cruz de las Letras, que se realizará en noviembre, un evento inédito del sector.

¿Cómo ha visto la iniciativa de gestores independientes que llevan adelante ferias del libro en las provincias?
Aplaudimos no solo esas iniciativas, que han permitido contar con ferias en las provincias, sino también a los que construyen bibliotecas y centros culturales. Este conjunto de acciones nos fortalecen y son bienvenidos.

¿Cuál debe ser el parámetro para medir la calidad de una feria del libro?

La idea es que la gente que vaya a la feria se sienta complacida y que regrese a su casa con la satisfacción de recibir algo que sume a su crecimiento personal como familia. Con el transcurrir de los años fuimos creando ambientes en la feria para más públicos, porque consideramos que cada integrante de la familia debe tener su espacio, empezando por los niños, que son los primeros a los que debemos fomentar el interés por la lectura. Ahora, no queremos que ese pabellón infantil sea solo un lugar para el juego; la literatura debe ocupar un lugar dominante antes que cualquier otra actividad. Algo similar haremos con el pabellón juvenil. Queremos incorporar varios cambios no solo en la feria sino en todo el sector.
La Ley del Libro ha dejado insatisfechos a algunos lectores, que sostienen que el costo de las obras no ha disminuido. ¿Coincide usted en que el libro sigue siendo un artículo de difícil acceso?

Sigue siendo de difícil acceso, sobre todo para los alumnos de los colegios fiscales. Al respecto, es importante recordar que el conocimiento te da ideas brillantes y ayuda a identificar los problemas, pero las acciones estratégicas las hacen los políticos. Y es ahí donde nos hemos atorado. Hay muchas instituciones que trabajan en beneficio del sector, pero es necesario un mayor acercamiento con las autoridades nacionales, como también con las locales, porque el tema nos involucra a todos

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