martes, 17 de junio de 2014

Chuño Palma, la novela olvidada de V. H. Villegas

Víctor Hugo Villegas (La Paz, 1913-1979) es conocido como periodista, pero pocos conocen su faceta de novelista y dramaturgo. Corresponsal de la agencia inglesa Reuters durante muchos años, trabajó como reportero en varios medios impresos de La Paz y como guionista de radioteatros en los años 50 del siglo pasado. En 1948 publicó Chuño Palma, subtitulada Novela de cholos, y en 1956, Canchamina, en coautoría con Mario Guzmán Aspiazu (1925-1972), otro gran periodista de esa misma generación.
Como todos los autores de su época, Villegas tardó varios años en encontrar editor. "En aquellas tiempos no era fácil publicar literatura”, comentó alguna vez al recordar las peripecias que le tocó vivir para dar a conocer su primera obra literaria. Había caminado de aquí para allá durante meses, hasta que la Empresa Editora Universal asumió el riesgo de la impresión.
La novela se publicó un año después de La chaskañawi, cuyo autor, Carlos Medinaceli, también vivió lo suyo para contar la historia del "encholamiento” del señorito Adolfo Reyes con la bella Claudina.
El también periodista Mario Flores presenta la novela de Villegas como "un feliz buceo en el alma, en la idiosincrasia de ese motor de la población criolla que se ha dado en llamar cholo”, a través de "sus pasiones, sus vicios y la grandeza de ese resultado del mestizaje que culmina en muchos héroes”, simbolizados en la chola Trini y su hijo Manucho Chuño Palma.
"La altivez siempre vigilante de su madre le enseñaba a no renegar de su pasado ni a traicionar el humilde origen de su cuna”, apunta Villegas en el retrato de la pareja.
El novelista escribió su "relato emocionante, humano y vigoroso de la vida del pueblo paceño”, a decir de Flores, en una época de extendido racismo en las capas medias y altas de la sociedad paceña, en vísperas de la Revolución de 1952, la "revolución chola”, que buscaba precisamente la incorporación de la mayoría indígena y campesina.
La novela tuvo una buena acogida de la crítica de la época. En un texto recuperado por Elías Blanco Mamani en el Diccionario Cultural Boliviano, Humberto Vásquez Machicado dejó constancia de los "méritos”, "condiciones estilísticas” y "habilidad descriptiva” del autor. "Para ser primer ensayo en el género, es mucho obtener”, comentó.
Villegas publicó posteriormente, en coautoría con Mario Guzmán, Canchamina, otra novela olvidada de la literatura nacional.
El escritor Luis Raúl Durán –igualmente citado por Elías Blanco- describe a sus autores como "dos verdaderos noveladores”, que logran un "retrato perdurable” de la explotación minera "lejos de toda demagogia política, con verismo patético y talento literario”.
El autor -padre de otro gran periodista, René Villegas Monje, de larga trayectoria en el periodismo internacional-, publicó en 1966 la obra teatral Murillo el insurgente, que como las anteriores es poco conocida por el gran público.

HOJA DE VIDA

Vida Fue novelista, dramaturgo y periodista.
Trabajo Fue corresponsal de la agencia inglesa Reuters. Editor de la revista Punto y Coma. También ligado a radioemisoras, para los que escribió radioteatros.

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