Sergio Ramírez, escritor y ganador del Premio Internacional Carlos Fuentes, ya conoce Bolivia. La última vez vino para un encuentro literario organizado por la Fundación Patiño en Cochabamba. Ahora llega como invitado especial de la Feria Internacional del Libro. Su rutina en la capital cruceña será la misma que cumple habitualmente. “Cada mañana del mundo me siento frente a la computadora a las ocho de la mañana y escribo hasta la hora del almuerzo. La inspiración necesita de disciplina”, comenta el autor, que en su visita no se quedará en la comodidad de la fiesta ferial y estará presente en ciudadelas como el Plan 3.000, en un conversatorio en el Centro Cultural San Isidro el 3 de junio.
¿Cree que estos encuentros literarios llegan al pueblo o se quedan solo en el círculo de intelectuales o allegados a la literatura?
R. Aspiro a que lo que yo escriba o digo llegue al mayor número posible de personas.
¿Tiene algún miedo a la hoja en blanco?
R. El miedo a la página en blanco se quita llenándola. Cada día que se escribe es un riesgo, el primero de ellos el de quedar mal con uno mismo y no todos los días en la escritura son felices.
¿Cómo recibe y se entera de su último premio? ¿Se lo esperaba?
R. Sabía que estaba entre los candidatos al premio Carlos Fuentes, pues me había propuesto la Fundación García Márquez de Cartagena. Pero siempre es una sorpresa recibir noticias así, y esta me la dio el presidente del Consejo de Cultura de México, Rafael Tovar de Teresa.
Siempre se lo ve alegre y dispuesto a interactuar con las personas... ¿Cómo hace para no congestionarse y ensimismarse?
R. Me gusta mi oficio, que además de escribir, consiste en hablar de literatura y lo disfruto, lo mismo que enseñar lo que he aprendido a los más jóvenes, disfruto de dar talleres literarios.
Si tuviera que titular su vida ¿cómo lo haría?
R. Vida de un aprendiz
¿ Por qué escribe?
R Por necesidad, necesidad visceral. No viviría conforme si no escribiera.
¿Qué tal se maneja con Internet y las redes sociales?
R. Estupendamente, estoy dentro de las redes, mis nietos me han enseñado a manejarlas.
¿Lee ediciones digitales? ¿Qué piensa de esto?
R. Leo de las dos maneras. Cuando viajo, prefiero la tableta, es más cómodo. Y en la cama, leo en papel. La tableta es un invento trascendental.
¿Cómo cree que va la producción literaria en América?
R.Con buen viento, siempre hay escritores jóvenes de calidad, y eso es lo que hace a una literatura, el relevo.
¿Algún escritor latino que le guste?
R. Entre los jóvenes Edmundo Paz Soldán, Juan Gabriel Vásquez, Santiago Roncagiolo. Muchos más, pero solo le doy un ejemplo.
Cuando se pone a escribir ¿sabe el final de su obra?
R. Si se trata de un cuento, procuro averiguarlo de antemano, en una novela no siempre es necesario, o no siempre es posible.
¿Tiene alguna filosofía como escritor?
R. La de un verso de Virgilio: "yo quiero cuando muera, morir trabajando".
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