El autor fallecido el pasado 29 de abril, en vida valoró todo lo que tuvo a su alcance, motivo por el que a modo de reflexión en su libro refería que cada uno tiene la posibilidad de reflexionar y analizar la vida que lleva, haciendo una comparación con la historia que narra.
"No obstante, ese no es el objetivo, sino el sentir dentro de uno mismo, la existencia de un soldado valiente que hace que podamos seguir luchando día a día en todas las circunstancias que se nos presentan", refiere parte del prólogo de su obra que lamentablemente no logró tener en sus manos.
El prólogo continúa; "también quiero enriquecer la imaginación y proporcionar a todos los lectores el poder de transportarnos a rumbos inimaginables para cada uno de nosotros".
De esta forma Sergio Santos, explicó el objetivo de su libro que refleja la constante lucha y perseverancia por algo que quizá no pudo alcanzar, pero queda como testimonio, su obra que es el ejemplo para futuras generaciones de estudiantes.
Durante su vida, él demostró esfuerzo y dedicación a aquello que más quería, tal como dice su libro. Según algunas personas el amor y sufrimiento de este joven con muchas ilusiones, quedará grabado en su libro que pretende demostrar que no existe discapacidad para realizar los sueños.
La superación siempre es símbolo de perseverancia a pesar de tantos aspectos que puedan incluso segar la vida de un joven para seguir adelante y que Dios sabe por qué dispone algunas cosas, manifiestan las personas que le conocieron.
BIOGRAFÍA
Sergio Mauricio Santos Nicolás, nació en Oruro el 29 de septiembre de 1991 e inició sus estudios primarios en la Unidad Educativa "Francisco Fajardo", con una clara manifestación de discapacidad motora, denominada distrofia muscular desde sus 10 años, problema de salud que fue empeorando año tras año.
Posteriormente ingresó al Colegio "Juan Misael Saracho", del cual salió bachiller como mejor estudiante de la gestión 2009 aunque con la enfermedad avanzada que le obligó a utilizar una silla de ruedas.
Sus padres Lucio Santos Condori y Evelyn Nicolás y sus hermanos Reynaldo, Viviana, Cristhian y Lorena coadyuvaron en el proceso de su crecimiento y el amor de ellos fue fundamental por el delicado trabajo de llevarlo y recogerlo durante su educación en el sistema regular.
A su ingreso a la universidad optó por estudiar Comunicación Social, en el turno vespertino, en el que logró cumplir su deseo por dos años aproximadamente, pero el 29 de abril de este año dejó de existir, dejando un testimonio de esfuerzo y perseverancia como ejemplo para las futuras generaciones.
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