jueves, 21 de julio de 2011

El escritor cruceño Roger Otero en el Foro de Escritores

“¿Quién mató al mayordomo?” fue la amena ponencia que, a manera de cuento, trajo Roger Otero al Quinto Foro de Escritores del Centro Patiño.

En el relato, el escritor (Santa Cruz, 1981) plantea un recorrido por la literatura policial, universal y nacional, a partir de un diálogo sostenido con el “Señor Pink”, un pintoresco personaje que se asemeja al actor Steve Buscemi y que plantea un interesante juego/duelo de billar y preguntas y respuestas literarias, un arma de por medio.

Otero, licenciado en Comunicación Social y Filología Hispánica, ganó en cuatro ocasiones el Premio Nacional de Literatura “Santa Cruz de la Sierra”. Con el autor de libros como “Al otro lado del espejo” (cuentos, 2002) y “Lo bonito de ser feos” (novela, 2011), entre otros, se realizó la siguiente entrevista.

P. Su ponencia se refiere en buena medida al relato policial ¿Por qué en Bolivia no se ha consolidado este género?

R. Esa es una buena pregunta que lamentablemente carece de una buena respuesta. Yo mismo me lo pregunto a diario porque es un género que me fascina y quisiera leer más en autores nacionales. Me resulta difícil especular al respecto porque ubicarse en una ruta ficcional depende más de los gustos personales de cada autor. Y para mí es una paradoja no encontrar una cantidad considerable de autores en este recorrido.

P. “Vivimos -señala en su ponencia- en una Bolivia de constantes cambios, rupturas sociales, grietas económicas, desigualdades e injusticias. Siempre ha sido así. Pero ahora, jóvenes y no tan jóvenes, estamos cansados de repetir el dejá vù” ¿Por qué los escritores jóvenes han despolitizado su trabajo?

R. Porque es la forma en que se debería trabajar. Un escritor primero es escritor y luego todo lo demás. Si repasamos la historia de Bolivia encontraremos que los escritores nacionales desempeñaban cargos gubernamentales. Para ellos era muy difícil desligarse de ideologías políticas porque las convicciones los trasladaban a creer en el fortalecimiento boliviano a través de sus aportes intelectuales. Hoy se ha roto el espejo que sólo permitía vernos a nosotros mismos. La tecnología ha ayudado para que nuestro horizonte se amplíe hasta donde queramos ver. Y la mirada boliviana se ha despojado de ingenuidades. Al mismo tiempo esa falta de ingenuidad ha llevado al escepticismo. Seamos sinceros, nadie confía en los políticos.

P. “Bolaño, Saer y Piglia -dice también- son autores favoritos de una camada joven de escritores que intentan moldear su estilo con base en sus lecturas, críticas y conferencias. Con igual empeño existen también aquellos que sin haber pasado los cuarenta años de edad, continúan eligiendo a los autores del ‘boom latinoamericano”. ¿En cuál de estas dos formas de concebir la literatura ubica usted su trabajo?

R. Es una apreciación radical de uno de los protagonistas de mi ponencia. Ahora que me lo pregunta a mí, yo digo que me ubico en ambas. Amo la buena literatura y las dos vertientes se desprenden de una misma fuente. No persigo los grupos que se proclaman negadores de una tradición literaria ni grupos que propugnan el inicio de la suya. Amo la lectura de buenas historias independientemente de quién sea su autor.

Periodismo para no “mentir” en demasía

P. Recomienda a los narradores bolivianos “bordear la objetividad del periodismo”. Habiendo estudiado Comunicación Social, ¿las herramientas de este ámbito le han servido en sus obras?

R.El periodismo es muy útil para impedir que el escritor mienta más de la cuenta. Estoy hablando de un escritor de ficciones. Quien se ha disciplinado en el noble oficio del periodismo sabe que tiene límites muy precisos sobre cómo debe trasladar los hechos reales al papel. Obedece un molde e intenta ser objetivo. Al escritor de ficción le resultaría muy útil imitar esta metodología, sobre todo en la novela, que al ser de largo aliento se presta para desviarse por múltiples opciones.

P. Sugiere también nutrirse de lecturas que a los escritores les resulten útiles e inútiles, “porque cuando (el escritor) encuentre las inútiles se dará cuenta de que habrá escogido un estilo”. ¿Qué recomienda usted leer a los cuentistas bolivianos?

R. Nunca me ha gustado hacer gala de mis conocimientos y de mi ignorancia sobre autores que se deben leer. Algunas veces he tenido que ir a programas de televisión a hablar maravillas de mis libros para que la gente conozca mi producción, pero no ha sido una situación cómoda para mí. Cada lector es un universo diferente. Lo mejor que puedo aconsejar es que lean autores bolivianos de todas las generaciones y departamentos porque en verdad que valen la pena, sólo eso.

P. Su ponencia hace mucha mención al cine. ¿De qué modo el cine nacional puede mantener un diálo-go con los escritores del país?

R. Desgraciadamente la falta de apoyo a los cineastas nacionales, más aún si son nuevos, provoca ausentismos en las salas y en la creación de una industria. Mantener un diálogo en estas condiciones resulta ineficaz o simplemente no resulta. La conexión, sin embargo, proviene del hecho de que una película es una obra literaria también. No es necesario leer un libro para descubrir literatura.

-“Por suerte, -indica- en nuestro ámbito, aún conservamos la inocencia del marketing literario”. ¿Puede desarrollar más esta idea de lo incipiente del marketing literario?

Si tomamos en cuenta que mi última novela, “Lo bonito de ser feos”, fue la obra más vendida de la última Feria del Libro en Santa Cruz sobrepasando los mil ejemplares, y que días después fue pirateada, nos damos cuenta de dos problemas importantes y obvios (...).


1 comentario:

  1. hola mi nombre es isabel quisiera poder realizarle una entrevista soy estudiante de comunicacion social de la universidad gabriel rene moreno...porfavor me podria dar alguna direccion o un numero de telefono para poder
    ubicarlo ..en todo caso le dejo mi numero garcias 77372740

    ResponderEliminar