domingo, 9 de octubre de 2011

Nuevos dueños del Municipal de Literatura

Tres ‘alumbramientos’, una transición y un conocido festejo provocó el anuncio de los ganadores del Concurso Nacional de Literatura Santa Cruz 2011, el 30 de septiembre.
Las novedades más llamativas del certamen la protagonizan Ronald Alfredo Rodríguez Gonzales, paceño de 36 años que ganó en la categoría Novela con su obra Hyperrealidad: el evangelio de las profundidades.
De igual forma, Carolina Maldonado Leyes, de Cochabamba y especializada en literatura, gana relevancia luego de imponerse en la categoría Cuento para niños, con Las aventuras de Pedro y Chana: una mágica experiencia en la selva.
Y Miguel Gabriel Durán Gardeazábal, un médico de Potosí, entra a primer plano con su victoria en la categoría Teatro por su obra En nombre de la Gloria.
Para los tres autores la obtención del galardón cruceño significa un nacimiento literario, ya que es la primera vez que su producción verá la luz y porque define su incursión en el movimiento intelectual a escala nacional.
La que dio el paso de la narrativa a la poesía con aprobación es Paola Senseve, esta autora cochabambina, de 24 años residente en Santa Cruz, que en 2008 ganó el Premio Petrobras Noveles Escritores con su libro de cuentos Vaginario. En esta oportunidad Senseve se impuso a 14 postulantes en la categoría Poesía con el poemario Soy Dios, una obra “provocadora”.
Un viejo conocido de esta competencia, Róger D. Otero Lorent, conquistó su quinta presea con el libro de cuentos De qué hablamos cuando hablamos de morir. Un triunfo que para el autor es muy importante, pues considera que el mercado literario boliviano necesita revalidar ciertas instancias para llegar a la gente. “Equivocadamente se piensa que cuando se gana en La Paz, se lo hace a escala nacional y cuando se triunfa en Santa Cruz, solo se lo hace de forma local”, explicó el nieto del poeta Raúl Otero Reiche.
Ronald Alfredo Rodríguez señaló que su novela ganadora pertenece a una trilogía de ciencia ficción que empezó a escribir hace 10 años. “No publiqué antes por el celo y para evitar la decepción, consideraba que mis ideas no estaban acordes con las corrientes temáticas y de género que se producen en Bolivia”, afirmó el especialista en Derecho Tributario, residente en Cochabamba. “Antes se premiaba a los mismos de siempre, ya no miremos el pasado costumbrista, hay que estar a la altura de nuestros tiempos”.
El jurado decidió entregar una mención honrosa en la categoría Ensayo a Félix Cardozo García por su obra Ciudad emergente y Enrique Gorena Sandi ganó otra mención en Teatro por su título A orillas de la cama.
El jurado de la versión 2011 estuvo integrado por Angélica Guzmán, Adela Nagashiro y Dayliana Rodríguez en Cuento para niños; Edgar Lora Gumiel, Jorge Antonio Asbún y Mario Alberto Herrera en Poesía; Peter Lewy, Alfonso Cortez y Pablo Javier Deheza en Novela; Blanca Elena Paz, Paz Padilla y Javier Méndez en Cuento; Arturo Lora, Hugo Francisquini y Porfirio Azogue en Teatro y Susana Seleme, Maggy Talavera y Ricardo Serrano en Ensayo.
Edgar Lora elogió la poesía de Senseve. “Tiene una unidad temática que es Dios y la mujer. La poesía está manejada con una profundidad filosófica que muestra el lado femenino de la existencia, tanto en lo espiritual y lo erótico. Es una poesía madura, con un oficio poético y un manejo muy fino del lenguaje”.
Por su parte, Francisquini resaltó que este año hubo más variedad y cantidad en teatro. “Nos permitió ver la necesidad de promover más el premio”, dijo. Sobre la obra ganadora en dramaturgia sostuvo que plantea una revisión de aspectos de la historia desde una óptica humana. “No tanto de la relevancia histórica, con un lenguaje preciso”.
Deheza definió la novela ganadora como “maravillosa”. “Me voló la imaginación”, dijo. “Se nota que el escritor es un adicto digital y un amante del rock. Además, es sorprendente como traslada al lector desde la avenida Cañoto, pasando por lugares tecnológicos insospechados para llegar a otro planeta”.
Javier Méndez argumentó que se premió el libro de cuentos de Otero “por el nivel parejo de todos los cuentos y el manejo experto de la técnica narrativa”.
Cada premiado recibirá Bs 16.500 y ejemplares de su obra, en un acto que aún no tiene fecha definida. En el caso de las menciones se entregarán diplomas de reconocimiento.

Ronald Alfredo Rodríguez
Ganador en la categoría Novela
Es abogado. Escribe desde los 12 años. “Siempre sobre ciencia ficción y fantasías”, especificó. “A los 19 escribí una novela, aún inédita y desde entonces no he parado, es una catarsis”, añadió. Hyperrealidad: el evangelio de las profundidades es una novela cyberpunk, un subgénero de la ciencia ficción, conocido por sus alusiones a la alta tecnología y porque la acción se desarrolla en los paisajes artificiales de las grandes metrópolis. “Mi obra tiene muchas referencias a la música y al ocultismo. Pertenece a una trilogía inédita. Es fruto de 10 años de trabajo”, explica Rodríguez.
Entre los autores que influyeron en la obra de Ronald Alfredo están Umberto Eco, Arturo Pérez Reverte, Arthur C. Clarke, Philip K. Dick y William Gibson. Ronald Alfredo toca la guitarra en grupos de heavy metal y hardcore.

Paola Senseve
Ganadora en la categoría Poesía
Su poemario Soy Dios se divide en tres partes. “Tres etapas de ser Dios”, detalla. Se trata de una compilación de la poesía que escribió desde hace cuatro años. “Es una provocación”, afirma la escritora, egresada de sicología.
“En el libro hay referencias a muchos autores. La música es una influencia muy grande para mí, como Sabina, Drexler, los Rolling Stone, Liliana Felipe, de todo un poco”, señala. Sobre su traspaso de la narrativa a la poesía comentó que se siente orgullosa. “Soy traviesa, juego, no sé lo que me depara el futuro”, sostiene sobre la posibilidad de experimentar con otros géneros.
En enero de 2012 publicará un libro arte junto a Roberto Unter, editado por la fundación Simón I. Patiño. Senseve nació en Cochabamba en 1987.

Roger David Otero Lorent
Ganador en la categoría Cuento
Es el quinto premio municipal de literatura que gana Roger Otero. Los cuentos de su trabajo galardonado estaban guardados y los pulió para participar del concurso.
Cuenta que en su búsqueda de un título para su trabajo dio con dos frases de autores que acababa de leer. Haruki Murakami: De qué hablamos cuando hablamos de correr y Raymond Carver: De qué hablamos cuando hablamos de amor. Inspirado en ellos y porque se dio cuenta de que la muerte estaba muy presente en sus versos llamó a su libro De qué hablamos cuando hablamos de morir. “Es una obra madura, el tiempo no pasa en vano. Todo escritor obedece a un proceso lógico de crecimiento”, se autoanaliza. Róger Otero, comunicador y filólogo, confiesa que últimamente se siente muy atraído por la novela policiaca.

Carolina Maldonado Leyes
Ganadora en la categoría Cuento para niños
“Empecé a escribir cuando nació mi hijo en 2006, con la preocupación de que los niños puedan consumir buena literatura. Cuando cumplió un año compré un librito al azar y me pareció muy superficial, pensé que la literatura infantil estaba muy subestimada”, explicó esta licenciada en Literatura. Las aventuras de Pedro y Chana, libro con el que ganó el premio municipal, contienen dos cuentos, “que forman una novela, o una novela que tiene dos cuentos”.
Cada obra es protagonizada por un niño de ocho años que vive en la selva y el otro en la ciudad. Ambos llegan a vivir y a compartir un espacio, pero no logran conocerse. Los cuentos están ligados por lo fantástico y tienen una fuerte reflexión sobre las relaciones familiares.

Miguel Gabriel Durán Gardeazábal
Ganador en la categoría Teatro
Nació el 18 de marzo 1982 en Potosí. Salió bachiller del Colegio Nacional Pichincha y se tituló como médico cirujano por la Universidad Autónoma Tomás Frías, de Potosí. Es casado y espera su primer hijo. Desde sus 7 años estuvo ligado a las artes impulsado por su madre, Lidia Gardeazábal. En 2002 ganó un concurso departamental en Potosí.
En 2006 fundó un grupo de teatro en su ciudad y desde entonces produce obras teatrales para niños. “Incluso tengo la intención de realizar una película con la obra ganadora en Santa Cruz”, advirtió sobre En nombre de la Gloria.
El título contiene un drama en homenaje a los héroes de la libertad. “Pero a los próceres bolivianos que lucharon por la libertad de los bolivianos”, aclaró. Entre sus autores favoritos están Gabriel García Márquez y Anton Chejov.

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