domingo, 23 de octubre de 2011

Fallas y consecuencias del poco hábito de lectura

Un estudiante europeo que cursa la etapa de bachillerato lee el doble que un universitario boliviano. Los especialistas consideran que por eso el nivel no es el óptimo y que esta situación afecta al desarrollo académico de los estudiantes y en la productividad general de las universidades bolivianas.

PROBLEMA. Rosmery Machicado, docente de la Universidad Autónoma Gabriel René Moreno (UAGRM), indica que el nivel de lectura en los estudiantes universitarios no es óptimo con relación a otros países, situación que limita en la productividad investigativa de las casas de estudios superiores.

"En la universidad creemos que los estudiantes ya vienen con el hábito, pero en muchos casos no es así, tanto que les damos lecturas científicas que para ellos son difíciles de comprender, empezando por el vocabulario", afirma. "Es así -continúa la docente-, que los estudiantes tienen que leer dos o tres veces las lecturas, es ahí donde está el problema, que no leen porque no tienen el hábito". "Existen premios para los escritores, pero no para lectores", enfatiza. Difiere que el problema viene del colegio y la casa, lugares en los que generalmente no se incentiva las lecturas filosóficas que aporten a la producción creativa de la persona, sino más bien se leen obras trilladas que no aportan al desarrollo intelectual.

UNA BASE. Adquirir el hábito y compresión de la lectura para los universitarios significa una fuente de cultura, un aumentó de la capacidad de memoria y concentración. Además de mejorar el manejo de las reglas ortográficas y gramaticales, que a la vez permiten el buen uso del lenguaje y la escritura fundamental para un futuro profesional.

LECTURAS TÉCNICAS O DE ENTRETENIMIENTO. "Los estudiantes leen revistas, cómics, pero no buscan lecturas técnicas y si lo hacen no llegan al nivel de comprensión", indica Marcelo Martínez Vera, experto en pedagogía, quien a su vez distingue dos tipos de lectura, la del hábito y la comprensiva, destacando esta última como la preferida por los estudiantes. "En la universidad los docentes nos concentramos mucho en facilitar fotocopias fragmentadas a los estudiantes", situación que aporta de manera negativa a la enseñanza y el desarrollo del conocimiento. Así también enfatiza que la falta del hábito de lectura limita tanto a docentes y estudiantes, ya que si no les gusta leer se les hará más difícil actualizarse, "porque para investigar se tiene que leer", puntualiza el experto. Aconseja que las universidades desarrollen estrategias para adquirir y comprender el hábito de la lectura con políticas sobre usos y apoyo de bibliotecas y que los estudiantes tomen conciencia de la importancia de la lectura, puesto que sobre ello se reflejará su nivel competitivo profesional.

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