domingo, 26 de octubre de 2014

Cochabamba Feria del Libro 2014 apunta a convocar 25 mil visitantes

Con el cambio de sede al coliseo de la Universidad Mayor de San Simón (UMSS), la VIII edición de la Feria Internacional del Libro de Cochabamba (FILC) aspira a motivar una mayor afluencia de visitantes al evento, en especial de docentes y estudiantes vinculados a la comunidad universitaria.

En esa perspectiva, la apuesta para esta versión de la feria es convocar unos 25 mil visitantes, vale decir unas 4 mil más que los registrados en la pasada versión del evento, afirma Hamilton Luján, gerente general de la Cámara Departamental del Libro de Cochabamba, que organiza la FILC 2014. Con la vista puesta en ese objetivo se abrirá este jueves 30 la feria, que se extenderá hasta el 9 de noviembre.

No obstante, a más de mejorar el flujo de visitantes a la feria, el desafío mayor de los organizadores es comprometer un mayor involucramiento y apoyo directo de las instituciones públicas y de las empresas privadas de Cochabamba, cuya presencia en la actividad se valora como aún muy incipiente.

Luján advierte que, a diferencia de las otras grandes ferias literarias del país, como son la de La Paz y Santa Cruz, en la de Cochabamba hay apenas un apoyo institucional del sector público y la ayuda de contadísimas empresas (como algunos medios de comunicación), que se agradecen y valoran, pero que, en términos prácticos, resultan insuficientes para promover un crecimiento de la FILC.

De hecho, el oficial superior de Culturas del municipio, Uvaldo Romero, explica que el respaldo de la Alcaldía es de orden institucional, además de un apoyo en materia de difusión y promoción.

“Tenemos buen respaldo institucional. El problema con el que siempre tropieza la feria de Cochabamba es que no existe un adecuado respaldo económico”, puntualiza, a tiempo de asegurar que todos los costos organizativos corren a cuenta de la Cámara del Libro.

En Santa Cruz, por ejemplo, la feria es coorganizada por su Cámara del Libro y por el Gobierno departamental, lo que explica su estabilidad y crecimiento constante, pues la actividad es asumida como una prioridad regional y, en esa medida, merece un tratamiento presupuestario público importante, indica.

“Lo que queremos, y es algo con lo que ya hemos empezado y esperamos que se pueda consolidar el próximo año, es comprometer a las instituciones tanto públicas como privadas para apostar por esta feria y poder estar igual, en términos de apoyo económico, a ferias como la de La Paz o la de Santa Cruz, para, uno, brindar mayores comodidades a los expositores y visitantes, y dos, contar con una presencia mayor de escritores nacionales e internacionales”, sostiene.

SEDE Uno de los mayores inconvenientes que ha enfrentado la FILC, desde su nacimiento, ha sido la falta de una sede adecuada a sus necesidades actuales, pero también acorde a sus perspectivas de crecimiento.

Las primeras cuatro versiones de la feria se desarrollaron en el Club Social de la calle México, un recinto que resultaba muy cómodo para expositores y visitantes, pero que, en determinado punto, devino insuficiente para la cantidad creciente de empresas e instituciones que querían un espacio de exposición en el evento.

Eso motivó que la feria se trasladara en 2011 al campo ferial de la laguna Alalay, donde se desarrolló también la edición 2012, y en el que se encontró mayor disponibilidad de espacio para visitantes y expositores, pero también no pocas observaciones y reclamos por la distancia entre el recinto y otras zonas de la ciudad y por las dificultades de transporte consecuentes.

De ahí que el año pasado la feria volvió al centro, al gran Hotel Cochabamba, medida que fue celebrada por muchos expositores y visitantes, pero que no cumplió con las expectativas de los organizadores en términos de asistencia y rentabilidad.

Además de no haber registrado una variación significativa de visitas y compras con respecto a las ferias desarrolladas en el recinto de Alalay, la situación económica se hizo más delicada por los altos gastos destinados al alquiler de los ambientes del hotel Cochabamba.

Por ello se optó por una nueva sede como el coliseo de la UMSS.

Homenajearán a Néstor Taboada

La editorial Kipus estará presente en la Feria del Libro con 21 novedades literarias respecto a la versión pasada del evento y con un total de 476 títulos en oferta, que se expondrán en un amplio stand de 60 metros cuadrados.

Así lo confirma el gerente propietario de Kipus, Pedro Camacho, quien asegura que la FILC es el evento editorial más importante para la casa editorial que conduce.

Al margen de esta importante presencia de libros, Camacho considera que se le prestará especial atención a dos actividades propias: un homenaje al escritor Néstor Taboada Terán y la promoción de la obra ganadora de la primera versión del Premio Internacional de Novela Kipus, “Siempre fuimos familia”, de Gonzalo Lema.

OFICIALÍA La Oficialía Superior de Culturas de Cochabamba es una de las instituciones públicas con mayor presencia en la FILC 2014. Además de su apoyo institucional y de difusión para la organización del evento editorial, tendrá un stand donde estará con más de 35 publicaciones en exposición.

Asimismo, la Oficialía pretende dar cuenta del trabajo que realizan con el sistema de bibliotecas municipales y con la gestión del patrimonio bibliográfico del municipio.

A decir del oficial superior de Culturas de Cercado, Uvaldo Romero, lo que mueve a la institución es el propósito de engrandecer a la feria a todo nivel: cantidad de participantes, producción literaria, presentación de libros, difusión y comunicación. “La feria es una ventana de todo lo que implica la producción literaria en Cochabamba”, afirma.

Coliseo con más exteriores, pero interiores limitados

En buena medida, la reubicación de la FILC al coliseo de la UMSS obedece a la necesidad de ahorrar los costos de alquiler de una sede, aunque el ahorro tampoco será tal debido a que la Cámara del Libro está haciendo una inversión importante en la panelería necesaria para el evento, aclara el gerente general de la Cámara del Libro, Hamilton Luján.

No obstante, la nueva sede ofrece otras ventajas que, para los organizadores, no son nada despreciables. Una de ellas es la disponibilidad de un mayor espacio para actividades paralelas a la exposición.

Luján precisa que si bien el coliseo ofrece un espacio cerrado ligeramente menor (800 metros cuadrados) al del hotel Cochabamba (de 900 metros cuadrados) para la habilitación de los stands, tiene la ventaja de contar con un espacio en exteriores de 1.200 metros cuadrados, a los que se quiere dar un uso intensivo para multiplicar la oferta de actividades culturales y recreativas para los visitantes y sus familias.

En la práctica, la feria de este año contará con un espacio de 2 mil metros cuadrados, 1.200 de los cuales serán empleados, entre otras cosas, para montar un escenario en el que haya una oferta atractiva de espectáculos de música, títeres, cuentacuentos y otras artes escénicas, de interés particular aunque exclusivo para los niños.

No menos despreciable es que la feria estará a la mano de los docentes, de los estudiantes y de la comunidad universitaria de la UMSS en general, en cuya asistencia y participación confían los organizadores para no solo mejorar el flujo de visitas, sino también para convertir a la feria en una vitrina de la producción intelectual de la principal casa superior de estudios de Cochabamba, manifiesta Luján.

No obstante, hay aún voces como la de Pedro Camacho, gerente propietario de la editorial Kipus, que sostienen que para promover el crecimiento de la feria y evitar dejar afuera a expositores, la FILC debe volver al campo ferial de la laguna Alalay.

Cree que se debe pensar en retornar al campo ferial para que no se siga limitando la presencia de expositores en la feria, se otorgue mayores comodidades a los que exponen y se garantice el crecimiento de la FILC.

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