El Kari Kari como un cura postapocalíptico de tres ojos o un Eduardo Abaroa convertido en un héroe que empuña su arma rodeado por un halo de misterio a orillas del Pacífico. Éstos son algunos de los personajes que integran el universo Hipster Killer.
Conformado por un dúo creativo, este sello ha reinterpretado el concepto de los personajes tradicionales bolivianos llevándolos a otra dimensión a través de diseños plasmados en tapas de cuadernos y libretas.
Karina Aguirre (La Damaranha) y Andrés Luna Orozco (James Moon) son los creadores de esta dimensión Hipster Killer (https://www.facebook.com/moon.aranha), cuyo nombre significa “asesino de hipsters”, un término utilizado como una crítica al movimiento alternativo, independiente, bohemio, vintage y tecnológico, que con los años se ha convertido en la “moda de no estar a la moda”.
Esta crítica abierta logró el efecto contrario, pues muchos hipsters compran este material, según admiten los autores.
La Damaranha y James Moon muestran a los personajes de una forma diferente, capaz de trascender su imagen tradicional. De este modo, el diseño de Eduardo Abaroa -más allá de ser el ícono de una guerra que perdió Bolivia- está caracterizado, arma en mano, frente a las costas del Pacífico junto a otros valientes luchando por defender el litoral.
“Es una visión de superhéroe. Queremos transmitir a la gente que pese que no ganaron la guerra dieron su vida. Eso los convierte de alguna manera en héroes bolivianos y así queremos reflejarlos”, manifiesta uno de los diseñadores.
Sus diseños son realizados en papel 100% reciclado y el sello fue presentado, junto a sus otros productos como fotografías, prendedores, stickers y postales, en mayo de este año en el mercadito Pop.
“La idea nació a finales del año pasado, cuando nos reunimos. Como ambos estudiamos diseño decidimos hacer algo diferente y relacionado con el reciclaje. Nos inclinamos entonces por el material gráfico impreso, explotando la creatividad de James en la ilustración”, explica la diseñadora.
Entre los márgenes de las cuatro esquinas de las tapas de los cuadernos y libretas habitan El Tío, el Kari Kari, el kusillo como parte de la nueva serie de personajes que lanzaron hace pocos días.
El Tío del inframundo
La tarde oscurece de pronto. El viento se convierte en una tormenta de arena porque éste es un agosto más inestable que de costumbre en La Paz. Sin duda, es el escenario perfecto para que los personajes de las libretas de hipster killer cuenten su historia.
“El Tío, señor de las profundidades, rige el inframundo minero. Si le pagas te protege; si lo maldices te entierra”, reza el texto dentro de la libreta, cuya tapa luce un diablo andino, o supay, con mechones de cabello que le caen por la frente y con serpentinas en el cuello.
Moon, el creativo, cree que el personaje -además de representar al jefe de las tinieblas- es como cualquier jefe de oficina al que ch’allas y se convierte en su versión infernal.
En esta dimensión alternativa, el kusillo lleva una chaqueta muy ochentera, que de alguna manera puede evocar el estilo de Michael Jackson. Por su parte, el Kari Kari es un vampiro andino de tres ojos con cuello romano, distintivo de un sacerdote, cuya naturaleza es mística y oscura. Esta figura ha sido relacionada con los curas y por ello fue plasmada de esa manera.
Cada uno de ellos es el resultado de una investigación previa, la que se reinterpreta, añadiéndole una estética más moderna. Ya se trate de moda o de accesorios, debe ser un detalle que los convierta en simpáticos, pero oscuros.
Los próximos personajes de hipster killer serán el aparapita, el benemérito y el lustrabotas.
Cada diseño se plasma en no más de 20 ejemplares de un solo tamaño, por lo que todos son de ediciones limitadas.
El diseñador, que empezó a dibujar a los cinco años, no se considera discípulo de una sola corriente y le resulta difícil definir su estilo, aunque se siente influido por los ilustradores de antaño que trabajaban con tinta china, como Gustavo Doré (1832), quien recreó la Divina Comedia de Dante Alighieri.
Moon cree fervientemente en la complejidad y caos de sus diseños, pues llevan con ellos el alma de la ciudad de La Paz.
Próximas ediciones
La primera edición que lanzaron a la venta incluía la temática de cinco animales en peligro de extinción, entre ellos el cóndor y el quirquincho. Tuvieron éxito a través de la venta por Facebook y el mercadito Pop.
Le siguió la serie de libretas pequeñas con variadas temáticas: fútbol, moda, afiches antiguos, frases, letras de canciones y otros.
Próximamente trabajarán en una serie de tres vírgenes: del Socavón, de Copacabana y de Urkupiña, que no serán postapocalípticas, como el Kari Kari, pero sí reinterpretadas por el diseñador. Para entonces piensan tener una tienda propia.
Los productos de este sello se encuentran en la tienda Calipso, en la avenida Sánchez Lima y Rosendo Gutiérrez; en OMG, también en la Sánchez Lima casi Pedro Salazar. En la zona Sur están disponibles en Steper, avenida Montenegro 15, entre la 21 y la 22 de Calacoto; además en Mitchan, shopping Arcángel, en la avenida Montenegro 1416, local 8.
Cada diseño de los personajes de las libretas y cuadernos lleva un texto que revela algo de su naturaleza. No sólo se trata de mostrar un espíritu diferente de estos íconos dentro de la cultura nacional, sino de revelarlos a quienes no los conocen, con el objetivo de producir, entre muchas otras, un sentimiento de orgullo boliviano.
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