viernes, 30 de noviembre de 2012

Un libro realista y concreto: Los Dilemas de la Minería baja competitividad y falta de inversiones

Nota especial.- En Perspectiva Minera, agradecemos el aporte informativo que nos brinda el autor, Henry Oporto, con un excelente resumen del libro "Los Dilemas de la Minería" y cuya autoría corresponde también a los ex ministros de minería, Dionisio Garzón y Jorge Espinoza (nuestro colaborador) además de Pedro Portugal. Se trata de un enfoque realista y concreto de la situación actual de la minería boliviana. El Editor.

Bolivia parece haber transitado de la ilusión por la bonanza minera a un estado de inquietud, al ver como la riqueza minera se convierte en la manzana de la discordia entre grupos dispuestos a destruirse mutuamente por una veta de mineral. Pero esta imagen no es sino la punta del iceberg. La roca profunda contiene una carga quizás más nociva aún. Es un coctel complejo de muchas cosas: el efecto de la volatilidad de los precios internacionales de los minerales y con tendencia a la baja (de hecho, durante el primer semestre de 2012, la minería ha entrado en recesión); avidez por la explotación minera; rentismo corporativo que ha convertido al gobierno en rehén de la presión social; retorno a políticas improductivas de corte estatista y anti-inversión privada; ausencia de Estado de derecho que hace de la minería un mundo sin ley ni orden. Casi la tormenta perfecta.

Pero el problema no es tanto la incertidumbre por la inestabilidad de los precios; ni siquiera es la lucha fratricida de las facciones de mineros. La cuestión medular es la baja competitividad de la minería boliviana y el déficit de inversiones. Este es el tema central de los estudios de Henry Oporto, Dionisio Garzón, Jorge Espinoza y Pedro Portugal, reunidos en el libro Los dilemas de la minería, de reciente publicación.

Promedio anual de conflictos mineros por períodos (datos de CERES)





FIGURA 1 PARA EL MINERO



La minería privada estrangulada

En efecto, las escasas inversiones no permiten sustentar un desarrollo robusto y de largo plazo de la actividad minera. El proceso que comenzó en los años noventa, con importantes inversiones de riesgo, que fueron madurando en más de una década, ha perdido impulso y prácticamente se ha interrumpido. La situación hoy es incluso de desinversión de capitales, como efecto de los ataques a la minería privada, el desalojo forzado de empresas, la cancelación de contratos de exploración y explotación de área mineras.

En 2011, la minería mediana representó el 60% del total de las exportaciones mineras; en cambio, al primer semestre de 2012 su participación cae al 48.7% de las exportaciones nacionales, y con tendencia a una mayor reducción. Menores exportaciones de la minería mediana suponen que el país percibe menos ingresos fiscales, ya que de este sector provienen los impuestos y regalías más altas. De hecho, la suma de la regalía que la minería mediana paga es el 66.6% del total de las regalías mineras; más del doble de lo que el Estado recauda por las regalías del sector cooperativo (28% del total). Comibol aporta apenas el 5.1% de las regalías mineras.

De otro lado, la presión tributaria sobre la minería privada es asfixiante. La regalía minera en Bolivia es más del 200% de la regalía que se paga en Chile y en Perú, y 100% más que lo que se paga en Argentina. También el impuesto a las utilidades en la minería boliviana es mucho más alto que en países vecinos:



Impuesto sobre Utilidades de las Empresas (perspectiva comparada)



Concepto Bolivia Argentina Chile Perú

Impuesto 37.5% 35% 17% 30%

sobre

utilidades



Impuesto por 12.5% 0 18% 4.1%

Remesa de

dividendos

Total 45.3% 35% 35% 32.9%



Por si fuera poco, el proyecto de Ley de Minería pretende subir la regalía minera por sobre el nivel actual de 6%; asimismo, elevar el impuesto por remesa de dividendos de 12.5% a 25%. Con ello, la participación del Estado (gobernment take) en la renta minera subiría al 67%; dos de cada 3 dólares generados por los productores mineros serían apropiados por el Estado. Peor aún: si se impone el criterio de que COMIBOL participe en los proyectos ejecutados por empresas privadas, percibiendo el 55% del valor de la producción, la participación tributaria del Estado subiría hasta un 91%. Con ese tratamiento tributario, ¿habrá quién quiera invertir en Bolivia?

La encrucijada

El sector privado está siendo estrangulado, al punto que la minería podría reducirse a un puñado de empresas estatales, de dudosa viabilidad, y un extenso conglomerado de pequeñas operaciones de cooperativas y productores informales (¿un minifundio minero?), con el resultado previsible de un estancamiento general de la actividad minera.

La encrucijada es dramática: o seguimos un camino destructivo que hará retroceder por décadas a la minería, o buscamos un golpe de timón para reencauzar la política minera hacia el desafío de la competitividad y la modernización, en un contexto de apertura y garantías a la iniciativa privada, el rol eficaz del Estado en la promoción de la industria minera y la participación de una gama amplia de pequeños productores articulados a cadenas de producción, transformación y exportación minera.

Los dilemas de la minería es una obra que interpela a la sociedad con respecto a la situación de un sector crítico para la economía nacional. Su propósito es también contribuir a una tarea imprescindible en Bolivia: diseñar políticas mineras asentadas en la realidad y con visión de futuro, alejadas de los espejismos ideológicos, tanto como de la improvisación y el populismo demagógico.

(*) Sociólogo, coautor y editor de los "Dilemas de la Minería". Fundación Pazos Kanki. 2012.

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