Este año, el Estado boliviano consolidó cinco ferias del libro que se suman a las tres ya instituidas por las cámaras del libro de La Paz, Cochabamba y Santa Cruz.
“La idea es llegar sobre todo a las áreas rurales, pero también a ciudades pequeñas”, señaló Erick López, jefe de Unidad de Industrias Culturales del Ministerio de Culturas.
“Durante esta gestión, los municipios de Villa Tunari (Cochabamba) y de Llallagua (Potosí) consolidaron sus ferias del libro”, declaró López.
El funcionario detalló que este año también se organizaron encuentros literarios en Tarija y El Alto, y que Sucre tuvo por primera vez una feria internacional del libro. “Tuvimos una respuesta positiva del público y calculamos que fuera de las ferias tradicionales del eje troncal, recibimos en total más de 50.000 visitantes”.
Según López, el Ministerio de Culturas apoya la organización de las ferias a través del envío del material bibliográfico, dotación de insumos, pago de algunos servicios básicos, publicidad, gestión para la llegada de invitados y logística. “Les damos un apoyo económico para los gastos de coordinación y la idea es que en un futuro las ferias sean sustentadas y organizadas por los mismos pobladores”, dijo.
Para la organización de las ferias, Culturas coordina con la Cámara Boliviana del Libro, instituciones públicas, bibliotecas de los municipios y sociedades de escritores y de ciudadanos.
El funcionario no pudo precisar cuánto invierte el ministerio en la organización de las ferias; sin embargo, adelantó que para el próximo año se espera llegar a más municipios del país.
“Organizaremos ferias en los municipios tarijeños de Camiri y Yacuiba. Ya tenemos un cronograma para llegar a más poblaciones del área rural”, sostuvo y luego indicó que también se sumarán a la iniciativa los municipios de Trinidad, Cobija y Oruro.
“La llegada de las ferias a varias regiones es una iniciativa positiva que ayuda a las editoriales paceñas a mostrar su material en el resto del país”, aseguró Patricia Navarro, de la Cámara del Libro de La Paz. “Apoyamos la realización de estas ferias porque permiten a nuestros socios promocionarse. Creemos que es una manera de llevar los libros y a sus autores a más gente”, dijo.
Carlos Azurduy, de la editorial La Hoguera, señaló que estas ferias son un importante impulso para la literatura boliviana y sus escritores . “Las editoriales tratamos de asistir y participar en cada una de las ferias, pero pienso que falta coordinación entre el Ministerio de Culturas y las editoriales porque muchas veces nos avisan a última hora y no siempre es posible asistir”, indicó.
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