domingo, 25 de noviembre de 2012

La poesía crítica de blanca garnica


Alfileres y alfiles, el más reciente poemario de la Blanca Garnica publicado por Editorial Plural, marca un hito importante dentro de las letras bolivianas. En el estilo característicamente escueto pero contundente que Garnica ha desarrollado y pulido a lo largo de casi tres décadas, los versos de Alfileres y alfiles rechazan con vehemencia, tanto en palabra y obra, la palabra frívola y azarosa así como los desgastados y frívolos artificios lenguaje. Su propuesta estética se halla, además, apuntalada con un enfoque crítico y comprometido con la expresión artística como forma fundamental de libertad, como se puede ver desde el poema que inaugura. Este compromiso se hace evidente en el poema con el que abre su reflexión.

– El palote
de la escritura infantil
cubría su presencia
– De pronto
una mano gigante
desbarató el juego
con las palabras
– Su esquina
sin cuadrante
Si bien Garnica se inspira en lo autobiográfico, lo hace de tal forma que supera la empresa narcisista, eligiendo vivencias comunes, casi universales: la consciencia del tiempo y la muerte, la pérdida y recuperación de la palabra de los seres amados desde la memoria, el autocuestionamiento, olvido y la búsqueda constante de la voz, el reproche y la epifanía. Sus versos intensamente honestos y plenos de poderosas imágenes intimistas se desenvuelven en los escenarios más sorprendentes. En algunos, utiliza la esfera de lo cotidiano – la cocina, la recámara – como microcosmos para poner en evidencia los gambitos que se despliegan dentro del juego social más básico, el de la pareja. En otros, alude a construcciones sociales – el canon literario, el falocentrismo – para exponer en éstos mecanismos de silenciamiento que sostienen un orden simbólico que privilegia lo masculino, cuya injerencia se extiende hasta el ámbito de lo privado. Así, se puede entender que Alfileres y alfiles continúa la reflexión iniciada por la escritora en obras anteriores, particularmente Alfileres de plata (2000) poemario que recibió varias distinciones internacionales. Sin embargo, sus poemas actuales cobran una dirección distinta, que contrasta con los anteriores. Su reflexión se ha expandido para reflexionar sobre lo femenino ya no sólo desde lo personal sino hacia lo colectivo, revelando el entramado invisible que se extiende desde lo individual hacia el conjunto social y viceversa.
– Como gallinas de cuento
algunas de las mujeres –
buscamos la preñez
– Luego los cacareos
nos pintan la morada
– Algún macho
repite la epopeya
acullá y acullí
Así, no se limita a mostrar a la mujer como víctima que es silenciada intelectual, física y psíquicamente. Tampoco se detiene en la crítica distanciada e impersonal de quienes optan por la táctica de la participación en esta dinámica a cambio de ganancia posicional o material. Todo lo contrario: Garnica se incluye, asumiendo y confesando la complicidad que hace posible el silencio de una, de otras, de todas. Al hacer esto, evita que la obra caiga en el retórico hipócrita, puesto que negar la complicidad resultaría en una paradoja contraproducente. Al juzgar al colectivo, la autora asumiría una posición moralista que la distanciaría como individuo y relegaría a las demás a la Otredad. Así, fortalecería el sistema que ella misma está denunciando sin interpelarlo. Entenderse y confesarse como partícipe del silencio y el silenciamiento, entonces, es la única forma posible de redención y de romper el silencio. De esta manera, Garnica supera las limitaciones estéticas y falsas epifanías que encasillan la poesía actual, ya que sostiene su propuesta poética con un sentido estructuralmente ético, lo cual lleva su obra más allá de lo simplemente reflexivo, pues la convierte en un acto de habla, una palabra que es, también, acción.

Detrás de la aparentemente inofensiva sencillez de los versos de Alfileres y alfiles se esconde una obra compleja y orgánica. Es compleja porque permite generar múltiples niveles de lectura desde la teorización académica – ya que resuena con las contribuciones de la teoría post-feminista, el análisis lacaniano, la sicología analítica jungiana, entre otras. No obstante, el dominio magistral con el que Garnica emplea la ambigüedad poética le confiere a los versos un espíritu generoso, que esquiva las trampas del hermetismo superfluo y las pirotecnias lingüísticas. Así, los poemas no sólo se abren a la participación de una amplia audiencia lectora sino que la invita. Cada verso puede valer por sí mismo, como unidad independiente y sustentada con un sentido propio. Sin embargo, adquieren mayor fuerza al entenderse como partes de un todo, vinculados no sólo por una búsqueda consistente de sentido sino como elementos estratégicos dentro de una narrativa que permite hilvanar este poemario con las anteriores obras de la artista y rastrear una evolución estilística y reflexiva de fascinante lucidez.

No hay comentarios:

Publicar un comentario