viernes, 9 de noviembre de 2012

"Lobo Azul": Metáforas profundas del escritor Jorge Encinas Cladera

"Lobo Azul", es recomendada por la escritora y poeta Marlene Durán, porque en este trabajo se puede apreciar una serie de metáforas sobre la presencia de este animal salvaje, protagonista en muchas de las fábulas y cuentos, la presentación se realizó ayer por la noche en el Club Oruro.

Son 83 escritos en prosa, con un orden acentuado, presenta a un compañero imaginario y a la vez real, al que describe en la obra como un lobo de color, percibiendo su presencia por el sonido de su aullido melancólico.

El escritor describe esta presencia canina como parte de su angustia metafísica, en sus versos describe la filosofía de la vida que a Durán le recuerdan los diálogos del filosofo Platón.

Para que el público se dé cuenta del tipo de filosofía que contiene la obra, Durán cita al autor, Encinas, "Cuando dejé mi cielo mi amor puro se rompió, de su herida surgió el canto de la lira de ámbar y brotaron de mi alma una gaviota y un piano sin fin, hoy no canto en las estepas, mi pena aúlla dolida y llega la próxima mañana quedo azul en mi agonía".

El autor, en la alborada, al mediodía, en el ocaso o en la penumbra de la noche iluminada por la luna de plata, evoca a la fiera que acude a la cita, aturdido y desvelado por contar sus sentimientos tiembla por los peligros, por la agresividad del hombre y aúlla para comunicarse.

Expresa su recelo y rememora a San Francisco de Asís, que nunca temió a bestia alguna, al contrario, con toda su humildad enfrentó su desasosiego. San Francisco, se dio cuenta que el hombre destruye a su propia especie, "hay humanos que son peores que los animales", expresa el escritor en su obra.

Así también rememora a Rómulo y Remo, dos infantes que fueron amamantados por una loba, el cuento lejano de la Caperucita Roja, hasta que en todas sus narraciones identifica al Lobo Azul y señala Encinas "lenta lágrima triste de ayer corroído riegas con tus jugos a la verdad que no es estéril, es tan solo la cobardía que anida en los labios, es el acíbar que agrieta las heridas, lastima, el amor se fundió en su intento, entonces sentí que ya no tenía boca, un hocico se reflejaba en el espejo de mi alma".

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