3 novelas pioneras

Las obras “Claudina" de José S. de Oteiza, “Juan de la Rosa” de Nataniel Aguirre y “La isla” de Manuel M. Caballero son calificadas como las tres primeras e importantes novelas escritas en este género en Bolivia. El poeta, escritor y miembro de la Fundación Cultural del Banco Central de Bolivia (FCBCB), Homero Carvalho, apunta que estos libros son exclusivos para la literatura boliviana. La afirmación coincide con el proyecto que surgió el año 2009, dirigido por el Ministerio de Culturas, la Embajada de España y el Comité Editorial, que nombró la obra de Aguirre entre las “15 novelas fundamentales”.

De mucha importancia Carvalho destacó que "Claudina" fue encontrada en el depósito del Banco Central de Bolivia recientemente. "Son muy importantes por que dan el imaginario que necesitan los pueblos para su identidad", manifestó. En el caso de "Claudina" no existen más ejemplares, mientras que en obras como “La Isla” las reediciones se hicieron en varias editoriales nacionales. Por su parte, Juan de la Rosa tiene una importancia significativa al escribirse en este género. “Es la primera vez que se escribe una novela que tiene que ver con un hecho histórico como fue la guerra de la independencia”, añadió Carvalho.

Juan de la Rosa
Publicada por Nataniel Aguirre en 1885, su primer título fue “Cochabamba. Memorias del último soldado de la independencia”. Ya en su segunda edición, la esposa, en ese entonces viuda del autor, le puso el nombre del protagonista al título. La novela está escrita como memorias de un veterano coronel de la guerra de independencia en Bolivia.

Claudina
El escritor José S. de Oteiza narra una trágica historia de amor que data de 1855 y fue editada en La Paz. El único ejemplar de la novela es conservado en la biblioteca del Banco Central de Bolivia (BCB). La novela es ambientada en La Paz, en los alrededores de Urmiri, un pequeño cerro al sur del Illimani y en cada escena se hace énfasis en las características del clima y de los paisajes de La Paz.

La isla
La novela, publicada en el año 1864 por Manuel María Caballero, fue ambientada en la zona lacustre del altiplano boliviano. El autor es una figura muy importante en el departamento cruceño, al punto de que una de sus provincias lleva su nombre.