domingo, 22 de agosto de 2010

Guido Indij | Coordinador general de la Alianza Internacional de Editores Independientes : «Latinoamérica tiene dificultades en la circulación de libros»

A lo largo de sus 15 versiones, una de las quejas que se escuchaba constantemente sobre la Feria del libro de La Paz (FIL) era la ausencia de nuevos títulos. En ese sentido, quizás el más importante de los dos invitados que la feria paceña presenta en esta ocasión (el otro es Italia y los escritores Enrico Testa y Gianni Morelli) sea la Alianza Internacional de Editores Independientes, organización que en esta oportunidad conglomera a más de 20 editoriales que ofertan algo más de 600 títulos absolutamente nuevos.
La Alianza, organismo de presencia global que se constituye en una opción vital frente al avasallamiento de los grandes grupos editoriales, está representada en América Latina por la Red hispanohablante de la que es coordinador general el argentino Guido Indij, que resalta los objetivos de esta importante organización.
-¿Cuál es la misión o el objetivo central de la Alianza?
-La Alianza entiende que la única vía que tienen los editores independientes de sobrevivir y defender sus posiciones es trabajando mancomunadamente, por lo que trata de construir redes de trabajo con distintos objetivos específicos, pero movilizadas todas por un objetivo común, que es defender lo que llamamos la bibliodiversidad, a través de distintos programas de apoyo a las coediciones internacionales, participación en ferias del libro y la publicación conjunta de materiales necesarios que, de otra manera, una editorial por sí sola posiblemente no publicaría.
- ¿Se trabaja, entonces, siempre de forma conjunta?
- Cada red de trabajo desarrolla sus propios proyectos. Yo estoy a cargo de la Red hispanohablante hace más o menos un año, y en ese tiempo estamos desarrollando varios proyectos editoriales y tratamos de reunirnos. Si bien estamos continuamente comunicados vía Internet por teléfono, tratamos de mantener un contacto más personal a través del cual establecer líneas de diálogo entre distintas editoriales y países.
- ¿Con cuántos miembros cuenta actualmente la Alianza y la Red hispanohablante?
- A escala global tenemos presencia en 45 países, pero el número final de miembros no es fijo, ya que constantemente se van añadiendo socios. En la Red hispanohablante somos 129 editores, repartidos en diez países, entre socios directos de la Alianza y miembros de colectivos. Así, por ejemplo, mediante el concurso de José Antonio Quiroga (director de Plural y coordinador del Programa de coediciones regionales de la Red hispanohablante) en este momento Bolivia está discutiendo la conformación de un colectivo de editores bolivianos que aplicará a la Alianza para ser reconocido como miembro (compuesto por Plural, La Hoguera, El País, Gente Común y Muela del Diablo).
Entiendo que uno de los objetivos de la Red hispanohablante es conformar una especie de respuesta al tráfico editorial que a Latinoamérica llega desde España, diseñar un movimiento que proponga alternativas al sentido único en que se mueven los libros entre nosotros y los países desarrollados.
En términos generales, la Alianza ve el tráfico de libros en términos de norte y sur, un comercio que se origina de arriba a abajo. En específico, la Red hispanohablante se concentra en el intercambio con España, al observar que en promedio la cantidad de libros que se importan desde allí hasta América Latina es 20 ó 30 veces mayor que la cantidad de libros que América Latina en su conjunto exporta a España. Pero, además, los latinoamericanos tenemos grandes dificultades en lo que respecta a la circulación de libros entre nuestros propios países. Yo, por ejemplo, me tomo un avión para venir a La Paz y antes de hacerlo tengo que cambiar pesos argentinos por dólares, y una vez que llego aquí tengo que vender esos dólares para comprar bolivianos. Lo que sucede es que tenemos una triangulación por el dólar que, en mayor escala, dificulta mucho los temas de compra-venta y de intercambio de materiales. Latinoamérica es grande y tiene una gran cantidad de lectores, pero está muy compartimentada dentro de su espacio geográfico. Los libros, como los conocemos hoy, son pesados y transportarlos implica un costo elevado. Así, y como evidencia de esta dificultad, se puede ver el caso de, digamos, un editor argentino, para quien puede resultar más fácil exportar sus libros a Estados Unidos o a España que a Chile, Uruguay o Bolivia.
- Como lector, editor y coordinador de la Red hispanohablante de la Alianza, ¿qué espera de esta Feria Internacional del Libro de La Paz?
- Personalmente ésta es una buena oportunidad para conocer un país al que siempre había querido venir, conocer el circuito de librerías y distribuidores, y ver el funcionamiento de editoriales. Fuera de ello, como Alianza, esta oportunidad nos sirve para construir un espacio de trabajo.

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