Cochabamba tiene atractivos lugares que, lamentablemente, se están perdiendo en el descuido. Por la falta de difusión y promoción de determinadas zonas que están vinculadas históricamente a la creación de esta hermosa ciudad, las mismas van desapareciendo. Tal es el caso de barrio popular conocido como el Kullco, ubicado en la zona oeste de la ciudad, dentro de las márgenes de las calles General Achá, Ladislao Cabrera y Junín, hasta la ribera del río Rocha. Hoy, lamentablemente, queda muy poco para apreciar el valor arquitectónico del lugar.
Otro barrio mucho más importante viene a ser El Pueblito, ubicado en la zona de Tupuraya, un lugar muy atractivo y cuya riqueza cultural está descrita en la publicación de un libro escrito por el periodista cochabambino Ignacio Orellana Vargas. Producto de una investigación, cuyos relatos da una retrospectiva de casi ochenta años, este trabajo lleva el título de “Un ‘pueblito’ en la ciudad”.
FUNDACIÓN En una reciente entrevista realizada en el programa radial Pentagrama del Recuerdo, el autor manifestó que la obra tiene una lectura amena y describe el costumbrismo ancestral de un sitio que fue habitado, se dice, por dos culturas quechuas en el periodo precolombino. Según investigaciones antropológicas, existe una hipótesis de que la ciudad de Cochabamba se fundó en este lugar.
En siete capítulos y varios subtítulos se citan las tradiciones, apellidos de familias "decanas", la comida lugareña, las características de flora y fauna, además de la cultura del procesamiento de la chicha, dejada por moradores antiguos, cuya actividad permitió construir importantes obras para la sociedad. A través de los impuestos que pagaban los elaboradores de este producto se construyeron por ejemplo el Hospital “Viedma", el estadio "Félix Capriles" y varios colegios y escuelas.
SERENATAS En otro de los capítulos se habla de las "Serenatas a las Buenas Mozas" en edad casadera, y se recuerda a eximios charanguistas, guitarristas y vientistas que marcaron época en las décadas del 40 y 50. También se hace referencia a un cementerio que durante muchísimos años funcionó en la zona, hasta la década del 60. Otro de los temas, no menos interesantes, describe los apodos y sobrenombres que se utilizaron para identificar a muchos vecinos de la legendaria Tupuraya, denominada ahora como "El Pueblito".
Hay frases tan amenas y divertidas en el libro como las siguientes: "Lo comido y lo bailado, no te quita ni el potentado", "Nogaygupis, Ganqunapis, viva Tupuraya maypillapis", "Todo vale, con tal de verla", "Por qué no vamos a Tupuraya, a comer uchu-mikunitas", y varios términos populares que destacaba el periodista Alfredo Medrano en sus notas, como un defensor del patrimonio cultural cochabambino.
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