Carla María Berdegué, propietaria de Lectura, no puede ocultar su pesar. Después de diez años en Santa Cruz, la librería ubicada en la Monseñor Rivero cerrará sus puertas, la segunda en lo que va del año (en enero hizo lo propio Cunumi Letrao). “No nos ha ido mal, tampoco cerramos en rojo, pero no hemos tenido el suficiente crecimiento... ¡Los números no dan!”, dice Berdegué.
Pero, ¿por qué esta decisión? Según la propietaria, muchas pueden ser las causas, como lo complicado que ha sido ejercer la administración desde La Paz, donde vive y tiene dos librerías, hasta una arraigada piratería con la que es difícil competir en precios.
“Aquí (la piratería) está mucho más extendida que en La Paz, incluso está establecida en tiendas. Santa Cruz es un misterio. Hemos intentado quedarnos, pero no hemos llegado como deberíamos”, afirma la propietaria, que lleva 13 años en la sede de Gobierno.
“En nuestra tienda más chica tenemos el doble de venta que aquí”, asegura, mientras acomoda los libros que pondrá en oferta hasta el 28 de febrero cuando cierre las puertas de su local. Los lectores pueden, desde ya, acceder a descuentos de hasta un 50% y los libreros tendrán precios preferenciales.
Berdegué anticipa que, pese al cierre físico de Lectura, está contemplado otras alternativas que le permita “mantener lo sembrado y no dejar del todo” a su clientela. Por ello participará en la Feria del Libro, donde sí ha tenido buenos resultados, además de ofrecer sus productos por la Internet. /AIS
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