viernes, 28 de enero de 2011

Presentaron El cadete Vargas Llosa en Madrid

El espíritu de lucha contra el autoritarismo y de defensa de la democracia que enarbola Mario Vargas Llosa se forjó en el Colegio Militar Leoncio Prado de Lima, al que ingresó cuando era un adolescente y cuyas vivencias nutrieron su primera novela La ciudad y los perros.

Esta es una de las deducciones a las que llegó el peruano Sergio Vilela, quien ahondó en esa etapa del Premio Nobel, una de las menos conocidas del escritor y que ha quedado reflejada en El cadete Vargas Llosa, que ayer se presentó en Madrid.

El Centro de Arte Moderno de la capital española servirá de escenario a Vilela para dar a conocer un texto, a caballo entre la crónica y el reportaje, que publicó en 2003 en Perú, pero que ahora, actualizado, cobra de nuevo interés con la concesión del Nobel al autor de La casa verde.

El autor sostiene en una entrevista que el hecho de que Vargas Llosa, a los 14 años, viviese en “carne propia” lo que significa estar bajo un régimen militar con “reglas muy duras”, además de despertar su espíritu de “la lucha por la libertad y contra el autoritarismo”, le convirtió en una persona con “disciplina” y le aportó una nueva visión “crítica” de Perú.

Quizás la conclusión más significativa a la que ha llegado Sergio Vilela a raíz de sus indagaciones es que fue en aquella época de formación, en el Colegio Militar Leoncio Prado, cuando Mario Vargas Llosa se fraguó como escritor.

“Cuando te quedas castigado por no haber cumplido reglas, tienes mucho tiempo para leer”, afirma Vilela, y enfatiza en cómo el joven escritor se refugió en la lectura y en la escritura para evadirse de la dureza de las reglas militares del Leoncio Prado.


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