Lo mejor que papás y mamás pueden hacer para ayudar a sus hijos a tener éxito en la escuela y en la vida es dirigirlos hacia los libros. Es en la lectura que las personas encuentran, a diario, los suficientes conocimientos para superar cada paso, es la clave para el aprendizaje de toda la vida.
La buena noticia es que no importa cuánto tiempo tarden los niños en aprender a leer, prácticamente todos llegan a hacerlo con facilidad. Es posible que una minoría tenga algún problema de aprendizaje, pero los padres, maestros y otros profesionales deben trabajar para proporcionarle la ayuda necesaria tan pronto como sea posible. A ésto se debe sumar el aliento constante y el elogio a sus esfuerzos. Así superarán sus dificultades y desarrollarán las destrezas necesarias para tener éxito en la escuela.
ESTIMULACIÓN DESDE EL VIENTRE
Algo que los padres deben tener en cuenta es que la estimulación y motivación desde el vientre es muy importante para que los niños gusten de la lectura a futuro, explica la psicopedagoga Lizeth Martínez. “Las madres gestantes pueden hacer que sus bebés escuchen música suave y, también, deben leer mucho para estimular al bebé”.
Una vez que los niños nacen, se les puede incentivar haciendo que escuchen música, repitiendo algunos sonidos para que ellos vayan conociendo y reconociendo.
A medida que vayan creciendo, ellos mostrarán su avance garabateando papeles y sintiendo curiosidad por ver algunos cuentos en los que los dibujos y colores resalten.
“Cuando están entrando a la etapa preescolar (jardines infantiles) deben ser motivados visualmente con colores y dibujos grandes por parte de sus cuidadoras. Ésto debe ser reforzado en casa”, señala.
Si ha aprovechado la etapa de la prescripción visual cuando correspondía, después tocará hacer la estimulación de forma adecuada. “Ésto quiere decir que no se debe adelantar al niño, sino trabajar de acuerdo a la edad que tiene para que el desarrollo en la etapa de lectura no le sea dificultoso”, afirma.
MÉTODO TRADICIONAL
Antes los maestros, que por lo general son los que inician a los niños en la lectura, solían utilizar el método silábico o tradicional, que consistía en ir formando sílabas y luego consonantes para que los niños repitan. Hoy se les enseña a leer palabras completas, y se les explica el concepto, por ejemplo mesa (sirve para apoyar objetos). Sino se les explica el significado, ellos van formando conceptos abstractos y ésto hace que la lectura no les guste, pues no entienden lo que leen.
Si bien el hábito de lectura debe irse incrementando dependiendo de la edad, no se debe cometer el terrible error de darles textos aburridos o cansadores. Aquí van algunos consejos para ayudar a que su niño se desarrolle como un buen lector.
1. QUE LEER SEA PARTE DE SU VIDA
Cuando su niño todavía es un bebé, la lectura en voz alta debe integrar su rutina diaria. Al principio, lea sólo algunos minutos por sesión, varias veces al día. A medida que su niño vaya creciendo, podrá determinar si él quiere que se le lea más. Hable con su niño mientras lea, trate de explicarle cada párrafo que se concluya. Cuando esté más grande, seguramente tendrá algunas preguntas sobre lo que se ha leído, nunca lo deje con dudas, aliéntelo a que hable sobre la historia que están leyendo. Pregúntele qué cree que va a suceder después en la historia. Y ya cuando él comience a leer por su cuenta, pídale que le lea a usted los libros y las revistas que más disfruta.
2. OFREZCA LIBROS ADECUADOS
Asegúrese que su hogar esté lleno de materiales de lectura que sean adecuados y agradables para su hijo. Mantenga una buena selección de revistas y periódicos en casa. Los materiales de lectura no tienen que ser nuevos o muy caros, así que pierda cuidado en ese aspecto. Puede encontrar buenos libros y revistas para su hijo en algunos puestos de su barrio, aproveche cuando haya alguna feria de libros o acuda a aquellos lugares donde se rematan textos que pueden interesarle a usted y al pequeño. Consiga al principio los que hablan de su personaje favorito.
3. VISITE LA BIBLIOTECA
Demuéstrele que valora la lectura. Deje que su niño le vea leyendo por placer y mientras desempeña sus actividades adultas rutinarias. Puede experimentar leyendo cartas, direcciones e instrucciones, periódicos, revistas e incluso recetas. También puede usar la computadora. Otra cosa muy importante es hacer que el chico le acompañe a la biblioteca y le ayude a seleccionar libros.
Cuando su niño o niña vea que la lectura es importante para usted, es mucho más probable que decida que ese hábito también deba formar parte de su vida. Si siente al pequeño incómodo con sus propias destrezas de lectura, hable con la bibliotecaria o con la escuela para identificar programas de lectura y alfabetismo que puedan ser compartidos con su hijo en esos momentos donde están solos los dos.
4. ¿DIFICULTADES AL LEER?
Si su hijo demuestra dificultades al leer, debe buscar ayuda. Cuando un niño tiene problemas con la lectura a veces la razón puede ser muy sencilla de identificar y resolver. Por ejemplo, si pudiera tener problemas de visión y necesita utilizar lentes o quizás sólo requiera un poco de ayuda individual para fortalecer alguna destreza de lectura. Si piensa que su niño necesita más ayuda, visite a su maestro y hable con él sobre servicios especiales que puedan fortalecer esta debilidad. Existen centros con programas de lectura a los que se puede asistir después de la escuela. Pídale al pequeño que practique en voz alta en los momentos libres en casa, le ayudará a ser más seguro.
5. LOS PRIMEROS SEIS AÑOS
Durante los primeros seis años, los niños aprenden a hablar, a escuchar historias que se les lee en voz alta, fingen leer, empiezan a manipular los libros, identifican letras por su nombre y su forma, así como los sonidos individuales en el habla. Escriben con garabatos y dibujos y, a medida que pasa el tiempo, conectan letras individuales con los sonidos que representan. Relacionan lo que ya saben con las lecturas que escuchan, e incluso pueden resumir y predecir lo que sucederá en las historias; conectan combinaciones de letras con sonidos, y hasta reconocen palabras sencillas escritas. Escriben letras del abecedario, luego palabras y después ya pueden comunicarse por escrito.
6. EL APRENDIZAJE DE LO BÁSICO
Antes de los cuatro años, los niños ya deben conocer las figuras geométricas básicas (círculo, cuadrado, triángulo, rectángulo) los colores, los números y las vocales. Deben manipular bien los libros y practicar juegos llamativos sensorialmente (plastilinas, bloques), ésto para que desarrollen bien su percepción. Cuando empiecen a manejar el lenguaje hablado, podrán percibir mejor y, por tanto, comunicarse adecuadamente. Ésto hará que luego su lectura sea más profunda porque entenderán todo lo que leen. Es importante dialogar sobre las palabras nuevas, porque esto enriquecerá su vocabulario.
7. DEJE QUE LEA SUS TEXTOS FAVORITOS
Tenga en mente que no todos los niños aprenden al mismo paso. Y a pesar de aprender cosas nuevas, pueden tener sus cosas favoritas, libros y actividades que aprendieron en años anteriores y que todavía disfrutan. Usted puede decidir cuáles son las actividades que encajan mejor con su temperamento. Mientras su hijo lee tome algunas pausas. Aprovéchelas y pregúntele sobre los dibujos y lo que está sucediendo en la historia. Al terminar la lectura, pídale que le haga un resumen, pregúntele cuál fue el personaje que más le gustó, cuál fue el peor y el porqué.
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