sábado, 24 de octubre de 2015

LA NOVENA VERSIÓN DE LA FERIA INTERNACIONAL DEL LIBRO COCHABAMBA.

El pasado jueves, hasta el domingo 25 de este mes, la Feria Internacional del Libro Cochabamba (FILC) levó anclas para zarpar hacia su novena versión que no podría estar mejor expresada que en el lema “Un mar de libros”, evento que se constituye en el epicentro donde confluyen lectores de todas las edades, escritores, editoriales e instituciones culturales y gubernamentales.

René Rivera Miranda, Presidente del Directorio de la Cámara Departamental del Libro de Cochabamba, sobre quien recayó, junto a su equipo, la responsabilidad de realizar esta versión de la FILC, sostiene que este año todo el empeño estuvo centrado en realizar una mejor muestra ferial, con relación a las anteriores, cualitativa y cuantitativamente, pero también en lo referente a representatividad y equidad, sin perder de norte que si bien un evento de este tipo tiene un aspecto comercial, también tiene uno cultural, que es su esencia, por el carácter especial de los productos que oferta.

¿Cómo lograr ese propósito? Fue necesaria —nos dice Rivera— una autoevaluación, tomando como referencia las ferias de los años anteriores, para poder identificar los errores, con el fin de rectificarlos, y las potencialidades, para fortalecerlas.



UNA DOSIS DE AUTOCRÍTICA

Algo que ha preocupado, de manera especial a los organizadores, es el hecho de que la cifra promedio de 20.000 asistentes por año que se ha mantenido constante. “¿Cómo es posible que en 10 días de Feria del Libro en Cochabamba no pasemos de las 20.000 personas?”, se cuestiona Rivera. En ese sentido, uno de los desafíos más importantes para este año fue desarrollar una serie de estrategias orientadas a incrementar la cantidad de visitantes.

En anteriores años se intentó revertir la baja cantidad de visitantes a la FILC, si tomamos como referencia que a las ferias del libro de La Paz y Santa Cruz asisten más de 100.000 personas a cada una, probando la realización de la misma en distintos lugares: la Feicobol, el Club Social, el Hotel Cochabamba, el Coliseo de la Universidad Mayor de San Simón. Sin embargo, el problema no se resolvió.

Otra preocupación, en la cual el equipo organizador puso especial atención, en coordinación con todas las entidades participantes del evento, es el referido a los precios y a la calidad de las ofertas bibliográficas que se están realizando.



ALGUNAS ESTRATEGIAS

“Este año volvimos a la Feicobol, guiados por un criterio simple: ha sido construida para hacer precisamente ferias. Estamos instalados en el pabellón Cochabamba, que consta de iluminación, ventilación y estética adecuadas”, afirma Rivera.

Con el fin de que la distancia en la que se encuentra en recinto ferial, algo alejado del centro de la ciudad, no sea una excusa para no asistir, se han puesto buses a disposición de las personas, en cuatro puntos estratégicos de la ciudad —en la plazuela Corazonistas, para las que viven en Quillacollo; la plaza Colón, para las del centro de la ciudad; el parque Kanata, para las que habitan la zona sud de la ciudad, y el Jardín Botánico, para las de Sacaba—, que las transportarán gratuitamente, desde las 16:00 hasta las 21:00, de lunes a jueves; y de viernes a domingo, desde las 10:00 hasta las 21:00.

Por otro lado, el 2013 se aprobó la Ley del Libro y la Lectura “Óscar Alfaro”, que quita el valor impositivo al libro 15 por ciento menos. En el marco de esa normativa, se consensuó, con las entidades asociadas a la Cámara Departamental del Libro y participantes de la feria, ofertar libros a precios atractivos y accesibles, que además sean ediciones originales y bien hechas. Se ha dado especial énfasis al tema del libro original, porque hay muchísimas obras piratas que se venden impunemente en nuestra ciudad.

También se obsequian libros, los niños no pagan el ingreso a la feria, así como las personas de la tercera edad.



EL TEMA CENTRAL DE LA FILC DE ESTE AÑO

El tema central de esta versión —además del literario— es la Guerra del Pacífico, que toca de manera especial la sensibilidad de la mayoría de los bolivianos y que goza de una vigorosa actualidad por las gestiones de nuestro país realizadas ante la Corte Internacional de La Haya.

Para desplegar todo lo que la FILC está ofreciendo respecto a esta temática, se decidió utilizar un pabellón extra, denominado “Mar para Bolivia”, dedicado exclusivamente al tema marítimo. El visitante puede encontrar en este espacio aspectos referidos a la Guerra del Pacífico —antecedentes, consecuencias y la historia de la contienda bélica en sí—, además del proceso de la demanda de Bolivia ante La Haya.

El pabellón está enriquecido con una exposición bibliográfica con todos los libros que posee el fondo de la Biblioteca Municipal “Jesús Lara”, de la Casa de la Cultura, referidos a la Guerra del Pacífico, institución municipal que está obsequiando catálogos de los títulos que exponen.

También está presente la Dirección Estratégica de Reivindicación Marítima (Diremar), que tiene el compromiso de distribuir gratuitamente 10.000 ejemplares de “El Libro del Mar”, y otros tantos de la obra “Yo quiero un mar, un mar azul para Bolivia”.

Finalmente, se invitó a personas versadas en el tema, y que además han estado involucradas de manera directa en la demanda boliviana ante La Haya, tales como Emerson Calderón Guzmán, secretario general de Diremar; Eduardo Rodríguez Veltzé, Carlos Mesa y Gustavo Rodríguez Ostria.

En este mismo marco, habrá una conferencia de los escritores Homero Carvalho y Adolfo Cáceres sobre la literatura referente a la Guerra del Pacífico, en la que hablarán sobre poesía y narrativa —cuento y novela—, respectivamente. Además se proyectarán la película “Amargo mar”, de Antonio Eguino, y 10 documentales sobre la Guerra del Pacífico, uno de ellos chileno, en una sala especial para este tipo de exhibiciones, denominada “Eduardo Abaroa”.

ENCUENTRO DE ESCRITORAS

Por primera vez, la FILC está reuniendo a mujeres que escriben, de los nueve departamentos de Bolivia. El objetivo de esta iniciativa es que la feria sea también un punto para que podamos conocer qué tipo de literatura se hace en las otras latitudes de nuestro país, en el marco de la equidad de género y de la representatividad.



¿QUÉ ENCONTRARÁN LOS NIÑOS EN LA FERIA?

Existe como novedad un espacio para niños, que apunta a formarlos como lectores. Este sector está desplegado en aproximadamente 300 metros cuadrados, donde los infantes pueden disfrutar de una ludoteca, origami, títeres y cuenta cuentos, para motivar a los chicos a que escuchen historias y luego las busquen en los libros.



OTROS ESPACIOS

A las asociaciones de escritores y a las editoriales pequeñas, que no tienen la posibilidad de alquilar un stand, los organizadores de esta muestra ferial decidieron proporcionarles gratuitamente una mesa y tres sillas a cada una de ellas, con el fin de que no queden al margen de este importante evento y puedan exponer sus producciones bibliográficas y venderlas. “Que no sea óbice el tema económico para que los escritores independientes carezcan de un espacio donde ofertar los libros que han publicado”, sostiene Rivera.



RECONOCIMIENTOS

A partir de este año, la FILC ha decidido instaurar de manera permanente un espacio donde escritores e instituciones que hayan hecho un aporte sustancial al engrandecimiento cultural de Cochabamba, sean reconocidos. En este sentido, en esta versión se destacará la labor de dos escritores y dos instituciones, iniciativa que se instaurará desde este año. En el caso de los escritores, se trata de Gaby Vallejo y Adolfo Cáceres, “queremos que haya equidad de género también en esto”, asevera Rivera; y en el de las instituciones, Los Amigos del Libro, que es la editorial más antigua de Bolivia, con 70 años de trayectoria, y T’uru Chapitas (Manchaditos de barro), biblioteca dirigida por Gaby Vallejo, que busca promover la lectura de una manera libre, llevando también esta actividad a cárceles, orfanatos y hospitales.



EDITORIALES NACIONALES Y EXTRANJERAS PRESENTES EN LA FILC

Este año participan editoriales nacionales como Plural, Nuevo Milenio, La Hoguera, Alfaguara, Canelas, Fe de Erratas, entre otras.

Estará también la Editorial 3600 de La Paz, de la cual su director, Marcel Ramírez, hará un coloquio sobre el estado actual de la literatura, que contará con la presencia del escritor Wilmer Urrelo Zarate.

De Perú está la Editorial Los Libros más Pequeños del Mundo, además de importadoras de libros de la Editorial EDB de España y Planeta de México.

En los tiempos que corren, donde aparentemente el papel está siendo desplazado por los formatos digitales, realizar una feria donde se ofertará material bibliográfico impreso en papel es definitivamente un reto. Otro es crear puentes entre las nuevas generaciones —muy inmersas en el uso de las nuevas tecnologías— y los libros. No obstante, “cuando alguien me dice, ahora se lee menos, hay menos libros impresos, creo que no es así. ¿Dónde compran libros digitales? En Estados Unidos y en Europa. En América Latina, no; en Bolivia, tampoco”, asevera Rivera, agregando que este año los visitantes a la FILC se encontrarán con ofertas accesibles, más presentaciones de libros y más expositores que la versión anterior. En lo que se refiere a cifras, René Rivera se muestra optimista respecto a aumentar el número de asistentes y recaudar un poco más.

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