domingo, 25 de octubre de 2015

Árbol de Papel: para aprender jugando


ÚNICO | UN ESPACIO PARA COMPARTIR EXPERIENCIAS DIVERTIDAS ENTRE NIÑOS Y ADULTOS, EN UN AMBIENTE SOCIAL, CULTURAL, CREATIVO E INNOVADOR.

La idea de crear este espacio surge cuando una de las propietarias de Árbol de Papel, Diana Metcalf, regresa de Italia a visitar a sus padres entre enero y abril de este año.

“Desde que nació mi hija siempre fue una preocupación constante cómo pasar el tiempo con ella de la manera correcta; cuando llegué de Italia mi hija tenía casi tres años, teníamos tanto tiempo libre que comencé a frecuentar las librerías; me fascinó la idea de crear un proyecto similar porque de esta manera pasé tiempo de calidad con mi hija. Regresando a Bolivia hablé con Noelia Jordán (mi socia) con la que antes teníamos una pequeña empresa donde hacíamos decoración temática, algo chiquito que nos dejó con ese algo que faltaba. Nos pusimos de acuerdo y en dos meses y medio quedó todo hecho”, explica Metcalf.

Por otra lado, a Noelia le llamó mucho la atención tener una cafetería, librería y un espacio para niños, algo distinto a lo cafés tradicionales de Cochabamba. Decidieron unir la experiencia de Diana en la metodología y el concepto del proyecto, Noelia como diseñadora de interiores y Marcela Navarro las ayudó con la inversión. Buscaron un lugar pequeño pero muy acogedor con mucha luz y buena ubicación para montar y plasmar la idea que tenían en mente.

“Nos pareció muy importante el significado de Árbol de Papel, porque el árbol representa la familia, fortaleza, las raíces están muy clavadas a la tierra y las ramas van hacia arriba, nuestra inspiración es ir hacia arriba y mantener la familia unida”, dice Jordán.



LA LECTURA

“La idea de este lugar ha nacido bajo los lineamientos de un programa que fomenta la lectura en voz alta desde edades pequeñas. Se espera que la lectura, como las artes en general, sean incentivadas desde pequeñas edades, pero de la manera correcta, de una forma compartida para crear un hábito y se vuelvan algo positivo, algo que el niño concibe desde un principio como algo lindo”, indica.

“Partiendo de ese concepto hay que proponer al niño desde pequeño los libros correctos, no para que la lectura sea un juego, el libro tiene su valor desde el primer momento pero tiene que ser apto a la capacidad física intelectual del niño. Por ejemplo, al niño pequeño se le propone un libro lleno de figuras coloridas, no en sombras, porque su visión todavía no está completamente desarrollada; cuando crece un poco más le proponemos un libro con ejemplos de la vida real como: “He dejado el pañal” o “Todos a la escuela” porque el niño a través del libro vive la realidad y aprende a relacionarse con los hechos de la vida, creándole un antecedente. Yo, por ejemplo, tengo un libro en mi casa de un gatito que hace caprichos, cada vez que mi hija hace caprichos yo le menciono el libro y como ella conoce la historia, se detiene”, explica Metcalf.

“La idea es que la lectura, a parte de todos los beneficios cognitivos, lingüísticos, emocionales que tiene, fortalece la relación; cuando yo como mamá me siento a lado de mi hija y me doy el tiempo para leerle, ella entiende que le estoy dando mi tiempo y no hay nada más valioso; entonces ahí entramos en el discurso de calidad, lo que de verdad queremos de este lugar es calidad humana en todo nivel y en el fondo favorecer el crecimiento del niño de una manera completa, queremos tener niños sanos, con hábitos sanos, felices y serenos”, dice.

La lectura estimulada desde el principio, es una experiencia que perdurará a lo largo de toda la vida del ser humano. Tal hábito incide tanto en el desarrollo del ser humano y en su futuro; todo esto se alimenta a través de un gesto sencillo que ha de ser cotidiano y en un contexto familiar y agradable: un adulto que lee en voz alta a un niño. Bajo estas pautas, hemos decidido crear un lugar donde los niños estén a contacto con los libros, de textos de calidad nacionales y extranjeros divididos por edades, favoreciendo una relación diaria con los mismos y realizando actividades específicas como laboratorios de lectura, talleres para iniciación literaria a bebes, círculos de lectura para niños y preadolescentes, indica.



LA CAFETERÍA Y OTROS AMBIENTES

“La cafetería de los mayores está compuesta por un espacio ligado a la librería, la idea de la librería es que puedan leer el libro, consultarlos o comprarlos y tengan la ventaja del espacio que queremos que sea cultural. Nuestros libros han sido bien escogidos para los niños con muchos autores nacionales y muchas veces ellos mismos participan junto a nosotros, porque vienen a hacer cuenta cuentos”, dice Jordán.

Árbol de Papel también cuenta con un espacio recreativo para los niños, un lugar mini lúdico donde aprenden lectura, manualidades como un extra al colegio.

“Los elementos son de cartón reciclado, tenemos las frutas de franela que son para que los niños sientan el contacto con los elementos naturales, una pizarra donde puedan dar libre expresión a su imaginación”, dice.

Árbol de Papel también cuenta con un espacio afuera donde están las plantas.

“Contamos con nuestro pequeño jardín vertical y tuvimos la idea de que los niños por el día del árbol puedan plantar hermosas plantitas, todo coincidió y los niños disfrutaron mucho de ese momento”, indica Jordán.

“En cuanto a la cafetería hemos tratado de seleccionar los productos más sanos y deliciosos para deleitar el paladar de nuestros clientes, en su mayoría productos veganos, tenemos queques veganos, galletas para niños veganos, queremos que los niños mientras juegan o leen puedan comer una galleta no con mucho chocolate ni dulce y tengan una diversión más sana. De igual manera, buscamos que el espacio para los adultos sea placentero y sereno, mimándolos con una amplia gama de libros para leer o regalar, Wifi para trabajar, periódico del día, un área exterior agradable para charlar y un servicio de cafetería que brinda productos de excelente calidad, tanto en bebidas calientes y frías con variedad de cafés, tés, jugos, milkshakes y frappes así como en masitas y sándwiches. Utilizamos recetas frescas, sencillas y usamos productos muy saludables. Hemos creado también un menú y combos específicamente diseñados para los niños.”, explican.

Los horarios de atención son de 9:00 a 12:00 y de 15:30 a 20:30. Calle Beni No. 358, Edificio José María entre Santa Cruz y Tomás Frías.



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