“Ciudad de El Alto. Señorial, semblante andino de los andes. Ciudad de El Alto, mi voz se llena de grandeza cuando narro tu gesto épico, mi voz se llena de fuerza para gritar tu nombre”, así empieza el poema que Israel Tarquino escribió en honor a la ciudad más joven de Bolivia.
Con el apoyo de la Embajada Británica y el Gobierno Autónomo Municipal de El Alto (GAMEA), Tarquino sacó el segundo volumen del poemario denominado “Sólo quiero decir” con 13 poemas dedicados a varias circunstancias de la realidad alteña.
El pasado 5 de abril, la Comisión de Cultura de la Cámara de Diputados condecoró con una medalla a Tarquino por su trayectoria y por el aporte a la cultura boliviana. Ese mismo día, presentó su segundo trabajo de poemarios en el Teatro Raúl Salmón de la Barra de El Alto y en los próximos días lo hará en el Ministerio de Culturas.
Tarquino nació en la ciudad de El Alto en 1985. “Tengo la misma edad que la ciudad de El Alto”, afirma, siempre orgulloso de sus raíces.
“Soy alteño de corazón, me identificó con El Alto. Siempre voy a llevar la sangre de El Alto: ‘siempre de pie, nunca de rodillas’, a donde vaya siempre voy a llevar el distintivo de mi ciudad”, expresa.
Y es que Tarquino es un alteño que lleva la poesía en la sangre. Dedicado enteramente a la cultura, él busca destacar la realidad social a través de su arte. Pero su vida no fue fácil. Nunca tuvo la oportunidad de conocer a su padre – se crio solo con su madre- y debido a su humilde situación tuvo que trabajar desde niño para ayudar a su familia.
“Desde muy joven he querido superarme y a través de eso trabajaba y al mismo tiempo estudiaba”, afirma.
Él cuenta que empezó como voceador de minibús a sus 6 años, aunque a lo largo de los años también trabajó como lavador de autos, pintor y ayudante de albañil.
Empero, eso no le impidió seguir sus sueños y, a base de esfuerzo y un talento innato, logró convertirse en un destacado declamador.
“Tengo ganas de superarme más. Estoy en la carrera de derecho, me falta poco para egresar”, dice.
Su vida artística empezó en el Centro Cultural “Franz Tamayo”, donde pasó cursos de declamación y teatro. Ahí es notado por su amigo Roberto Pari, quien lo invita a la Escuela Municipal de las Artes de El Alto.
Y tras seis meses capacitándose en Sucre, gracias a la ayuda de la esposa del ex alcalde de El Alto, José Luis Paredes, fue invitado a ser profesor de la Escuela Municipal de las Artes de El Alto.
Ahí, el 2001, conoció a Willy Flores, director de Albor, Fernando Peredo y David Mondaca, con quienes formó un elenco de declamación para realizar una gira por varios escenarios del país.
“Luego, como hemos recorrido diferentes medios de comunicación y grandes escenarios de Bolivia, presentamos el proyecto para dar clases en la Academia Nacional de la Policía”, cuenta.
El proyecto empezó con clases a los cadetes de segundo año y de a poco empezó a crecer y a llamar la atención de altos mandos policiales e instituciones militares y navales.
Es así que, en compañía de sus compañeros, lanza el “proyecto de prevención y educación de seguridad ciudadana”, el cual consistía en que los mismos policías personifiquen una obra de teatro para concientizar, sobre todo a los niños.
“Nosotros empezamos el boom. Policías personificaban una obra de teatro y toda la gente se sorprendía, no creían hasta que venían al teatro y por primera vez los veían actuar”, asegura Tarquino.
Orgulloso, recuerda que su proyecto lo llevó a viajar a distintas partes del país.
“Eso duró mucho tiempo, fuimos reconocidos por los medios de comunicación, por medios sociales, empresas, etc. Hasta que fuimos invitados a visitar toda Bolivia, con el proyecto de prevención de seguridad, fuimos a grandes escenarios de toda Bolivia, donde la gente se sorprendía y le gustaba que los policías hicieran teatro para los niños”, cuenta.
Si bien este proyecto se expandió hasta llegar a las Fuerzas Armadas y la Fuerza Naval, tuvo que paralizarse por la falta de apoyo de las autoridades. Sin embargo, Tarquino asegura que “está con las energías” para reactivarlo.
FORMANDO ARTISTAS, MIRANDO ALTO
En la actualidad, Israel Tarquino es el presidente de la Compañía de Arte FAMA (Formando Artistas Mirando Alto), proyecto que arrancó el 2006.
“Somos creadores de nuestras propias obras de teatro, nosotros hemos creado, hemos armado el guión de cada puesta en escena que hemos hecho, somos creadores del hospital de terror que por primera vez se ha visto en hospitales de El Alto”, asegura.
Su más reciente trabajo es el disco que sacó con sus mejores poemas, en el que busca expresar la realidad de su entorno social. El talento que tiene Tarquino para la declamación ya lo ha demostrado en distintos concursos a nivel departamental, nacional e internacional.
“Participé en concursos a nivel departamental y sudamericano. Yo obtuve el segundo lugar a nivel sudamericano de interpretación poética y declamación”, asegura orgulloso.
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