lunes, 17 de abril de 2017

César Verduguez, el escritor y poeta paceño radicado en Cochabamba.



Si se trata de promover la lectura, se debería comenzar por leer a César Verduguez, el escritor y poeta paceño radicado en Cochabamba.

Se dice sobre Verduguez y su obra, que tienen cualidades que enfatizan el manejo de su narrativa realista, la luminosidad de su estilo propio sensible y descarnado.

Sus escritos, que superan la veintena de publicaciones entre cuento, novela y poesía, se consideran lo mejor de la literatura boliviana contemporánea.

Como menciona el escritor Manuel Vargas, “su literatura tiene un realismo intenso para los adultos y una profunda sensibilidad artística y literaria para los niños”; de este modo es que César Verduguez logró dar fuerza a su expresión con imágenes y figuras literarias que hacen latir el relato.

La obra del autor ha sido valorada a nivel internacional; en el mismo sentido fue merecedor de varios galardones, entre los que figura el último recibido por el Ministerio de Culturas, que le confiere la Condecoración al Mérito Cultural “Marina Nuñez del Prado”, por sus 50 años de aporte a la producción, fomento y difusión de la literatura y educación boliviana.

El autor respondió a una entrevista referida a su adicción, adquirida a muy temprana edad, por la narrativa realista y la educación, otro campo en el que trabaja hasta hoy con desmesurada dedicación.



—¿Hay alguna influencia específica? ¿Cuál?

—Las influencias se mimetizan y son muchas. Las ideologías, la religión, la familia, el entorno social, la historia, etc. Tienen su participación en distribuciones distintas y no podría especificar cuál prevalece en mayor grado.



—¿Escribir es una prioridad vital? ¿Por qué?

—En efecto, así es. Podría dar varias explicaciones que lleven a responder esa pregunta:

Es una especie de enfermedad, adquirida desde muy temprana edad, cuya terapia requiere del ejercicio de escribir.

Que es hambre y sed al mismo tiempo que sólo se puede satisfacer con la palabra escrita que representa al pan y agua para pervivir.

Que es una calistenia interior para pretender supervivir más allá del ciclo de existencia que nos toca a cada uno.



—¿Es complicado esto de mezclar creación y venta?

—El escritor en estos tiempos no sólo debe lidiar con sus fantasmas de la creación literaria. También está obligado a ingresar en el mercado librero y vender de modo personal sus libros, cargar con ellos y llevarlos a los centros de venta (llámense ferias, sitios específicos en las arterias de ciudades y pueblos, kioscos, escuelas, etc.). Alguno que otro tiene aptitudes, en mayor o menor grado, para vender sus obras. Podemos citar a escritores que fueron al mismo tiempo buenos creadores y excelentes promotores de venta: Antonio Paredes Candia, José Camarlingui y otros. Como en toda actividad humana, tiene sus complicaciones propias el de mezclar arte y mercado.



—¿La plataforma ideal para promocionar literatura?

—Promocionar la literatura requiere de toda una serie de estrategias que tienen que ver con instituciones tanto de los Gobiernos centrales y ediles como también de las que se dedican a la producción y difusión de libros como las Cámaras y Clubes involucrados. Sin embargo, la plataforma de mayor consistencia se encuentra en la promoción a través de la literatura infantil en las aulas, en los hogares y las bibliotecas zonales. En principio, incentivar, crear el hábito de leer en los niños, lo demás llega por añadidura.



—¿Qué debe hacer un escritor para alcanzar la publicación?

—La condición sine qua non es la de escribir bien. No sólo es el de conocer la gramática y ortografía (aunque son de vital importancia). Interviene el saber redactar, pergeñar los elementos que intervienen en aquello que se desea escribir, más aún si se trata de crear. Quien no tiene respaldo económico, sus escritos deberán tener una excelencia resaltante de modo que pueda participar con éxito en concursos o presentarlos a una editorial, aunque en este último caso es posible que todavía sufra rechazos como los sufrieron grandes escritores ej. García Márquez, Kafka y otros.



—¿Cuál es la mejor propuesta de fomento a la lectura?

—La de editar mayor número de textos escolares y de distribución masiva en las escuelas, luego de libros que amplíen el espectro de conocimientos, todos estos impresos deberán ser accesibles en sus costos, con diagramados y diseños que agraden a sus lectores y les inciten a continuar leyendo. Como apoyo, tanto profesores y padres de familia deberán poseer un mínimo de capacidad para guiar a los niños en el proceso de iniciarlos en los principios de la lectura y conducirlos para una continuidad permanente.

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