martes, 4 de abril de 2017

“Cantos a la Confederación Perú-Boliviana”

“Con el sello de Ediciones Casa del Poeta/Serie Confraternidad Perú-Boliviana (Lima, diciembre de 1993), se acaba de publicar Cantos a la Confederación Perú-Boliviana. Antología poética binacional, cuyo recopilador es el diplomático y fino poeta boliviano Marcelo Arduz Ruiz, quien actualmente es el cónsul de Bolivia en el Perú. Antología que lleva una presentación del presidente de la Academia Peruana de Historia, doctor Félix Denegri Luna.

Este trabajo se publica dentro del contexto de los nuevos lazos de integración latinoamericana que se vienen dando: el Proyecto Binacional de Amistad y Cooperación e Integración Gran Mariscal Andrés de Santa Cruz, que no es otro que el que firmaron los presidentes del Perú y Bolivia en el sureño puerto de Ilo. Y trabajo que también se inscribe dentro de la conmemoración del primer bicentenario del nacimiento del Mariscal Santa Cruz, que se conmemora en el ya pasado año 92, fecha que consagraron las dos repúblicas para honrar la memoria del visionario estadista.

Cantos a la Confederación Perú-Boliviana es, sin la menor duda, el primer florilegio que se hace sobre ese frustrado y primer gran movimiento para lograr la reunificación de lo que fue el Alto Perú con el Bajo Perú, un todo geográfico e histórico que fuera quebrado en su unidad arbitraria y prepotentemente, por convenir a intereses dictatoriales ajenos y sus proyectos políticos del momento.

Con una estupenda, informada y didáctica advertencia, Arduz Ruiz ha reunido un valioso material que andaba disperso tanto en folletos como en las casi inencontrables publicaciones periódicas de esta agitada época. Así ha reunido poemas, ya sobre la Confederación, ya sobre Santa Cruz, de José Mariano Serrano, Guillermo Loayza, Javier del Granado, José Fernández y Mostajo, Jaime Choque Mata, Guillermo Riveros Tejada, Mery Flores Saavedra, Augusto Huici Carranza y Sonia Castro.

Eso, en lo que toca a los bardos bolivianos. Se ha reunido de los peruanos, si bien los encabeza un español; José Joaquín de Mora (de grata recordación en ambas repúblicas), de Emilio de Mora, José María Pérez, Alberto J. Ureta, José Torres de Vidaurre, Alfredo José Delgado, Rafael Aguilar, Guillermo Vargas R., Fredy Gambeta y Enrique Llosa Rojas. En am-bos casos, relación que viene de la época de la Confederación hasta nuestros días.

Riva Agüero la llamó generación maldita. Fueron aquellos del tristemente célebre Congreso de Huancayo de 1839. Los que dieron por tierra con “el único propósito de veras grande que ha animado la vida nacional después de la emancipación americana”: la Confederación Perú-Boliviana. Allí primaron la estrechez de miras, la falta de visión histórica, y las pequeñas mezquindades y apetitos personales. Se le hizo el juego a otro gran visionario y estadista de esa época, al chileno don Diego Portales, quien sabedor de la victoria de Yungay, escribió que con la destrucción de la Confederación se conseguiría la segunda independencia de Chile.

. . .¿Alguna vez Castilla se plantearía su acción en Yungay como su más grande error? Felipe Pardo y Aliaga, en los momentos finales de su vida, confió que uno de sus más grandes errores había sido el combatir a Santa Cruz y a la Con-federación. Sirva pues este florilegio para volver sobre un hecho histórico de ayer, que tiene repercusiones en los que se dan hoy, con esta nueva manera de en-tenderse, esperemos que para bien del Perú y Bolivia”.

ISMAEL PINTO

(Diario EXPRESO, Lima 2-II-1994).

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