Caperucita Roja, Cenicienta, Blancanieves y Pinocho son algunos personajes de las muchas historias que se siguen contando y que quedan grabadas en el imaginario infantil. Narrar, escuchar y leer cuentos sigue siendo una costumbre gratificante, en especial entre padres e hijos.
El leerle cuentos al niño no solo lo reconforta, sino que es una manera de estimular su lenguaje, imaginación y desarrollar su parte reflexiva debido a los mensajes que las historias contienen. Además, con la lectura, el menor se relaja, el padre se desestresa y ambos fortalecen su vínculo parental, describen los especialistas en el portal peques.com.mx.
Para que este hábito de generaciones no se pierda, la tecnología también hace lo suyo y hoy facilita el contacto de los niños del siglo XXI con la lectura. Lo hace a través de aplicaciones con relatos infantiles que ofrecen música, sonidos e imágenes interactivas, se lee en serpadres.es.
El contenido es pedagógico y propone, en diferentes idiomas, el descubrimiento o refuerzo de las primeras palabras del infante, como también el aprendizaje de nuevos conceptos, expuestos con imágenes en movimiento y sonidos, lo que favorece a captar su atención visual y auditiva.
Entonces léele esa fantástica historia mientras toca la pantalla para interactuar, jugar y aprender.
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