La autora argentina Mariana Enríquez, considerada una de las mejores narradoras de su generación, es una de las invitadas de la XXI Feria Internacional del Libro de La Paz donde mañana, martes 13, a las 20.00, será presentada por el escritor nacional Maximiliano Barrientos en un conversatorio sobre su obra.
Fuera de sus cuentos de terror de gran calidad que le valieron el nombre de “La princesa del terror” y le dieron fama internacional, Enríquez ha publicado “Bajar es lo peor” (1995) y “Cómo desaparecer completamente” (2004) y su último libro, “Las cosas que perdimos en el fuego” será traducido a 15 idiomas.
Para los fanáticos del periodismo cultural y los suplementos culturales Enríquez además tiene un toco especial, es subdirectora del suplemento cultural Radar de Página 12, donde ha realizado diferentes perfiles y notas sobre los realizadores, músicos y artistas más importantes de este siglo.
Aunque es la primera vez en la ciudad a 3600 metros sobre el nivel del mar, la autora argentina espera poder conocer en pleno La Paz y encontrarse con escritores amigos.
“Y descubrir escritores que no conocía hasta ahora, creo que las ferias sirven especialmente para eso, para comunicarnos y conocernos cuando nuestras literaturas, aunque cercanas, no tienen el intercambio ni la visibilidad que deberían”, indicó, desde Buenos Aires donde reside ante de volar hacia Bolivia.
El Diario (ED).-Muchos periodistas culturales son seguidores de tus artículos en el suplemento cultural Radar del diario Página 12, y sé que te mueves con facilidad en varios géneros. Quiero saber sobre tus referencias en cuanto a cine y otras artes de las que me imagino también se nutren tus textos. Y claro, también en literatura.
Mariana Enríquez(ME).-Sobre todo se nutren de música. Escribo con música y me inspira, no solo escucharla en sí, sino también las mitologías del rock. Soy muy fan de Nick Cave, Manic Street Preachers, Bruce Springsteen, los Rolling Stones, Johnny Cash (en general me gusta el country alternativo o outlaw, desde Townes Van Zandt a Ryan Adams), Motown&Stax, David Bowie, Prince, Suede, Pulp, Belle &Sebastian, Jesus& Mary Chain, RufusWainwright, Gabo Ferro y podría seguir pero ese es el núcleo. No soy muy cinéfila, pero veo cine. Me gusta David Lynch, me gusta Spielberg, me gusta Tarantino, Polanski, Gus Van Sant, David Cronenberg, Jane Campion, la Hammer, Darío Argento y, más recientemente, Todd Haynes, Ben Wheatley y Bruno Dumont. Pero no siento que me influencien, tampoco las series que consumo mucho.
También soy fan de Juego de Tronos, The Wire, defiendo a True Detective, me gusta Penny Dreadful. Y escritores, son demasiados: en horror, específicamente, me gusta obviamente Stephen King, pero también Peter Straub, Shirley Jackson, Laird Barron, John Ajvide Lindqvist. Pero soy muy amplia en literatura. Me gusta Truman Capote, Oswaldo Reynoso, Manuel Puig, Juan Carlos Onetti, William Faulkner, Roberto Bolaño, Carson McCullers, Virginia Woolf, las Brönte, Ursula K. Le Guin, M John Harrison, Neil Gaiman, Flannery O’ Connor, Javier Calvo, Liliana Colanzi, Diego Zúñiga, Iain Sinclair. Y leo mucha poesía: Ted Hughes, Sylvia Plath, José Watanabe, Yeats, Louis Glück, Sharon Olds, Mariano Blatt, Elena Anníbali, Rimbaud, TS Eliot, Cummings... También me gusta el cómic. Y viajar. En fin, soy muy entusiasta de todo tipo de cosas.
La escritora argentina es una gran narradora que ha surcado los caminos de la novela y el cuento, fuera del periodismo cultural, pero señaló que se siente más cómoda siempre en la ficción. “Me cuesta elegir, en términos de comodidad o incomodidad, pero digamos que me siento una escritora de ficción primero y una periodista cultural, después. Ya los límites no son tan tajantes, de todos modos”, apuntó.
ED.-El periodismo a veces trata de poner etiquetas a la literatura, se habla de que eres una gran representante de la “nueva narrativa argentina”. Sé que esto se sale de tus manos, pero ¿te posicionas en algún lugar, dentro de lo que tú haces, con respecto a tus colegas en tu país?
ME.-Objetivamente estoy dentro de la nueva narrativa argentina, porque tengo 42 años y, aunque mi primera novela la publiqué mucho antes de que se usara ese rótulo, en 1995, lo cierto es que mi producción es más constante desde 2004 más o menos .Pero claro, no me posiciono en ninguna parte. Tengo amigos escritores, pero no comparto con nadie un programa estético o directamente un programa, de cualquier tipo. Me gusta pensarme sola. No me incomoda.
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