lunes, 12 de septiembre de 2016

El Bibliobus de la Biblioteca Thuruchapitas,

Son las tres de la tarde del 9 de agosto de 2016. El Bibliobus de la Biblioteca Thuruchapitas, una vagoneta donada por Rotarios de Brandon Florida y Tenneesse (EEUU), cargado de 16 menores, entre niños y adolescentes, hombres y mujeres; dos maestras, Gaby Vallejo y Casilda Sempértegui; más su chofer, don Carlos Vargas; y dos cajones de libros infantiles, parten de las inmediaciones de la plaza Colón hasta llegar a la plazuela Eucaliptos, en Pacata Alta. En una cancha multifuncional cubierta por un tinglado esperan unos 50 niños de la unidad educativa Cornelio Fernández, turno tarde. La mitad están en quinto de primaria y la otra mitad en tercero de primaria. La bulla termina cuando los pequeños animadores de la Biblioteca Thuruchapitas comienzan presentándose y la atención se hace carne cuando sacan sus libros gigantes y comienzan a leer las historias. Pero la fiesta está reservada para el final, cuando los llamados “ayudantes” de Thuruchapitas inician la distribución de libros infantiles entre los pequeños asistentes. En ese momento sus ojos y sus rostros se iluminan, como si se tratase de una fantástica revelación…

“Conquistando lectores” es un nuevo programa que desarrolla la Biblioteca Thuruchapitas desde el mes de marzo de este año y es ejecutado por un grupo de niños y adolescentes supervisados por cuatro maestras. Gaby Vallejo, Casilda Sempértegui, Evelyn Paniagua y Cristina Yujra son responsables, cada una, de aproximadamente 10 menores con los que, una vez a la semana, visitan cuatro lugares específicos: el parque Excombatientes, el parque Beijin, la plazuela Eucaliptos y la plazuela Virrey Toledo.

El programa, que estará vigente hasta noviembre próximo y es financiado por una bailarina boliviana radicada en Estados Unidos, tiene el objetivo de que niños y grandes se interesen por la lectura.

La tarea no es nada fácil, ya que, además de la travesía para trasladarse en el Bibliobus desde la Biblioteca Thuruchapitas hasta cada uno de los puntos citados, la respuesta de la gente la mayoría de las veces no es de las mejores.

“Hay gente que no quiere porque cree que les vamos a vender algo después o simplemente no les interesa”, dice la escritora Gaby Vallejo sobre este programa donde cuatro menores leen cuentos a un grupo de niños y/o adultos interesados y luego les prestan libros para que los hojeen.

El profesor José Galindo trabaja hace cuatro años en la unidad educativa Cornelio Fernández y actualmente está a cargo de 25 alumnos que cursan el quinto de primaria y, para él, como maestro, es muy difícil incentivar a los niños a la lectura.

“Tenemos 10 minutos diarios para leer en aula, en todas las unidades educativas, pero 10 minutos no nos alcanzan y, lamentablemente —dice Galindo—, los niños llegan a su casa y no tienen libros para practicar” o, en su defecto, no hay un adulto cerca que pueda guiarlos para una buena lectura.

Nilda Maldonado trabaja como maestra hace 40 años y ahora tiene a su cargo a 20 estudiantes de tercero de primaria. “Estas actividades a nosotros nos favorecen para la lectura de comprensión, que es lo que más se necesita”, dice Maldonado sobre el programa “Conquistando lectores” y hace énfasis en que, además de que a sus alumnos les otorga un momento de recreación fuera del aula, les ayuda a enriquecer su vocabulario y les posibilita participar y reflexionar.

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