martes, 16 de agosto de 2016

Las JALLA: Alto nivel académico y poco apoyo institucional

La semana pasada en la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA) se desarrolló un encuentro académico sin precedentes, las Jornadas Andinas de Literatura Latinoamericana (JALLA). Al menos 650 expositores de distintos países presentaron sus investigaciones.

"Alrededor de un 30% de quienes exponen sus ponencias son estudiantes de doctorado, sobre todo, de universidades latinoamericanas”, explicó el organizador del evento, Guillermo Mariaca Iturri.

Este académico boliviano evaluó el evento a partir de dos aristas, una académica y otra institucional. "JALLA se ha realizado, como es su tradición, con una alta diversidad de acercamientos teóricos, con una alta diversidad de académicos, con una alta diversidad de líneas y de proyectos de investigación. El término ‘diversidad con calidad’ es lo que resume académicamente a JALLA”, señaló.

Página Siete asistió a 30 conferencias y entrevistó a los participantes. Así recogimos algunas curiosidades académicas. Por ejemplo, conocimos que el peruano José Aburto trabaja en un proyecto para llevar el contenido de blogs dedicados a la poesía a otros formatos, que, en algunos casos, incluyen instalaciones electromágneticas.

Asimismo, gracias al brasileño Tiago de Holanda conocimos cómo surgieron las favelas de Río de Janeiro. Y también, cómo el periodista Joao do Rio en las primeras décadas del siglo XX, trató de reunir a una ciudad que se había separado.

Además, por la exposición del boliviano Rodolfo Ortiz -que realiza un doctorado sobre Arturo Borda-, conocimos que el autor de El Loco entregó unos cuadernos de esa obra a Carlos Medinaceli; a lo que éste último respondió con una carta.

Pero, al asistir a las charlas también notamos una reducida participación de bolivianos, tanto en calidad de expositores como de oyentes. Mientras buscábamos determinadas aulas, supimos que los alumnos de la Carrera de Literatura no tenían permiso para asistir ni en la tarde ni en la noche.

En la secretaria de esa carrera se nos informó que sólo las clases en las mañanas fueron suspendidas.

Justamente, en el grupo de facebook Carrera de literatura, el 5 de agosto se publicó que las clases en las tardes y en las noches, entre el 8 y 12 de agosto, eran normales. Sin embargo, algunos alumnos nos explicaron que, al final, cada docente decidía si se pasaba clases o no; así, hubo profesores que apoyaron a las JALLA y otros que no.

Con estos problemas internos está relacionado el segundo punto de la evaluación del organizador. "Ese es un problema mayor. No sólo es la carrera de literatura, que opta por dar énfasis a las clases, sin darse cuenta que un estudiante que (...) hubiese asistido a las JALLA (...) hubiese recibido 90 conferencias; que hubiese perdido tres (clases) pero hubiese recibido 90”, afirmó Mariaca.

Página Siete intentó comunicarse con el director de la Carrera de literatura, Juan Carlos Orihuela, pero, se nos indicó que recién a partir del miércoles nos puede atender.

El organizador también señaló que la Facultad de Humanidades decidió prestar sus aulas por una semana. Y ponderó la participación de quince alumnos de Literatura. "Los 15 estudiantes que han colaborado lo han hecho por compromiso personal. Han dicho ‘esto es importante para nosotros y la carrera y vamos a apoyar’. Ha sido un acto voluntario”, añadió.

Punto de vista
"No basta con analizar un texto”
Arturo Arias u. de California

"En la mayoría de los buenos programas académicos de Estados Unidos, como de Texas, Pittsburgh, Duke, no se estudia literatura en el viejo sentido decimonónico de leer un texto y ver cual es el tema.

Lo que interesa es ver qué papel juega ese texto en un contexto socio político. Eso es lo que les enseñamos a nuestros estudiantes. Entonces no basta con analizar un texto, la obra sola, sino tratar de problematizar por qué surge la obra, cómo se da, cuál es el contexto socio político que genera ésta. Y por lo tanto, cómo marca un imaginario social particular en un momento dado. Esto implica estudios interdisciplinarios”.

¿Cual es su evaluación de las JALLA 2016? "Es la primera vez que asisto al JALLA. Me han gustado muchas presentaciones que han sido, para mi gusto, de primer nivel. Las he disfrutado. Ha habido una gran variación. Como en cualquier congreso hubo algunas que no”.

"Lo único que yo lamento, si quiere que se lo diga, es que no hubiera más apoyo de la Carrera de Literatura a JALLA. Eso fue muy visible, todos los que venimos de fuera nos dimos cuenta y es algo que lamentar”.




Punto de vista
"La universidad está callada”
Guillermo mariaca Organizador de las JALLA

"En el país no tenemos ninguna idea, ninguna apreciación, más o menos completa, de qué significa un congreso académico. Uno puede entender que en el país (...) no haya visibilidad para un congreso académico; pero, esto no es igualmente comprensible en la universidad.

La universidad es una institución que debería entender, comprender la importancia que tiene un congreso, más aún este congreso (las Jornadas Andinas de Literatura Latinoamericana - JALLA). Yo diría que en cualquier disciplina no ha existido hasta el día de hoy un congreso académico de esta complejidad, de esta diversidad.

La universidad no ha existido, no ha habido presencia académica universitaria de las distintas disciplinas que incorpora este congreso. Esto nos debe preocupar. Un primer dato es la poquísima producción que la universidad tiene en investigación de carácter internacional.

La segunda cosa es todo el problema que tiene la universidad (...) en su intervención en la vida pública. Como no interviene en la vida pública se ha dedicado a disputas minúsculas y banales de poder interno porque el país se ha corporativizado. Y la universidad forma parte de esa corporativización.

Así como la carrera de Literatura está encuevada en sí misma, el conjunto de carreras de disciplinas de la universidad están encuevadas. De ahí que la universidad no dice nada sobre políticas educativas, sobre políticas culturales, sobre políticas de desarrollo científico, sobre transferencia tecnológica.

La universidad está callada, es una barbaridad que la universidad siga callada en cuestiones que hacen al desarrollo del país.

Yo no entiendo lo de Literatura como una excepción, lo entiendo como la actual norma universitaria de hacerse de la vista gorda, de ignorar la intervención pública. La universidad ha optado por el encuevamiento, ha optado por ocultarse, por esconderse del país y no devolverle al país todo lo que el país le da.

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