lunes, 14 de noviembre de 2011

El silencio y la palabra de Víctor Montoya "Cuentos de la Mina"

Este espacio escrito, me permite hacer un sincero y reconocido homenaje a Víctor Montoya, casi toda su vida, no sólo ha jugado con la palabra, lazo que lo une, como escritor con esta tierra boliviana, físicamente distante, espiritual y mentalmente cercano. Nunca se alejó ni se perdió en ningún cuarzo. Se aferró del hilo dorado de su sueño por la vida, en el exilio prematuro y prolongado, identificó el trazo de sus signos, con la época se ha vuelto perenne en la escritura.

Desde hace mucho tiempo atrás reviso sus trabajos relacionados a la literatura en el género cuento, ensayos y entrevistas periodísticas, cuando viaja por otros destinos, narra, y son prolijamente descritos. Llegan desde lejos, donde el hombre medita, se centra y concentra, su lenguaje es manejado con mucho cuidado.

INICIO CARRERA

Víctor Montoya salió de Bolivia, forzado, enfrentó muchas vicisitudes, como él mismo narra, lidió con el idioma, la soledad, otras costumbres y estaciones marcadas especialmente del frío y la nieve, sin embargo fue obstinado y perseverante en lo que él quería ser y hacer, ¡fomentar el dulce vicio de escribir y hacer escribir! Su memoria encendida, para no estar ausente de este territorio que lo convocaba, no podía volver, una bruma lo dejaba silencioso, sin azar.

Qué decir de la armonía que se encuentran en sus palabras, rica prosa que incentiva a la lectura, constantes apuntes de experiencia y excelente información.

PERPETUAR

Recibí una misiva suya hacen 15 años atrás, adjuntaba un libro de cuentos, en otra ocasión tuve la suerte de recibir: Poesía boliviana en Suecia (selección y notas de Víctor Montoya), inspiraciones, sentires desde la lejanía, vistos y plasmados en ese instante, con el prisma de remozar la imagen de Bolivia. Escriben en esta antología: Efraín Arizcurinaga Rossel, Héctor Borda Leaño, Javier Claure Covarrubias, Edgar Costa, Iván Decker Molina, María Joaniquina, María Miranda, Yarko Rhea Salazar, Edwin Salas Russo, Rodolfo Siñani Paz, María Luisa Umboni, Olga Vásquez de Arizcurinaga y Galia Yaksic.

RECONOCIMIENTO

Toda una etapa de literato, Víctor Montoya vive, deja correr la pluma, abre y recorre el baúl de los recuerdos, narra al "Tío de la Mina", precisamente inspirado en su vida infantil juvenil, ha grabado en los cuencos de sus ojos y, ha sellado en el alma, la vivencia del glosario de la vida de mineros, el ejercicio cotidiano de reconocer a los argentíferos, sacrificar la vida a la deidad sagrada para ellos, cuyo encuentro es el subsuelo de la mina, donde los espíritus habitan silenciosos, dolientes, inmortales en la memoria de sus seres queridos.

DESCARGOS

Llegó el día de volver a Bolivia, su quimera se hizo realidad. Agosto se exaltó no solo porque está en el pensamiento y en la historia la conmemoración de la Patria, llegaba el hijo anclado en tierras lejanas, para elevarse y narrar sus composiciones. El hada fue el Centro Portales de la ciudad de Cochabamba, que lo convocó junto a otros escritores a participar en una feria de libros. Su recorrido se extendió a las ciudades de La Paz y Oruro, también a los centros mineros como Huanuni, Llallagua, Siglo XX y Challapata.

Justificó: "Cómo no iba a estar en esta ciudad que me ha inspirado a escribir "Cuentos de la Mina", la K’hoa, la Pachamama, el Supay que tiene varios nombres. Habría sido irracional no darle sentido y corresponder a tantos elogios". Entregó su libro en el auditorio "Alberto Guerra Gutiérrez" de la Casa de la Cultura Simón I. Patiño, lectores ávidos por conocer al autor, llenaron la sala, ex compañeros suyos, anoticiados de su llegada, después de 34 años de ausencia, disfrutamos de una inolvidable tertulia cultural.

Dio un testimonio sobre su obra, por instantes repasó y se filtró en los subterráneos, (conocía esa bóveda lúgubre, es posible que en algún rastro de misterio haya sentido temor). La lectura es fuerte, su energía alcanzó la cúspide y un poder invisible lo protegió. Las casi tres horas de rememoraciones fueron instantes, por la rapidez dejó pasar el péndulo del reloj. Fue recibido con generosidad, su presencia terminó con un ovacionado aplauso de gratificación.

Ciertamente es conocido por la profundidad de su narrativa minera, sin embargo existe un corte, una pausa donde explota el otro lado de sus ejercicios, la pedagogía a través de la literatura infantil. Aplica la forma de aproximarse a niños y jóvenes, mencionando a autores como Hans Christian Andersen, Lewis Carroll, Astrid Lindgren. Este método de educación y literatura, es un aporte que logra con mucha experiencia y conocimiento.

CONSECUENTE CON LA ESCRITURA

Víctor es un escritor con jerarquía, carismático, silencioso cuando tiene que escuchar algún tema. Tiene en su haber libros que han sido traducidos a varios idiomas, es miembro de la Sociedad de Escritores Suecos y del PEN-Club Internacional. Sus trabajos se publican en América Latina, Europa y Estados Unidos.

Gran parte de sus obras son del género cuento, y han sido impresos en Suecia: Huelga y represión (1979), Dios y noches de angustia (1982), Cuentos violentos (1991), El laberinto del pecado (1993), El eco de la conciencia (1994), Antología del cuento latinoamericano en Suecia (1995), Palabra Encendida (1996), El niño en el cuento boliviano (1999), Los cuentos de la mina (2000), Entre tumbas y pesadillas (2002), Fuegos y socavones (2002), Literatura Infantil: Lenguaje y Fantasía (2003-Bolivia), Poesía Boliviana en Suecia (2005), Retratos (2006), Cuentos en el Exilio (2008), Cuentos de la Mina (2011-Bolivia).

NUEVO ASCENSO

Este ansiado viaje de Víctor, le permitió hacer su ingreso a la Academia de Literatura Infantil y Juvenil, ante una invitación de la escritora Isabel Mesa de Inchauste, responsable de este cenáculo, acierto que hace crecer no solo sensibilidad en este grupo de intelectuales, también motiva a la constante lectura.

JUSTIFICACIONES

Hubo oportunidad de adquirir otra obra, editada por la Editorial La Hoguera del mismo autor: Literatura Infantil, lenguaje y fantasía. Cuenta con amplia estructura, para quienes escriben precisamente para niños. Todo el temario permite valorar este estudio escrito con sublimidad, es un análisis de obras catalogadas de cuentos clásicos. Divide en 22 puntos incluyendo el índice. En "consideraciones generales" como preámbulo a la lectura está: El poder de la Fantasía. Consideraciones sobre la fantasía infantil. La Fantasía como estímulo de la creatividad. Fantasía y literatura infantil. Fantasía, animismo y mentira. (1) La fantasía logra condensar tres pensamientos en tres etapas de edad, es decir de 2 a 7, de 7 a 11 y de 11 a 15 años, en este periodo recurre a Jean Piaget "creador de la epistemología genética y famoso por sus aportes en el campo de la psicología genética, estudios sobre la infancia y la teoría del desarrollo cognitivo-psicoanálisis". Este punto es relevante, para comprender como actúan los niños, cuando existe algún trauma emocional, después…, logran alcanzar la cúspide de la adolescencia, superados, iguales o peor.

Literatura Infantil, Lenguaje y Fantasía, es un texto muy bien elaborado. Con acierto el escritor Víctor Montoya condensa la necesidad de la comunicación, el criterio será aplicar para que Docentes y padres de familia lean con profundidad y comprendan el Lenguaje y Pensamiento de quienes necesitan atención.

Víctor logra compartir con los lectores por diferentes medios de comunicación, que la palabra llega a todos los confines. Su preferencia por el libro, nítido en su verdad y las formas tan variadas que uno logra aprender, es valorable, el libro convertido en documento, memoria infinita, sobresale en el lenguaje, irremplazable, es único.

Bibliografía:

MONTOYA, Víctor. Literatura Infantil Lenguaje y Fantasía. Editorial La Hoguera. Año 2003. Santa Cruz de la Sierra-Bolivia.

(1) Ídem.

Selección y notas Víctor Montoya. Poesía boliviana en Suecia. Ediciones Luciérnaga. Año 2005. Impreso y hecho en Suecia.

MONTOYA, Víctor. Cuentos de la Mina. Editorial Fe de Erratas. Segunda edición 2011. Cochabamba-Bolivia.

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