En medio de fotografías, trofeos, libros, medallas y otros objetos, se encuentra el excomandante de la Séptima División del Ejército José Antonio Gil Quiroga, ahora como expositor en la Feria del Libro en su X versión, compartiendo sus experiencias con los visitantes.
Un sitio poco convencional, similar a una exposición pero de recuerdos, donde los libros no son los más destacados, sino un detalle más. En ese lugar, decenas de personas de diferentes edades se concentran para saber qué es lo que este señor de sombrero, tiene para contar.
Gil, en los últimos once años, después de jubilarse, se ha dedicado al deporte, principalmente el ciclismo, como oficio y también a escribir.
P. ¿Un militar escribiendo novelas, fue un sueño frustrado?
R. A mis 17 años entré a un concurso de prosa, me llamaron después de unas semanas, creí que era porque había ganado, era para comunicarme que había sido descalificado por errores ortográficos.
Eso me marcó. Alguna vez, en el Ejército, escribía pequeñas cositas, pero después de mi jubilación ya tenía más tiempo libre y me resultaba fácil contar historias, por eso continué.
P. ¿Por qué escogió la frase “de la espada a la pluma”?
R. Después de retirarme de las Fuerzas Armadas, quería contar mi experiencia. Muchas de las cosas que viví en el ciclo militar. Una de ellas, y creo yo la más destacada, fue la Guerra del Agua, pero lo hice de forma de novela, sin tergiversar el suceso.
P. ¿Por qué tuvo tanta repercusión su libro “Con la llanta pinchada”?
R. Creo que los que generaron estas polémicas fueron los que no entendieron el concepto de novela.
Yo me inventé personajes, he creado una historia que vivía el suceso de la guerra y, además, fue una forma de narrar desde mi óptica como escritor.
P. ¿Cada cuánto publica un libro y cuál de ellos fue el más destacado para usted?
R. Voy escribiendo cada año. Me gusta mucho leer la historia y lo que hago es contar, a través de la novela, situaciones humanas dentro de un cierto suceso.
No puedo llamar mi favorito, pero sí fue el libro más vendido.
Se trata de “La chola y los mariscales” que nos relata la vida de las rabonas, quienes fueron las mujeres más valerosas de Bolivia y la vivencia de una tarateña.
P. ¿Cuál fue su última publicación y cuando sacará el siguiente?
R. Mi última fue “Bella sin alma”, que narra la historia de una prostituta vip, y su lucha por hacerse respetar, su derecho a amar y sentirse amada. También refleja su valentía al enfrentarse a ciertos personajes masculinos. Mi última obra, que se encuentra en etapa final y aún no tiene fecha de presentación, creo que se llamará “La sonrisa de un pecado”. Es la historia de un atentado en Inglaterra, en 2005, donde interviene una pareja de bolivianos.
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