domingo, 16 de octubre de 2016
ABNB invita al público a una jornada de puertas abiertas
FUNDACIÓN
El Archivo Nacional se funda por la Ley del 18 de octubre de 1883 sobre la base del archivo de la Real Audiencia de Charcas, precisamente en la fase final de la Guerra del Pacífico.
Con sus más de 300 mil volúmenes de material bibliográfico y los 8.000 metros lineales de documentos históricos, el centenario Archivo y Biblioteca Nacionales de Bolivia (ABNB) celebrará 133 años de vida con una jornada de puertas abiertas a realizarse este martes 18 de octubre, a propósito de una fecha reconocida desde 2012 como Día del Archivero Boliviano en honor a la fundación de la histórica institución que se encuentra en la Capital.
Alumnos de las diferentes unidades educativas de Sucre, como el público en general, están invitados a visitar la institución y conocer mediante visitas guiadas el trabajo que se desarrolla en el archivo más importante del país, que entre otros documentos alberga registros históricos que forman parte del programa Memoria del Mundo de la UNESCO, que resguarda el patrimonio documental más importante del mundo. Sólo en materia de interés universal existen textos de la poetisa mexicana del siglo XVII, sor Juana Inés de la Cruz, o del naturalista francés Alcide d'Orbigny, entre muchos otros.
UNA LARGA HISTORIA
"El 18 de octubre se conmemora la creación de lo que en ese momento se llamaba Archivo General de la Nación, ahora desde 1935, por la fusión que ha habido con la Biblioteca Nacional, ahora se llama Archivo y Biblioteca Nacionales de Bolivia, esto en virtud de la Ley con la que se creó, precisamente, sobre la base de lo que era el Archivo de la Real Audiencia de Charcas, ese es el trasfondo fundacional de lo que es el ABNB, gracias a la obra realmente titánica de Gabriel René Moreno, que se encargó de hacer eso que hacen los archivistas, salvar el patrimonio documental", explicó el flamante director del ABNB Marco Antonio Peñaloza Bretel.
Curiosamente la biblioteca Pública de la futura república de Bolívar, fue creada mediante un decreto del 23 de julio de 1825, por el Mariscal Andrés de Santa Cruz, es decir, antes de la firma del acta de independencia, el 6 de agosto de ese mismo año. Posteriormente, en 1883 se creó el archivo mediante la Ley del 18 de octubre, bajo la presidencia de Narciso Campero y con la firma como Senador de la República del chuquisaqueño Aniceto Arce.
En el cuerpo de esta norma, sobresale que la fecha de creación coincide con el término de la Guerra del Pacífico, y manda en su primer artículo se disponga un monto de dinero para organizar los documentos existentes en esta nueva institución para “poner en orden y clasificar el Archivo Nacional de la República, coleccionando en sección especial todos los documentos que directa o indirecta se refieran a límites nacionales, departamentales o provinciales”, dice el documento, mientras que en su segundo y último artículo escribe: “se declara archivo jeneral de la nación el de la antigua audiencia de Charcas".
En 1935, ambas entidades, el archivo y la biblioteca se fusionan, en la entidad que se conoce hasta el presente, con el añadido que en la Resolución Ministerial Nº 799/12, del 15 de octubre de 2012, emitida por el Ministerio de Trabajo y Previsión social, se declara la fecha de fundación del archivo como el Día del Archivero Boliviano, a solicitud del Colegio de Profesionales en Ciencias de la Información de Bolivia. La RM Nº 799/12 reafirma lo estipulado en la Ley de Campero, un dato que en la actualidad puede dar una pista de dónde se encuentran las claves para solucionar conflictos limítrofes como el de Chuquisaca y Santa Cruz, por el tema Incahuasi.
UNA INSTITUCIÓN DINÁMICA
La amplitud de áreas de trabajo que desarrolla el ABNB muchas veces son desconocidas por el público chuquisaqueño y boliviano. Compuesta por las unidades de biblioteca y archivo que reciben anualmente a miles de investigadores de todo el mundo, el ABNB también trabaja las áreas de restauración, conservación preventiva y digitalización, cada una a cargo de equipos de especialistas que silenciosamente desarrollan su labor en laboratorios, que los asistentes a la jornada de puertas abiertas podrán conocer.
Uno de los temas curiosos de la archivística es el área dedicada a la paleografía, que refiere en términos comunes al estudio de las formas en que se utilizaba el lenguaje y se plasmaba en palabras en diferentes periodos históricos. El archivo cuenta con los especialistas más destacados del país en esta materia y el público podrá conocer cuán diferente es la grafía de un siglo a otro, y cómo las expresiones aun escritas en castellano, pueden resultar ininteligibles.
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