domingo, 8 de enero de 2012

Willy Camacho gran escritor, un “cuentista del tío” fallido

Nacido en La Paz, responde a los títulos de narrador, guionista y gestor cultural. Su obra tiene base en la ironía motivo por el cual el lector que se acerque a sus textos deberá estar pendiente de lo que no se dice, va implícito. Como él mismo se denomina es un ser urbandino que refleja en sus escritos lo cotidiano de los seres urbanos en el momento mismo del desajuste, del quiebre y del desequilibrio, sin pretender para ellos una salida piadosa o un final feliz. Trabajador nocturno (en casa) con interminables jornadas de escritura lo han convertido en uno de los grandes representates de literatura la boliviana.

Defínete en no más de 5 palabras

Paceño, stronguista, metepata, lenguafloja, solitario.

¿Con la obra de qué autor nació tu interés por la literatura?

No hay uno específico, por lo menos uno que yo recuerde. Pero la obra de Walt Disney fue una de las primeras que leí íntegramente, pues tengo una gran colección de historietas que devoré durante mi niñez. Luego, ya más grandecito, leí todas las Selecciones del Reader’s Digest, desde las publicadas en 1938. Finalmente, creo que García Márquez junto con Günter Grass, José Saramago y Bioy Casares terminaron por convertirme al lado oscuro.

¿En qué momento de tu vida decides dedicarte a pleno a la literatura?

Recuerdo que fue durante los primeros días de 2002. En 2001 había vencido el primer año de la Carrera de Literatura, más como pasatiempo, mientras hallaba trabajo como economista, pero cuando llegó el momento de inscribirme al segundo año, me di cuenta de que eso era lo que quería hacer por el resto de mi vida. Así que me olvidé de la Economía y nunca más intenté ejercerla, ni siquiera en los momentos de hambre.

¿Cuántos y qué libros has publicado hasta el momento?

En 2003 publiqué un libro a tres manos con Daniela Renjel y Sebastián Antezana, titulado Réquiem para once. En 2008 salió El misterio del Estido” en 2010 Cuentos escogidos y el año pasado el minilibro Poco bla bla…, de la serie Cuentos de Alasita. Además publiqué en antologías, revistas y otros medios.

Escribes cuentos hace algún tiempo ya ¿Aparte de cuentista fantástico te consideras “cuentista del tío”?

Traté de serlo alguna vez, pero la risa me gana cuando tengo a la víctima entre mis manos. Sin embargo, creo que todo cuentista tiene que ser un mentiroso experto, pues debe lograr que los lectores se crean sus mentiras.

¿Qué es lo más y menos satisfactorio que has pasado en tu experiencia como escritor en una ciudad como la nuestra?

Lo más satisfactorio fue haber visitado, gracias a una invitación de la Alcaldía, algunas unidades educativas, donde compartí con niños y adolescentes algo de mi experiencia. Lo menos satisfactorio, aunque en realidad debería decir, lo más extraño, fue la reacción de algunas personas cuando declaramos desierto el Premio Nacional de Cuento Franz Tamayo 2008. Se trató de un waykaso virtual, porque todo fue a través de blogs.

Hace tiempo, cuando ganaste un premio en efectivo vi la entrevista en la Tv en la que aseverabas que con el premio comprarías algunos libros y lo demás lo gastarías en ron ¿Fue así?

Bueno, por lo menos la mayor parte del dinero la gaste en eso, aunque ya no me acuerdo si fueron más libros o más botellas. En todo caso, disfruté bien el dinero de ese premio.

En tus términos ¿Qué tipo de literatura haces y por qué la catalogas así?

Aunque el género no existe, podría decir que hago literatura urbana, pues ambiento mis textos en ciudades (casi siempre es La Paz aunque no la menciono o la camuflo), ya que me siguen pareciendo interesantes los procesos culturales, de relaciones humanas y de otros tipos que se generan en las urbes.

Sé que cuentas con algunos premios ¿Cuáles de tus obras han sido premiadas?

En realidad, sólo tengo dos premios, y uno es compartido. El primero es el Premio Nacional de Cuento Franz Tamayo de 2006, y el otro es el Premio Amalia Gallardo del bicentenario, que lo ganamos con Daniel Moya (él como director, yo como guionista), aunque el mérito fue de toda la productora Tres Tribus.

¿Cuál es tu mejor momento a la hora de escribir? ¿Tienes fuentes o momentos de mayor inspiración?

Me gusta escribir de noche, de día solo lo hago por obligación o trabajo. Empiezo a eso de las siete y termino a las cinco de la mañana. Más que inspiración, creo que hay pequeñas ideas que surgen a partir de algo circunstancial (una película, un gesto, un accidente, una noticia, etc.) y que pueden ser desarrolladas.

¿Tienes algún material nuevo listo a ser editado este 2012?

Estoy escribiendo una novela hace algunos años, no lo he podido hacer al ritmo que quisiera, porque he tenido compromisos laborales que me lo han impedido, pero espero terminarla este año. Asimismo, junto con Daniel Averanga pensamos presentar la segunda entrega de la antología de cuentos de terror bolivianos Gritos Demenciales.

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