lunes, 11 de septiembre de 2017

Alma Mater apuesta por los jóvenes


El oficio de enseñar mantuvo a Hortensia Mejía cerca de los libros gran parte de su vida, pero nunca tanto como los 30 años que lleva como propietaria de Alma Mater, la librería que fundó y que se ha convertido en un referente del género en Santa Cruz. Hoy celebra no solo estas tres décadas de vigencia del negocio familiar, sino también que las nuevas generaciones de lectores sean responsables de que la librería se mantenga.

Era 1987 cuando Mejía y su esposo, Juan Caballero, quien traía libros a pedido de La Paz, se dieron cuenta de que abrir una librería era la mejor manera de dar uso al excedente de material que les quedaba. El primer local funcionó en la calle Arenales, esquina Quijarro. Luego se fueron acercando más al centro de la ciudad, hasta llegar a las instalaciones de la calle Ingavi.

Mejía asegura que, desde un principio, se preocupó por mantener los precios bajos para que sean asequibles a los lectores. “Cada temporada escolar la gente acude a nosotros porque somos referentes en textos, pero también ofrecemos los últimos títulos en literatura, porque siempre nos interesó que la oferta fuera diversa”, expresa.

Juventud

Mejía, que estuvo dos gestiones al frente de la Cámara Departamental del Libro, lamenta que la batalla contra la piratería no haya podido ser ganada hasta ahora y atribuye las causas a la falta de una política definida, como también a la dimensión que ha adquirido lo ilegal. No obstante, asegura que ese flagelo no ha impedido que la clientela de Alma Mater se renueve permanentemente.
Celebra que los clientes hoy sean sobre todo jóvenes que buscan novedades. “La clientela adulta que venía antes a la librería se ha ido perdiendo. Y es la juventud la que hoy busca los nuevos títulos”, finaliza.

No hay comentarios:

Publicar un comentario