domingo, 1 de enero de 2017

Matilde Casazola “La poesía es la luz que me ha iluminado y me sigue iluminando”

Matilde Casazola es, sin duda, una de las máximas figuras de la trova contemporánea boliviana. El reciente anuncio de que ganó el Premio Nacional de Culturas 2016 es un merecido reconocimiento a su intensa y fecunda trayectoria artística, tal como lo expresó el ministro de Culturas, Marko Machicao, en su cuenta de twiter, al escribir: “Gracias por tu poesía y música, felicidades”.

Pero ¿qué significa para la maestra Matilde recibir este galardón? “Yo creo que es un momento muy importante conocer que el Estado, el país, valora en este caso mi obra, una obra entregada a lo largo de más de 40 años, entregada con mucho amor, tanto a la poesía como a la canción”, resaltó la compositora de hermosas canciones, como “De regreso”, “Tanto te amé” y “Como un fueguito”.

LG: CON SINCERIDAD, ¿ESPERABA RECIBIR ESTE GALARDÓN?

M: Con el asunto de los premios, no siempre tengo demasiado optimismo porque han habido algunas decepciones… entonces, yo prefiero que eso se dé de forma natural, si se da, maravilloso, yo agradecida, y si no se da, pues, bueno, no es lo más importante, (en este caso) es importante en el sentido de que el Estado reconozca, eso es lindo.

LG: QUÉ RÁPIDO HA PASADO EL TIEMPO, YA SON MÁS 40 AÑOS DE TRAYECTORIA.

M: Sí, en realidad el año 1974 fue mi primer recital de canciones propias y mi primer libro de poemas salió antes, el año 1967, pero no se difundió mucho porque no estaba en Bolivia. De todas maneras yo en ese tiempo ya estaba inmersa en la poesía y también estudiando y componiendo las canciones.

LG: ¿CUÁNTOS LIBROS DE POESÍA HA PUBLICADO?

M: Yo creo que son 17 los libros que han salido hasta el momento

LG: Y ¿CUÁNTOS POEMAS?

M: Huyy… eso sí que nunca he contado (sonríe), pero yo escribo mucho, tengo mucha fecundidad en la composición poética y musical y los libros que escribí tienen bastante material, como 60 poesías, e incluso hay libros que están inéditos, libros no entregados, pero con poemas escritos.

LG: Y EN CUANTO A CANCIONES, ¿SABE EL NÚMERO DE OBRAS CREADAS?

M: Nunca las he contado tampoco, pero calculo que deben ser alrededor de 100 canciones.

LG: HACE TIEMPO NOS DECÍA QUE SU MAYOR FUENTE DE INSPIRACIÓN ERA LA AVENTURA DE LA VIDA, EL MISTERIO DE EXISTIR EN LA RELACIÓN ENTRE EL SER HUMANO Y TODO LO QUE LE RODEA, EL COSMOS MISMO, PERO TAMBIÉN EL AMOR, LA AMISTAD, ¿HA CAMBIADO?

M: No, la aventura de la vida, el misterio del existir es permanente, aunque tiene sus etapas, a veces más calmas otras más vertiginosas. Yo creo que la vida es como un camino, un camino no es la meta, la vida es un caminar y en el caminar uno encuentra paisajes hermosos, se encuentra seres maravillosos, reencuentra a otros seres y a veces los pierde y a veces uno mismo se extravía en el camino. Lo importante es tener la visión de algo perdurable que quede a lo largo de este camino y que uno sea solidario con otros seres.

LG: POETISA, COMPOSITORA O TROVADORA, ¿QUÉ PREFIERE?

M: Yo creo que poetisa y trovadora, porque el trovador, aparte de cantar e interpretar un instrumento, también compone sus temas, me gusta más trovadora que cantautora, suena más bonito.

LG: ¿QUÉ FUE LO MEJOR DE ESTOS 40 AÑOS DE CARRERA?

M: He acumulado unas experiencias de vida muy interesantes, muy fuertes, he aprendido a valorar la amistad, a agradecer los regalos que nos otorga el existir.

LG: Y ¿MOMENTOS INGRATOS?

M: Muchos, ¿no?, todos tenemos momentos difíciles, épocas de lluvia, cuando aparece la tormenta, lo importante es tener fe y salir de esas etapas y volver a agradecer a la vida.

LG: ¿CUÁL FUE LA CLAVE PARA MANTENERSE VIGENTE ESTAS CUATRO DÉCADAS?

M: Yo creo que es un don que se me ha otorgado, el poder escribir todas las vivencias, los diferentes tiempos en este camino y eso es lo que realmente me ha mantenido con la poesía vigente. Ahora ya no escribo mucho, pero sí voy recogiendo todo lo ya escrito que aún no se ha difundido, voy trabajando en libros para poder entregarlo en un momento oportuno, pero sigue la poesía fluyendo y lo lindo es compartir y saber que esa poesía ilumina. A veces la poesía ayuda a afrontar momentos de tristeza, de depresión, la poesía ilumina, yo creo que es un don divino.

LG: ¿CÓMO SINTETIZARÍA ESTOS AÑOS DE PERMANENTE CREACIÓN?

M: Podría decir que he dado todo lo que pude a través de la magia de la poesía y a través del canto compartido.

LG: ¿QUÉ SIGNIFICA LA POESÍA EN LA VIDA DE MATILDE CASAZOLA?

M: La poesía es la luz que me ha iluminado y me sigue iluminando, es algo maravilloso a través de la palabra llegar a varios mundos, como las nubes en el cielo, que se crean figuras preciosas y de algo que parece irreal como el vapor de las nubes, algo tan intangible, como es la palabra, que logra esas bellezas ¿no?, es un oficio mágico que me llena la vida.

EL PAÍS TIENE UNA FUERZA CÓSMICA ADMIRABLE

Destacar la poesía dentro de la canción ha sido un aspecto substancial desde los comienzos de la carrera artística de Matilde Casazola.

“La canción poética es como un hilo de agua transparente que a veces se esconde, para no ser enturbiado por corrientes agresivas y estrepitosas, pero que vuelve a brotar siempre, con el mismo murmullo aprendido al escuchar la naturaleza y sabiduría esencial”, apunta.

Una de esas grandes obras es, sin duda, la cueca “De regreso”, interpretada por números artistas, y la que mayores satisfacciones le dio a Matilde.

“La compuse en 1973 cuando llegué a Bolivia después de muchos años. Fue un reencuentro que contenía toda esa carga de nostalgia y emoción de reencontrarme con el país, que tiene una fuerza cósmica admirable”, dice.

“De regreso”, ¿sigue siendo una de sus canciones preferidas?

“En realidad es una de las preferidas por el público, me ha dado muchas satisfacciones, indudablemente y me sigue dando. Yo a todas las quiero por igual, todas son mimadas. Cada una tiene un momento. Por ejemplo, una cueca que tuvo su momento y es muy querida fue “Rosa de tiempo”, su mensaje es breve, pero muy intenso, al igual que “Como un fueguito”. Le letra dice así: “Si hoy no me das tu rosa a tiempo, mañana no la quiero, mañana no la quiero, porque ya será invierno”, ahí está encerrado todo el anhelo de tener en el momento justo, de poder aspirar la fragancia de la rosa”, comenta.

“HAY CREADORES, LO IMPORTANTE ES PERSISTIR”

¿Cómo ve hoy el nivel de composición?

M: Diríamos que hay muchos y diversos estilos, hay bastante creatividad en grupos jóvenes, hay combinaciones de instrumentos, de expresiones más en lo musical que en lo poético, ¿no? En lo poético es algo que no se puede lograr fácilmente, si no existe el poeta atrás, es más difícil lograr el mensaje poético. Sin embargo, hay creadores y lo importante es persistir y persistir para que el mensaje se vaya conociendo y gustando. Yo noto mucha inquietud, sobre todo en la juventud, por ejemplo en Sucre hay muchos grupos interesantes, con un estilo de género de jazz y que están permanentemente actuando y he escuchado mucho en La Paz y Santa Cruz con ese estilo.

¿QUÉ ESTÁ HACIENDO AHORA?

En este momento, la destacada poetisa, compositora e intérprete chuquisaqueña está ordenando su obra inédita, con la satisfacción de ver que hay editoriales que están apoyando su trabajo. “La editorial 3600 de la ciudad de La Paz está apoyando mi obra, me ha propuesto sacar toda mi obra poética en volúmenes con un hermoso formato más clásico de colección. Ya hemos sacado hasta el momento dos volúmenes, el último no he podido difundirlo en todo el país, pero ya salió, se llama “Obra poética”, contó.

LG: ¿CUÁNDO LA TENDREMOS EN LA PAZ?

M: Bueno, yo imagino que en algún momento, cuando ya se me informe la forma de entrega de este premio. Sólo me dijeron que mi nombre está en el Premio Nacional de Culturas (sonríe).

UNA MUJER ENRAIZADA EN SU TIERRA

Matilde Casazola nació el 19 de enero de 1943 en la ciudad de Sucre, en medio de una familia dedicada al quehacer cultural. Nieta del insigne escritor chuquisaqueño Jaime Mendoza, sus padres fueron Juan Casazola Ugarte, tarijeño, profesor de idiomas, y Tula Mendoza, quien cultivó la poesía y la música.

“Soy una persona que está enraizada en su tierra, en su país y que se siente muy satisfecha de los logros sucedidos hasta el momento, aún insatisfecha por lo que falta por entregar, pero muy agradecida a la vida, sobre todo por la amistad, por el arte”, aseveró la maestra.

Matilde comenzó a escribir poesía en la infancia, en medio de juegos infantiles, “junto a mi hermano y mis primos, a quienes siempre nos interesó la poesía, ya que fuimos influenciados por el ambiente propicio en el que nos criamos”, rememoró en una anterior entrevista que le hicimos.

¿Su apego a la poesía es hereditario? “Sí, fue por la herencia de mi madre, poetisa y artista, hija de don Jaime Mendoza, el hombre que amó Bolivia, que dio tantos aportes a la parte del pensamiento como médico y escritor. El amaba la poesía al igual que sus hijos”, afirma.

¿A qué edad escribió su primer poema? “A los ocho años y salió de repente, no tenía título. Era un poema breve que hablaba del paisaje y de uno de los cerros que tutelan a la ciudad de Sucre, que son el Churuquella y el Sica-Sica. Me emocionó y me extrañó cómo había nacido esa poesía. La tuve escondida un tiempo y después la compartí con uno de mis primos. Le gustó y eso me dio cierta seguridad de que mi poesía llegaba”, relata.

Desde ese momento, la poesía se ha convertido en “una verdadera razón de vida”. “La poesía lo ha envuelto todo, con un brillo, con una capa de ensueño y esperanza. Sin la poesía no me imagino la vida. Fue mi compañera desde niña”, subraya.

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