martes, 23 de enero de 2018

Ayala deja Suramérica para narrar crónica de Europa escondida

El periodista español Álex Ayala dejó el fin de semana Suramérica después de 16 años de vivir y escribir en Bolivia para ir a España, una realidad “más cercana” donde él creció, y así indagar sobre la Europa “menos conocida”.

“En el oficio y en lo personal hace falta un cambio de aire, quiero viajar a sitios distintos, quiero acercarme a una realidad más cercana donde yo crecí”, dijo a Efe Ayala.

Después de recorrer países como Colombia, Perú, Argentina o Brasil, pero sobre todo Bolivia, sus crónicas de un periodismo narrativo cada vez más escaso dejan el testimonio de personajes cotidianos pero con grandes historias humanas, reflejado en tres libros.

“Los mercaderes del Che” (2012), “La vida de las cosas” (2015) y “Rigor Mortis” (2016), el último gracias a la beca Michael Jacobs de periodismo de viajes, suman este legado antes de emprender una nueva aventura en su “pasión por contar historias”.

Sus páginas plasman desde las vivencias del sastre que ha visto en paños menores a políticos como Evo Morales a los recuerdos de quienes conocieron al Che Guevara y ahora venden camisetas con su rostro, pasando por el duelo de un perro hacia su dueño y el hombre que plantó un árbol para luego fabricar con él su ataúd.

El periodista se va a Vitoria, su ciudad natal en el norte de España, con la intención de explorar y descubrir nuevas historias de su tierra como también de países que considera que son poco conocidos, pero que son interesantes en Europa.

“Tengo interés en países como Ucrania y Rumanía, me llaman mucho la atención por su historia y si tengo la oportunidad, poco a poco me gustaría conocer más porque hoy únicamente los conozco por los libros”, expresó Ayala.

El autor vasco enfocó su trabajo en el periodismo narrativo en su etapa en Latinoamérica, donde muy pocos medios de comunicación apuestan por una crónica que cuesta tiempo y dinero.

Volcarse en este género se convierte más una cuestión de “amor propio”, confesó horas antes de emprender rumbo a España.

“El soporte del periodismo narrativo, más que los medios tradicionales, es el libro y ahí es donde puede tener más impulso”, señaló al respecto.

Ayala dio una serie de talleres estos últimos años en Bolivia sobre periodismo narrativo, que impulsó a muchos periodistas y escritores a explorar este género.

“He intentado transmitir, más allá de las herramientas y trucos, una pasión y obsesión por leer buenas cosas, por descubrir buenos autores, por involucrarse más con sus historias y si he podido dejar algo de mí en ellos, yo me considero satisfecho”, sentenció.

Expresó que se va con muchos recuerdos de Bolivia por su “efervescencia” como país, porque siempre pasan cosas interesantes.

“Es un país del que es difícil aburrirse”, recalcó.

Ayala llegó a Bolivia a sus 22 años con una beca y se consolidó como un referente en el periodismo narrativo en el país y la región, de la que se va a los 38 años.

En 2008, Ayala fue Premio Nacional de Periodismo en Bolivia y fue fundador de la primera revista de periodismo narrativo del país, Pie Izquierdo, aunque ya no está en circulación.

Ayala colabora con revistas como Etiqueta Negra en Perú, El Malpensante en Colombia, Esquire en Estados Unidos y ha sido alumno de reconocidos cronista como el peruano Julio Villanueva y el colombiano Alberto Salcedo.

Esa pasión por la crónica seguirá ahora en Europa, donde a mitad de año espera publicar “Ser payaso es cosa seria”, sobre el oficio de quien se gana la vida alegrando la de los demás. (EFE)

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