Vuelve la moda de hace 15 años a la Entrada del Señor Jesús del Gran Poder. Las polleras con pequeñas y más bastas, las mantas bordadas con pedrería y las enaguas multicolores que se verán el sábado, durante la tradicional celebración, son una reminiscencia de la forma de vestir que hace más de una década tenía la chola paceña. Dos confeccionistas de prendas de vestir de mujeres de pollera, de la avenida Baptista, trabajan sus prendas evocando diseños que solían ver en el pasado. “Ahora las polleras se están confeccionando como las que se realizaban hace 15 años. Éstas tendrán más bastas (pliegues horizontales), pero más pequeñas”, aseguró Eliana Paco, propietaria de la pollerería Diseños Esmeralda. Según la costurera, en décadas pasadas las polleras llevaban bastas de diez a 15 centímetros de ancho y sólo se confeccionaban entre tres o cuatro por pollera; ahora medirán sólo cinco centímetros y serán entre seis y ocho. Con Paco coincidió, por separado, Lourdes Quispe, propietaria de la pollerería La Novedad. Sin embargo, remarcó que las telas de moda no tienen mucho diseño, sólo algunos detalles. “Los brillos y bordados grandes pasaron a la historia”. Eso sí -aclaró- los tonos claros en las telas están a la vanguardia: anaranjado, amarillo, plomo y beige son los preferidos. Sin embargo, aparecen también los tonos oscuros, como negro y café. “En la entrada los colores oscuros los usarán en el día y los claros en la noche. Eso para resaltar”, destacó la costurera. Respecto a las mantas, las confeccionistas adelantaron que los bordados con pedrería son los que actualmente se imponen. “Los bordados con apliqué de pedrería y mostasilla fueron los más requeridos para esta fiesta”, resaltó Paco. Agregó que algunos diseños llevan calados en diferentes telas: seda, tul y lino. Si bien adelantaron estos detalles, ambas confeccionistas rehusaron mostrar sus trabajos, pues cada parada (pollera y manta) “es una sorpresa para cada fraternidad y sólo se conoce el diseño uno o dos días antes de la entrada folklórica”. Respecto a las enaguas, Rocío Paredes, del Palacio de las Polleras, afirmó que ahora están de moda las de seda y multicolores. “Antes se usaban de un color, que por lo general era blanco; hace tres años se combinaban con el tono de la manta y blusa. Ahora serán multicolores”, dijo. Costos de prendas Conjunto La parada (manta y pollera) cuesta entre 1.200 y 1.800 bolivianos. Unidad La confección sólo de una pollera cuesta entre 600 y 800 bolivianos. Prenda La manta tiene un precio que oscila entre 800 y 1.000 bolivianos. Centros El juego de cinco enaguas cuesta entre 600 y 800 bolivianos. Indumentaria La blusa, que combina con la manta, vale entre 90 y 190 bolivianos. Sombreros de copa baja Sombreros de copa baja y zapatos con terraplén son algunos de los accesorios que lucirán las morenas en la Entrada del Señor Jesús del Gran Poder, el sábado. El gerente propietario de la sombrerería Ninfa, Luis Callisaya, adelantó que los sombreros de copa baja marcarán la tendencia de la moda este 2012. Recordó que hace cuatro años se impuso la copa alta en el sombrero de la chola paceña, pero este año cambió el estilo y vuelve el de copa baja, que mide diez centímetros de alto. Los colores que están de moda son el café chocolate, el plomo y el negro. El artesano contó que cada borsalino hecho con material nacional cuesta 500 bolivianos; uno de imitación italiana vale 800 y el original (importado de Italia) vale 5.000 bolivianos. “El nacional y el de imitación son hechos de pelo de conejo, pero el italiano es de castor, es mucho más fino”, apuntó el artesano. La encargada de la tienda de zapatos de mujer de pollera Camila, Jeanette Alvarado, afirmó que los calzados que se ponen de moda son los que tienen terraplén y vienen en modelos de media luna. “Los zapatos tienen un taco, pero bajito (cinco centímetros) y el calado lo llevan en la parte de los costados”. El material en el que son trabajados los calzados son cuero, charol y nobuco (falso cuero).

El ministro de Educación, Roberto Aguilar, firmó ayer con diferentes medios de comunicación un convenio de adhesión a la campaña Bolivia lee, que pretende recolectar al menos 100 mil libros para beneficiar a las personas que están en el programa de postalfabetización, reportó la gubernamental ABI.

“Vamos a compartir este objetivo (con los medios) de poder lograr reunir 100 mil o más libros dirigidos al programa nacional de postalfabetización. Lo que se busca es recolectar los libros, constituir una biblioteca y a partir de eso incentivar la lectura como una actividad cotidiana”, explicó Aguilar.

El ministro dijo que una problemática en Bolivia es el de la lectura y “no solamente en los analfabetos, sino en el contexto general”, ya que cuando uno se alfabetiza y no continúa con la lectura, existe el riesgo de que pueda olvidarse ese aprendizaje.